Salud

La enfermedad respiratoria de los fumadores que aumenta el riesgo de trombosis

Investigadores alertan de que es necesario administrar anticoagulantes a los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica cuando tienen una crisis

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Radiografía con infección en los pulmones.

BarcelonaLas personas con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) tienen dificultades para respirar y se ahogan cuando realizan actividades cotidianas. Es una patología sin cuidado y los síntomas empeoran con el tiempo: los pulmones pierden capacitación progresivamente y no se recupera lo que ya se ha perdido. Se estima que en los países occidentales afecta a un 10% de la población adulta, y más del 90% de los casos están relacionados con el tabaco, aunque fumar no es la única causa de esta enfermedad. La mayoría de los afectados tienen tos y esputan, un cuadro clínico que a veces se agudiza en forma de crisis y los pacientes deben ingresar en el hospital. Cuando tienen estos episodios más graves, su estado sanguíneo favorece la aparición de trombas, lo que aumenta el riesgo de sufrir secuelas cardiovasculares e incluso morir, según un estudio del Hospital del Mar y del instituto de investigación del centro.

Por este motivo, los autores de la investigación, publicada en la revista ERJ Open Research, defienden el tratamiento antitrombótico preventivo cuando estos enfermos están ingresados. Así, se evitarían los trombos en sangre y se reduciría el riesgo cardiovascular. Las crisis que requieren un ingreso hospitalario se conocen como exacerbación de la enfermedad. Durante estos episodios aumentan los factores que favorecen la coagulación de la sangre, un problema que se agrava porque estas personas tienen una movilidad reducida durante su ingreso en el hospital. "Las enfermedades crónicas en general se asocian a un estado protrombótico, ya que los pacientes se mueven menos en comparación con la gente sana. En el caso de la EPOC, hemos confirmado que el riesgo se incrementa cuando existe una exacerbación", explica Joaquim Gea, jefe emérito del servicio de neumología e investigador del Instituto de Investigación del Hospital del Mar.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron muestras de sangre de 70 personas. De éstas, 50 tenían EPOC en diferentes estados y el resto eran personas sanas. Han evaluado cientos de marcadores de la sangre de estos pacientes y han identificado más de 300 proteínas y péptidos –un tipo de molécula que puede considerarse una proteína pequeña– en las muestras. Los autores han observado cómo el perfil de proteínas en sangre de los pacientes con EPOC cambia en el momento que sufren una exacerbación y se incrementa la presencia de proteínas que favorecen la coagulación.

Seguimiento de los pacientes

Gea explica que los pacientes con EPOC que necesitan ingresar en el hospital de forma relativamente habitual, pese a ser considerados estables, tienen un perfil de proteínas en sangre muy similar a las personas que están ingresadas por una crisis. "Están en una situación de exacerbación continuada, pese a estar clínicamente estables", añade. Su sangre presentaba proteínas relacionadas con la inflamación y el sistema inmunitario, lo que indica inflamación sistémica y una respuesta defectuosa del sistema inmunitario de los pacientes. Este hecho lleva a los autores a recomendar cambiar el seguimiento de este grupo de pacientes y hacerlo más exhaustivo. "Son pacientes que tienen entre dos y tres crisis al año y que, con estas conclusiones, deberíamos tratarles de forma diferente", concluye.

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