Salud

Un estudio desaconseja el uso del cannabis medicinal a adolescentes, embarazadas y conductores

El consumo de marihuana puede aumentar el riesgo de psicosis y sufrir accidentes de coche

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Marihuana. REUTERS

BarcelonaLa medicina lleva más de una década proponiendo el uso de fármacos y sustancias hechas a partir de cannabis –el llamado terapéutico o medicinal– para algunos pacientes de epilepsia, dolor crónico y enfermedad inflamatoria intestinal. Ahora bien, la marihuana no es beneficiosa para todos ni puede indicarse de forma homogénea. Investigadores del Hospital Clínic y el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) han demostrado que los cannabinoides tetrahidrocannabidiol (THC) y el cannabidiol (CDB), los principios activos de esta planta más utilizados en medicina, pueden causar efectos perjudiciales en la salud de adolescentes, personas con trastornos de salud mental, embarazadas y conductores.

El estudio, realizado en diferentes centros de investigación del mundo y publicado en British Medical Journal, constata que el uso de estas sustancias como terapia puede aumentar el riesgo de psicosis en jóvenes, adolescentes y personas con antecedentes de patología mental incluso en un único consumo; durante la gestación puede influir a la baja en el peso de los bebés y provoca un mayor riesgo de sufrir accidentes de coche. "Todas estas personas no deberían consumir cannabis en modo alguno o debería intentarse no consumirlo salvo en los casos concretos en los que se haya demostrado un beneficio clínico", explica el jefe del Servicio de Psiquiatría del Clínico y del grupoTrastornos bipolares y depresivosdel Idibaps, Eduard Vieta.

En este sentido, Vieta ha sugerido que no son suficientes las campañas para advertir de los riesgos del consumo y que las autoridades deberían prohibirlo a los menores de 25 años y también vetarles la entrada a los clubs cannábicos, porque es alrededor de los 25 y 30 años cuando el cerebro acaba de desarrollarse y madurar.

Los investigadores han revisado sistemáticamente la literatura científica en torno a la marihuana medicinal, incluyendo un centenar de estudios observacionales y ensayos clínicos. Las conclusiones señalan que el cannabis puede mejorar la evolución clínica de algunas patologías, como la epilepsia infantil resistente a los tratamientos convencionales, el dolor crónico, la epasticidad (músculos tensos y rígidos) y la enfermedad inflamatoria intestinal, aunque tenga efectos secundarios en el sistema nervioso central. "Hay evidencia moderada de la mejora de afecciones como la esclerosis múltiple, pero también de otros efectos secundarios como los gastrointestinales", afirma Joaquim Raduà, jefe del grupo Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y el ansiedad (IMARD) del Idibaps e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam).

El uso del cannabis medicinal es controvertido porque hay cerca de 24 millones de personas en el mundo con un trastorno asociado a su consumo. Con más de 100 cannabinoides, de los cuales el THC, que es el componente psicoactivo de la planta de cannabis más importante, y el CBD y que se conoce como cannabis o cáñamo, son los que tienen mayor relevancia clínica. En España, un 3,7% de la población consume cannabis a diario o casi a diario, por lo que tienen un patrón de consumo de elevado riesgo para la salud, según los datos facilitados hoy por el Hospital Clínic. Un 15% de la población española de entre 15 y 64 años y un 11% de los adolescentes (14-18 años) piensa que consumir cannabis no tiene consecuencias sobre la salud, según las encuestas sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias del año 2022 del ministerio de Sanidad.

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