Salud

Medicamentos que hacen más peligrosas las oleadas de calor

Ciertos antidepresivos, pastillas para la presión arterial y otros fármacos hacen más vulnerable el cuerpo a las enfermedades relacionadas con las altas temperaturas

Katie Mog / 'The New York Times'
4 min
Ola de calor en Barcelona

Nueva YorkTomar determinados fármacos —incluidos algunos por tratar enfermedades mentales, la hipertensión y las alergias— puede dificultar aún más la hidratación o el enfriamiento eficaz del cuerpo cuando hace calor. A las puertas de que las temperaturas hagan que el mercurio de los termómetros trepe, le decimos lo que hay que saber y lo que puede hacer para mantenerse a salvo cuando las temperaturas son abrasadoras.

Hipertensión o insuficiencia cardíaca

Los diuréticos, que los médicos recetan para tratar la insuficiencia cardíaca, las enfermedades renales o la hipertensión, ayudan al organismo a reducir líquidos mediante la micción frecuente. Pero también pueden causar deshidratación o provocar un desequilibrio de electrolitos como el potasio o la sal, que dificultan al organismo la regulación de la temperatura, explica Allison Hill, directora de implementación de prácticas y asuntos profesionales de la Asociación Norte- americana de Farmacéuticos. Esto puede ser especialmente peligroso en condiciones de calor extremo, que también conduce a la deshidratación. Los expertos señalan que esto hace aún más crucial que las personas que toman diuréticos se rehagan con agua y electrolitos y presten atención a los signos de deshidratación y sobrecalentamiento.

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, o inhibidores de la ACA, que suelen recetarse para tratar la hipertensión, pueden aumentar el riesgo de desmayos y caídas, sobre todo en condiciones de calor extremo, según Michael Redlener , director médico del servicio de urgencias del Hospital Mount Sinai West. Además, suprimen la sensación de sed, por lo que resulta más difícil saber cuándo es necesario beber más agua.

Los betabloqueadores, otro tipo de medicamento para la presión arterial, también pueden aumentar el riesgo de desmayos y caídas y dificultan la sudoración, lo que hace más difícil que el cuerpo se mantenga fresco. Los medicamentos para la presión arterial conocidos como bloqueadores de los canales del calcio pueden provocar desequilibrios electrolíticos, según Redlener, lo que dificulta la regulación de la temperatura corporal.

Fármacos antipsicóticos o estimulantes

Ciertos medicamentos antipsicóticos, como el haloperidol, la olanzapina y la risperidona, también afectan a la capacidad de sudar, según Redlener. "Es más probable que la temperatura corporal aumente cuando se toman estos medicamentos", afirma.

Algunos antidepresivos pueden aumentar la sudoración y reprimir la sed, lo que —al igual que la micción frecuente— puede provocar deshidratación durante las olas de calor. Y los medicamentos de reemplazo de la hormona tiroidal también pueden elevar la temperatura corporal, alterar su regulación y provocar sudoración excesiva.

Los estimulantes, como las anfetaminas y otros fármacos utilizados para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, pueden aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor al interactuar con el sistema nervioso central y el cerebro y elevar la temperatura corporal, según Mahesh Polavarapu, director médico de medicina de urgencias del Hospital NewYork-Presbyterian Westchester.

Algunos antihistamínicos de venta libre, como la difenhidramina (Benadryl), la prometazina y la doxilamina (Unisom), también sudan menos y pueden afectar a la regulación de la temperatura, a juicio de Polavarapu.

Cómo protegerse del calor extremo

Si el riesgo de padecer una enfermedad por calor es mayor debido a la medicación que toma, puede tener en cuenta estas precauciones para mantenerse fresco. En primer lugar, hay que reconocer los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor: los síntomas del agotamiento por calor incluyen sudoración intensa, piel fría, pálida o pegajosa, dolores de cabeza, náuseas o vómitos. Las personas que padecen una enfermedad relacionada con el calor también pueden sufrir rampas musculares y sentirse mareadas o fatigadas.

En los casos más graves, el sobrecalentamiento puede provocar un golpe de calor, que se produce cuando la temperatura corporal alcanza los 39 °C o más. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la piel puede tener un aspecto diferente –enrojecida, caliente, seca o húmeda– si se sufre un golpe de calor, que también puede causar confusión o un dolor de cabeza persistente y que hasta y todo puede llevar a alguien a perder el conocimiento.

Refugios climáticos

Con estos síntomas, lo más sensato es, si cabe, buscar un lugar con aire acondicionado, en casa o en los refugios climáticos habilitados, como centros cívicos o bibliotecas abiertas. Si, por el contrario, es inevitable estar al aire libre, Allison Hill aconseja beber mucha agua y permanecer en la sombra tanto como sea posible. También es necesario intentar renovar los electrolitos, lo que se puede hacer con bebidas deportivas, otras bebidas con electrolitos, frutas y verduras de hoja verde. Hill recomienda beber un vaso de agua cada 15 o 20 minutos si está al aire libre —o dentro de casa sin aire acondicionado— durante una ola de calor.

Polavarapu explica que también se puede combatir el calor llevando ropa holgada de colores claros que reflejen el sol. Si puede, permanezca al aire libre sólo las primeras horas de la mañana o al atardecer, que son las horas más frescas del día.

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