Salud

La prueba piloto contra la obesidad infantil de la Mina será el ejemplo para el resto de Cataluña

Salut reproduce la prueba piloto en el barrio de Sant Adrià en 28 equipos de atención primaria del país para combatir el sobrepeso de los menores

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BarcelonaLa obesidad infantil no deja de crecer y cada vez es más prevalente. Es una epidemia que sobre todo se ceba con las familias con un nivel socioeconómico más bajo y que en Cataluña ya afecta al 12,6% de los menores. Con el objetivo de encontrar una estrategia que permita darle la vuelta a esta situación, la conselleria de Salut impulsó hace cinco años una prueba piloto en el barrio de la Mina para rebajar la incidencia de la obesidad infantil con hábitos de vida más saludables y cambios en la comunidad que favorezcan la comida sana y el deporte. Con los resultados de la intervención en mano, el Gobierno se ha propuesto extender el proyecto a 28 equipos de atención primaria (EAP) de todo el país.

Desde que se puso en marcha la iniciativa, la obesidad infantil ha pasado del 26,4% al 25,4% en este barrio de Sant Adrià de Besòs. Si bien puede parecer una bajada poco sustancial, la secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, asegura que conseguir estos resultados en el resto de territorios donde existe una alta prevalencia de obesidad infantil "mejoraría mucho" la situación general en Catalunya. De hecho, Cabezas remarca que este problema de salud pública es tan grande a escala global que incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que para poner sitio a la creciente obesidad infantil más que reducir significativamente la incidencia habría suficiente con mantener las cifras actuales, porque no paran de subir. Ahora uno de cada tres niños catalanes de entre 6 y 12 años tiene sobrepeso.

En la Mina, la intervención ha logrado incrementar el consumo de fruta, verdura, legumbres y frutos secos y reducir el número de golosinas y bollería que comen los niños, según han explicado las autoridades sanitarias en una atención a los medios. El porcentaje de bebidas azucaradas y comida rápida también ha disminuido, y en cambio las horas de sueño y ejercicio físico de los menores han aumentado. Como contrapunto, la rebaja del uso de pantallas sigue siendo un trabajo pendiente: aunque han reducido el número de horas que los niños y niñas destinan a este ocio sedentario, Cabezas reconoce que es el factor en el que es más difícil incidir y que hay que encontrar formas de trabajar.

De los 141 niños que fueron derivados por profesionales de pediatría para que recibieran una intervención asistencial, 100 iniciaron el proceso y 51 lo acabaron. La cantidad de visitas por niño fue muy variable, de 4 a 15 sesiones, y la media de acuerdos por familia fue de entre 3 y 4 pactos simultáneos. Los acuerdos más escogidos tuvieron que ver con la alimentación y los que menos con los límites de las pantallas.

Entornos vulnerables y con mayor obesidad infantil

La secretaria ha insistido en que quieren bajar los datos de sobrepeso y obesidad entre menores y que este año ampliarán la prueba piloto de la Mina a 28 equipos de primaria del país. En concreto, a profesionales que tienen asignada una población de referencia con un nivel socioeconómico bajo y alta prevalencia de la obesidad infantil. Primero, Salut quiere trasladar los resultados conseguidos en el barrio adrianense a estas zonas con condiciones similares, evaluar su impacto y, si los efectos son positivos, desplegarlo progresivamente en toda Cataluña.

Para llevar adelante esta actuación, primero se formará a los profesionales de atención primaria implicados. Los responsables de la Agencia de Salud Pública trabajarán coordinadamente con entidades locales y comunitarias de las 28 zonas para identificar las carencias de cada barrio y tratar de transformarlo con acciones dirigidas a reducir la obesidad infantil. "Queremos que el barrio sea lo más saludable posible", apunta Cabezas. “¿Faltan fruterías, pescaderías? ¿Dónde puede realizar la gente actividad física? Este diagnóstico compartido es necesario para intentar cambiar el entorno en el que la gente vive, trabaja y estudia”, ha explicado la secretaria de Salud Pública sobre esta intervención comunitaria que quieren desplegar.

Más riesgo de enfermedades mortales

El consejero de Salud, Manel Balcells, ha recordado que los niños con obesidad tienen un 70 por ciento de probabilidades de ser adultos con obesidad, sobre todo si se sufre desde edades muy precoces. Todo ello incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer, las primeras causas de muerte en el mundo, además de diabetesmellitusde tipo 2 y artrosis, entre otras patologías. Los niños con sobrepeso también sufren estigma social, lo que puede acarrear una falta de autoestima que desemboque en problemas de salud mental. "No se trata de cuestiones estéticas, sino de salud. La obesidad infantil provocará en el adulto enfermedades prevenibles", ha advertido Balcells.

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