Salud

La obesidad infantil en el mundo se ha cuadriplicado en 30 años

Una de cada ocho personas en el mundo sufre esta enfermedad crónica, que se ha duplicado entre los adultos en las últimas décadas

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Un monitor sirve la comida en una escuela de Sant Joan Despí.

BarcelonaLa epidemia de la obesidad no deja de crecer en todo el mundo y ya se ha convertido en la primera forma de malnutrición a nivel mundial. Mil millones de personas sufren obesidad en todo el mundo, según un estudio publicado este viernes en la prestigiosa revista The Lancet que ha contado con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En poco más de treinta años, el número de personas que padecen esta patología se ha duplicado entre los adultos y se ha multiplicado por cuatro entre los más jóvenes de diecinueve años.

La obesitat infantil al món
Prevalença de la obesitat per grup en percentatge

El estudio ha hecho seguimiento del peso y la talla de más de 220 millones de personas en más de 190 países para ver cómo ha evolucionado el índice de masa corporal (IMC) entre 1990 y 2022. Según la revista , en 2022 hasta 879 millones de adultos y 159 millones de niños y adolescentes sufrían obesidad, mientras que en 1990 eran 195 millones y 31 millones, respectivamente. Los resultados muestran que los chicos son mayoritariamente los que más sufren la patología crónica (un 59%), pero la tendencia al alza no hace mucha distinción entre sexos: entre las chicas se ha multiplicado por 4 y entre los hombres por 4 ,4.

En el caso de los adultos con obesidad, la mayoría son mujeres, si bien el aumento más significativo se ha registrado entre los hombres. Concretamente, la tasa de obesidad entre la población femenina pasó del 1,7% en 1990 al 6,9% en 2022, mientras que para los hombres el aumento fue del 2,1% al 9,3% en el mismo período de tiempo. "La obesidad es una enfermedad crónica compleja que se caracteriza por un exceso de grasa corporal o una disfuncionalidad de esta grasa, que reduce la calidad de vida y la funcionalidad de la persona", explica a la ARA Violeta Moizé, doctora en alimentación y nutrición de la unidad funcional de obesidad del Hospital Clínic. Se asocia a otras muchas enfermedades, como la diabetes de tipo 2, los problemas cardiovasculares y la hipertensión arterial, y también incrementa el riesgo de desarrollar cáncer. Junto al sobrepeso, es la quinta causa de muerte en el mundo y las causas son múltiples: "[Hay factores] sociales, económicas y de disponibilidad [de alimentos]", apunta Moizé.

La mitad en Cataluña

Los datos también muestran que durante estos últimos treinta años ha disminuido el número de personas con desnutrición, tanto entre adultos como entre niños, con lo que la obesidad le ha sustituido como principal problema relacionado con los hábitos nutricionales. Según el estudio, los países con mayor prevalencia de obesidad en 2022 fueron los de los archipiélagos del Pacífico y el Caribe, donde cerca de dos tercios de los adultos tienen obesidad. En cambio, al otro lado de la balanza está China, que es el undécimo por la cola del ranking mundial entre las mujeres.

En el caso de España, la tendencia entre las mujeres se opone a la mayoritaria, ya que junto a las francesas son el único colectivo que ha reducido ligeramente la tasa de obesidad. En Cataluña, el 15,8 por ciento de las personas tienen obesidad y un 35 por ciento tienen sobrepeso, según la Encuesta de Salud de Cataluña. Si se suman ambos datos, la mitad de los catalanes presenta algún grado de sobrepeso. Sin embargo, en los últimos años la situación ha empezado a darse la vuelta y ahora el índice se mantiene estable desde 2020, con una prevalencia entre los niños de 6 a 12 años de un 6,3%.

Cambio de costumbres

Moizé achaca el incremento del sobrepeso de los últimos años a un “cambio de costumbres” que se suma a un ambiente poco propicio a tener una vida saludable. "Han aumentado los productos ultraprocesados, cada vez tenemos menos tiempo para cocinar y no aprovechamos el acceso a la dieta mediterránea", ha dicho. Además, detalla, "tenemos una vida más sedentaria, más estresada y dormimos menos". Por otra parte, el especialista destaca el importante papel que tiene el nivel socioeconómico a la hora de determinar quién sufrirá la enfermedad. "La obesidad se define más por el código postal que por el código genético", asegura, y señala el doble estigma de las personas que la padecen: las dificultades económicas se suman a la incomprensión del entorno.

De hecho, una de las autoras del estudio, la investigadora india Guha Pradeepa, ha advertido que tanto el cambio climático como los conflictos pueden empeorar los índices mundiales de desnutrición y de obesidad, porque hacen crecer la pobreza y el coste de los alimentos ricos en nutrientes. Al ser una enfermedad con causas diversas, es necesario abordarla de manera integral. En este sentido, Moizé valora el trabajo que se hace desde la sanidad pública y celebra que Cataluña haya sido la primera comunidad autónoma en incorporar a los CAP “profesionales de la dietética, la nutrición, psicólogos y fisioterapeutas para hacer frente a este aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas”.

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