BarcelonaLa jornada laboral comienza temprano, tanto que faltan tres horas para que salga el sol y los turistas todavía están entrando en las discotecas del Port Olímpic. Son las tres de la madrugada de este jueves cuando se registra uno de los primeros robos del día en Barcelona. A la salida de un local de ocio nocturno, roban un IWC Portofino Chronograph, un reloj valorado en 6.000 euros. Los datos de delitos contra el patrimonio están bajando -desde el 2017 que no se habían registrado tan pocos hurtos en el país- pero el ritmo sigue siendo frenético, de 23 hurtos cada hora en Catalunya, y casi la mitad, 10, en Barcelona. La gente suele moverse calculando los costes y los beneficios de una acción. Como la de escoger un trabajo de noches (más sueño, menos encuentros con amigos, pero más dinero) o comprar un coche eléctrico (más caro, pero menos emisiones y menos dinero en gasolina). Los ladrones no viven en un mundo aparte, y lo que ha empezado la jornada laboral tan temprano ha calculado que el coste que lo detuvieran era mucho menor que el beneficio que ha conseguido en dos minutos de trabajo.
Evolució furts a Catalunya
Evolució detencions a Catalunya
"Les sale a cuenta robar", explica un mando de los Mossos d'Esquadra, que apunta que esta es una de las claves para entender la multirreincidencia, protagonizada por ladrones que hacen del robo su forma de estar en el mundo. Se dedican a ganarse la vida manchando aunque los arresten y los juzguen, y los vuelvan a detener al día siguiente de salir de los calabozos. Lo hacen porque, según la misma fuente, saben que tienen un castigo "asumible y bastante improbable". Aunque bajen los hurtos, cada año las detenciones de la policía suben. Pero, "que la policía les detenga no es un castigo lo suficientemente alto como para que sea disuasorio", reflexiona el mismo mando. Esto es lo que explica que en Barcelona haya 452 multirreincidentes que han cometido 9.114 delitos en el 2024. Los cinco más activos acumulan 189 detenciones en un año, hasta 37 cada uno.
Lo que podría ser disuasorio es un ingreso en prisión, pero los juicios rápidos, a la hora de la verdad, son lentos. Los tribunales están intentando solucionarlo con más juzgados, pero admiten que el efecto aún tardará en notarse. Los Mossos también están intentando encontrar soluciones y han encargado a un miembro de la jefatura que analice a fondo el conflicto de la multirreincidencia. Las primeras líneas maestras de este estudio, según ha podido saber el ARA, empezarán a ver la luz previsiblemente esta semana. Sin embargo, el resumen de ello es que pasa mucho tiempo hasta que el multirreincidente que trabaja de noches recibe las consecuencias del robo que ha cometido a las tres de la madrugada del jueves 27 de marzo del 2025.
Objectes més robats
Altres
Rellotges
11,3
10,6
Mòbils
41,9
15,2
Cadenes
21,0
Bosses i
carteres
Altres
11,3
10,6
Rellotges
Mòbils
41,9
15,2
Cadenes
21,0
Bosses i
carteres
Altres
11,3
Rellotges
10,6
Mòbils
41,9
Cadenes
15,2
21,0
Bosses i
carteres
Cuando la ciudad ya se ha levantado, el segundo multirreincidente del jueves tarda poco en actuar. Son las 8.30 horas de la mañana cuando roba una mochila de una persona que bajaba por las escaleras de la boca del metro en la calle Villarroel. En un principio, el ladrón tiene suerte, ya que en el bolso hay un ordenador valorado en 400 euros. Al final, la suerte se le tuerce porque la policía le detiene unos metros más allá, en la calle Urgell. Lo que buscaba ese ladrón, con varios antecedentes, es uno de los bienes más preciados de los multirreincidentes. Las bolsas y carteras son el segundo objeto más robado en Barcelona (21% de los casos), por detrás de los móviles (41,9%) y por delante de las cadenas (15,2%) y los relojes (10,6%), una tendencia al alza.
Un hurto de un móvil en el centro de Barcelona.
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Las técnicas
A veces todo comienza con un cigarrillo, como el que dos jóvenes pidieron a un hombre que paseaba por Ciutat Vella este domingo a las cinco de la tarde. En el momento que sacaba el paquete de tabaco, sin embargo, le cogieron la muñeca y le quitaron el reloj. Pero no era un reloj cualquiera, sino un Richard Mille, de color negro y correa blanca, que vale, nada menos, que 250.000 euros. Y otras veces todo comienza con un abrazo. Es la técnica de las llamadas mimosas, mujeres que te abrazan mientras te vacían el bolsillo. O con una mancha fortuita que un desconocido te ha hecho, a priori sin querer, con un vaso de café caliente, y que después se esfuerza en limpiar. En realidad, también se está esforzando por ver qué llevas dentro de la mochila. O con otras técnicas más futbolísticas, como hacer un Ronaldinho, cuando un ladrón intenta jugar con tu pierna mientras te quita el móvil.
Patrullaje de los Mossos en la zona del Port Olímpic, una de las áreas con más robos.Francesc Melcion
Sin embargo, hay golpes que todo es tan fácil como aprovechar una aglomeración en el metro, o simplemente salir corriendo. El jueves que comienza con el robo del reloj y el hurto de la mochila, sigue a mediodía en una tienda H&M de un centro comercial de Poblenou. Son las 13:30 horas y un hombre y una mujer acaban de entrar en esta tienda, cogieron varias prendas y salieron corriendo. Sin embargo, los vigilantes de seguridad les han conseguido retener.
Según fuentes policiales, los multirreincidentes no tienen un perfil homogéneo, aunque suelen ser personas jóvenes. Algunos roban por desesperación, porque no tienen de qué vivir, y esto hace que a menudo sean de nacionalidad extranjera. Otros roban para pagarse la droga, o son extranjeros que sólo vienen a hacer la temporada de verano. Unos últimos, más organizados, roban en grupo y porque vuelan. "Podrían trabajar, pero les sale más a cuenta esto", apuntan fuentes policiales. Se conocen todos los relojes para sustraer a los más caros, y cometen pocos robos pero preferentemente de víctimas con dinero.
Detención por parte de los Mossos de un ladrón de relojes.Pau de la Calle
Las víctimas suelen ser turistas, ya que normalmente llevan más dinero en efectivo y denuncian menos. Según fuentes policiales, esto hace que los puntos más calientes de robos coincidan con las zonas con más visitantes. Ciutat Vella centra toda la atención de los ladrones y la policía, pero también están los alrededores de la Sagrada Família, los de la Barceloneta, las estaciones con más afluencia de gente (como Sants o Plaça Catalunya) y el aeropuerto de El Prat. De hecho, el aeropuerto, tal y como ha explicado en varias ocasiones el ARA, ha sido el paradigma de la multirreincidencia, con grupos que incluso se reparten las zonas. Ahora, con más efectivos y aplicando órdenes de alejamiento del aeropuerto, la situación está empezando a mejorar. Sin embargo, se están encontrando que los ladrones roban en las carreteras de los accesos ante el aumento de la presencia policial en el edificio.
Recepción de objetos
El jueves multirreincidente continúa en la carretera AP-7, a la altura de Girona, cuando un hombre distrae a dos ciudadanos ucranianos para que se detengan en el arcén y les sustrae del coche un ordenador, una tableta, dos móviles y 5.500 euros. Ya son las siete de la tarde, y unos minutos más tarde llega otra alerta a la comisaría de los Mossos de Lleida: alguien ha robado varios productos de un supermercado Lidl. Todo sucede muy rápido. El ladrón ha huido piernas ayúdame en coche y, mientras, en Girona los Mossos ya han geolocalizado el ordenador de los ucranianos en una tienda de venta de móviles. A las ocho de la tarde ya han detenido al ladrón y han recuperado los objetos. Del de Lleida no sabemos nada más.
La policía pilló al ladrón de Girona justo cuando intentaba colocar los objetos robados, y esta también es una de las claves para luchar contra la multirreincidencia. Los Mossos están enfocando las investigaciones en los grupos que reciben y revenden los objetos, una pieza fundamental en este negocio. Se reparten por pisos, muchos en el Raval, y distribuyen los productos robados a través de servicios de paquetería, normalmente en otros países. De hecho, según fuentes policiales, Barcelona se estaría convirtiendo en un epicentro de reventa de móviles; llegan teléfonos robados de otros sitios de España e incluso de Europa.
Percepción de inseguridad
Varias fuentes policiales consultadas coinciden en que los delitos vinculados a la multirreincidencia no son los más graves y con frecuencia no implican violencia, pero son los más visibles y esto provoca que aumente la percepción de inseguridad. Fuentes de la Guardia Urbana apuntan a que han marcado 85 puntos de la ciudad donde hay presencia uniformada precisamente para combatir esa sensación. También se triplicará el número de cámaras de seguridad, que disuaden a los ladrones pero que también sirven para investigar robos. La lucha contra la multirreincidencia también la protagonizan decenas de agentes de paisano que cada día patrullan por las zonas más sensibles de la ciudad y siguen a los ladrones multirreincidentes. Tienen un documento con las caras de los más frecuentes y los buscan entre la multitud de personas que cada día descienden por la Rambla.
El jueves multirreincidente llega a su fin. El viernes, como casi todos los días, se espera que será intenso en los juzgados. Hay una decena de juicios por hurtos que no superan los 50 euros. Son robos en centros comerciales, tiendas o supermercados, pero también existen carteristas del metro o ladrones de la zona de la playa. La mayoría son multirreincidentes: cuando llegan al juicio ya han robado al menos tres veces antes.
El 20% de juicios por delitos leves, a multirreincidentes
Cerca del 20% de los juicios por delitos leves que se realizan en Barcelona se encuentran en multirreincidentes del delito de hurto. En la ciudad se realizan 42 juicios inmediatos por delitos leves cada día —72 desde hace dos semanas gracias a los refuerzos—, la gran mayoría son hurtos, y ocho procedimientos al día se convierten en delito menos grave porque se abre la posibilidad de aplicar el agravante de multirreincidencia, explica al ARA la juez decana de Barcelona. Ahora bien, esto no quiere decir que a todos se les acabe imponiendo ese agravante, que "ha generado muchísimos problemas de tramitación", indica la jueza. Para aplicar el agravante es necesario comprobar que en los antecedentes del acusado al menos haya tres sentencias firmes, que puede haber dictado cualquier juzgado de España, y que los objetos sustraídos superen en total los 400 euros. Sin embargo, el valor de los objetos no figuraba hasta hace poco en las bases de datos compartidas entre los juzgados del Estado.
Ferrando insiste en que aliviar los tempos en los juzgados es esencial para acabar con la "sensación de impunidad". Desde hace dos semanas, en Barcelona existe un juzgado más para delitos leves. Hasta ahora, cada día hacían guardia a dos jueces de instrucción y podían asumir 42 juicios al día, pero en lo sucesivo los jueces asumirán una guardia más cada mes y eso permitirá hacer 72 juicios diarios. Estos juicios deberían realizarse en un máximo de dos semanas, pero en la práctica el decalaje es de ocho meses. Con el refuerzo que se ha añadido en los últimos días, Ferrando calcula que a finales de junio la espera habrá descendido a cinco meses. Teniendo en cuenta los datos policiales, si las detenciones siguen a ese ritmo cree que en un año y medio podrán fijar los juicios a un mes vista. "Nos gustaría poder hacerlo en menos tiempo, pero es imposible", dice la decana.
Los juzgados de Barcelona también esperan la autorización económica del gobierno español para poner en marcha esta primavera nuevos refuerzos en los juzgados de lo penal, que es "donde está el mayor atasco". Estos juzgados se encargan de los juicios rápidos, como los de los hurtos que dejan de ser un delito leve porque se aplica el agravante de multirreincidencia. Ferrando calcula que estos refuerzos permitirán redactar unas 2.000 sentencias cada año. Hoy por hoy los retrasos de los juicios rápidos rozan el año y medio, y la decana aún no se ve con el corazón de pronosticar cuándo conseguirán ponerse al día. Pese a que se puedan realizar más juicios, en los últimos años las detenciones han supuesto un "incremento exponencial" de casos que llegan al juzgado: "Si sigue incrementando a este ritmo, no podremos asumirlo", advierte Ferrando.