El análisis de Antoni Bassas: 'Illa ve cerca el acuerdo de financiación de Montero'

En el discurso de ayer del presidente Isla hubo el anuncio de los miles de pisos, que se ha llevado a todos los titulares, y un segundo anuncio que ha pasado más inadvertido pero tanto o más importante y del que ahora explicaremos la situación. Pero antes, tal y como hemos dicho, los pisos.

El año pasado, Isla prometió 50.000. Este año promete otros 214.000, en colaboración con el sector privado. La intención del Govern es aprobar un proyecto de ley de medidas urgentes en vivienda y urbanismo que reduzca a la mitad los años de trámites burocráticos que deben realizar promotores y constructores para sacar adelante sus promociones. Ahora son cinco años, y con la nueva ley serían dos y medio. Por tanto, el Gobierno quiere facilitar trámites, aumentar las densidades de las calles y la edificabilidad de los solares, a base de convertir rápidamente todo el suelo urbanizable, público y privado, en solares edificables. Y todo esto en los próximos cinco años. Cataluña tendría 214.000 pisos nuevos en el 2030.

La promesa es muy ambiciosa y parecería que Isla ha puesto todos los huevos en la cesta de la vivienda, consciente de que es el problema en mayúsculas. Pero hay uno mucho más profundo que la financiación. Deben recordar que, días atrás, Pedro Sánchez anunció que antes de que acabe este 2025 habrá acuerdo entre los gobiernos de Catalunya y de España para que Catalunya tenga un nuevo sistema de financiación. Y dijo más, el presidente: dijo que el sistema respetaría el principio de ordinalidad. Ayer, Isla vino a decir que el acuerdo ya no tardará.

Salvador Illa: "Haremos, cuando tengamos listos los trabajos, nuestra propuesta concreta. Los anuncio que la haremos desde la serenidad, sin ir contra nadie. A algunos les parecerá poco y querrán más. A otros les parecerá demasiado y querrán menos. Escucharemos a todo el mundo. Valoraremos todas las propuestas por el contenido de lo que se proponga. Y también, atención a su comportamiento en los últimos años".

Sabemos, de fuentes conocedoras de la negociación, que el acuerdo podría alcanzarse antes de diciembre, que a diferencia de julio, cuando el gobierno español llegó a decir que el traspaso a la Generalitat de todo el mecanismo tributario era inconstitucional, ahora Sánchez ha ordenado llegar a un acuerdo. Y un acuerdo de financiación se valora por la cifra final: cuánto dinero de más recibirá la Generalitat. Por eso dice Isla que para unos hará corto (los independentistas) y para otros será escandaloso (PP y Vox). Sánchez necesita a Illa y al PSC, y necesita a Esquerra como socio estratégico, de presente y de futuro, para aguantar al gobierno hasta el 2027, y sin presupuestos. Ahora, recuerden, una vez alcanzado el acuerdo, y aprobado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (donde se sientan todas las autonomías menos País Vasco y Navarra y donde el gobierno español tiene la mayoría), el acuerdo debe ser aprobado en el Congreso con los votos de todos los partidos de la investidura, y esto volverá a ser difícil.

Hablando de Sánchez, termino con una escena de esta mañana. Había sesión de control en el gobierno español. Feijóo ha anunciado a Sánchez que le hará comparecer en una comisión del Senado (donde el PP tiene mayoría). Oigan el tono que ha utilizado Feijóo, como gritaba la bancada del PP al final, como si Feijóo hubiera marcado un gol, y con qué frase de desprecio se le quita Sánchez de encima.

Alberto Núñez Feijóo: "Queremos abolir la prostitución, dice usted. Usted, que lo ha vivido. Y su gobierno, que ha pagado con dinero el consumo de prostitución. Usted está tan embadurnado como ellos".

Francina Armengol: "Señor presidente cuando quiera. Silencio, por favor".

Pedro Sánchez: "Ánimos, Alberto".

El PP insiste con la corrupción, olvidando que para mucha gente, el PP está empatado, al menos, con el PSOE en corrupción. Y se ve de tres horas lejos que a Feijóo le han dicho: "Si a ti te atacan con la foto con el narco, ataca con los negocios del suegro de Sánchez". Y tal y como está el mundo y con los problemas de la gente, oírles hablando en ese tono es insufrible.

Buenos días.