Ciencia

Sílvia Osuna: "Soy afortunada de poder realizar la investigación que me gusta en Cataluña"

Investigadora del Instituto de Química Computacional y Catálisis (IQCC) de la Universidad de Girona

Silvia Osuna, investigadora ICREA en el Instituto de Química Computacional y Catálisis (IQCC) de la Universidad de Girona
4 min

BarcelonaLa investigadora del Instituto de Química Computacional y Catálisis (IQCC) de la Universidad de Girona Silvia Osuna (Castellón de Empúries, 1983) ha ganado el IX Premio Fundación Banco Sabadell a las Ciencias e Ingeniería por sus avances en el diseño computacional de enzimas con aplicaciones en la industria farmacéutica.

¿En qué consiste exactamente su línea de investigación?

— Las enzimas son biomoléculas que tenemos en el cuerpo y son las encargadas de acelerar las reacciones químicas que necesitamos para vivir. Las moléculas que aceleran las reacciones químicas se llaman catalizadores y las enzimas son los mejores catalizadores que conocemos. En el laboratorio nosotros trabajamos para desarrollar nuevas herramientas computacionales capaces de predecir cómo los modificamos o qué enzimas nuevas generamos para que hagan lo que nosotros queramos.

¿Puede ponernos un ejemplo?

— Sí, los modificamos o generamos nuevos para que tengan nuevas funciones, amplíen su rango de acción o mejoren una reacción química. Por ejemplo, existen medicamentos contra la diabetes que se fabrican mediante una enzima, que los humanos hicimos evolucionar para que generara una reacción química que beneficiara a los pacientes con esta enfermedad. La gran mayoría de industrias farmacéuticas hoy en día utilizan catalizadores enzimáticos en alguna etapa de la producción de medicamentos.

¿Es fácil trasladar ese conocimiento a la industria?

— Hay mucho interés de las empresas y hemos tenido bastantes colaboraciones porque es una manera más sostenible de fabricar medicamentos, pero el diseño de enzimas es complicado y costoso. Hay algunas reacciones químicas necesarias para la vida que sin enzimas tardaríamos millones de años en hacer. Nuestra investigación está centrada en la parte computacional, es decir, utilizamos simulaciones y diferentes estrategias para determinar qué cambios debemos hacer en estas enzimas para que realicen la reacción deseada a escala industrial.

Antes de echar a la piscina compruebe si hay agua.

— Exacto, si computacionalmente podemos hacer protocolos capaces de predecir el éxito de los cambios que realizamos en las enzimas, no hace falta que hagamos tantas pruebas en los laboratorios. Miremos lo que nos estamos dejando y lo intentamos mejorar. Desde hace poco, además tenemos el laboratorio y hacemos nosotros mismos las validaciones experimentales.

¿Y qué podrá hacerse con esta tecnología en un futuro?

— Por ahora lo que hacemos es diseñar una enzima para poder fabricar un medicamento que luego la gente se tomará y cualquier medicamento hoy en día lo podemos fabricar de esta manera.

¿Y esta investigación la seguirá realizando en Catalunya?

Sí, yo fui en el 2008 a la Universidad de California en Los Ángeles a realizar mi tesis, ya que entonces había un boom en cuanto a diseño computacional de enzimas, pero pude volver con una beca Marie Curie en Girona. Hay mucha gente que se ha ido fuera y que no puede volver. Debemos creerlo más e invertir más en investigación. Pero sí, yo soy una de las afortunadas de poder estar realizando la búsqueda que me gusta en Catalunya.

Alberto García-Basteiro

Profesor asociado de investigación en ISGlobal - Hospital Clínic

"Es inaceptable que una enfermedad infecciosa con cuidado sea la que más muertes causa"

Alberto García-Basteiro, profesor asociado de investigación en ISGlobal - Hospital Clínic y coordinador de investigación en tuberculosis en el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), en Mozambique.

El investigador Alberto García-Basteiro (Vilalba, 1982) ha ganado el XX Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica por su trabajo sobre la tuberculosis. Es profesor asociado en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Hospital Clínico y coordinador de investigación en tuberculosis en el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) en Mozambique, donde trabaja desde 2013. En este país, como en muchos otros del África subsahariana, la tuberculosis es uno de los principales problemas de salud. Desde el centro tienen varias líneas de investigación para cuantificar la epidemia de tuberculosis, mejorar su capacidad diagnóstica y desarrollar nuevas vacunas.

"Es inaceptable que una enfermedad infecciosa diagnosticable, preventiva y curable sea la que más muertes causa hoy en día", defiende el experto, quien explica que muchos casos de tuberculosis en los países pobres no se diagnostican y, si no se tratan, pueden sufrir una mortalidad del 70%. En 2023 murieron en el mundo 1,25 millones de personas por culpa de la tuberculosis, incluyendo 161.000 personas con infección por el VIH. García-Basteiro explica que en Mozambique se han encontrado con muchos casos resistentes a los tratamientos por un uso inadecuado de los fármacos, que reduce las opciones terapéuticas disponibles, puesto que son más caros, más largos y con mayores efectos secundarios.

Ante este escenario, el investigador vive con "muchísima preocupación" el desmantelamiento de la agencia estadounidense USAID por parte de la administración de Donald Trump, porque financia una gran cantidad de programas de cooperación. De hecho, asegura que ya están viendo las consecuencias de estos recortes y está convencido de que en los próximos años habrá una mayor incidencia de la enfermedad y más muertos. VIH y, "si deja de estar controlado, habrá mucha más tuberculosis", porque existe una elevada coinfección. no son las dificultades de acceso al sistema sanitario, sino el alcance del sistema para llegar a estos pacientes.

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