Playa y cocina

Chiringuitos: el mejor milagro de los panes y los peces a pie de mar

A menudo preparados en cocinas pequeñas, sus platos rinden homenaje a los productos que provienen del paisaje en el que están situados

5 min
El chiringuito Toc al Mar, en Aiguablava, un atardecer

Los chiringuitos son un lujo informal de hace tan sólo un centenar de años. Cuando el primer establecimiento a pie de playa empezó a servir platos, preparados en cocinas minúsculas, los bañadores tapaban todo el tronco superior y medias piernas. Corría 1913 cuando en Sitges (Garraf), en el paseo de la Ribera, se abrió un establecimiento frente al mar, que todavía hoy lleva el mismo nombre: Xiringuito. Persianas azules, que se abren y se cierran cada día, y un establecimiento como un puñetazo, que hace milagros en la cocina sirviendo platos elaborados para mesas que tanto tocan en el mar como en el interior del paseo. Ahora bien, cabe decir que en los últimos años el modelo de chiringuito (por cierto, una palabra de origen cubano) se ha sofisticado hasta el punto de que algunos platos de sus cartas pueden subir a precios desorbitados. Comer mirando el mar, tocando la arena con los pies y con el bañador puesto debajo de la camiseta tiene un precio, y puede llegar a ser muy alto. Por eso, la recomendación es pedir siempre por el coste de los platos, incluso de los que estén fuera de la carta o que tengan en el llamado "precio según mercado".

Sea como fuere, los chiringuitos se caracterizan por ofrecer productos del mar, arroces y postres helados. Porque, si no se come en un chiringuito para el almuerzo o la cena, siempre existe la opción de comprar sólo un helado de aquellos que anuncian las fotografías en las carteleras que tienen colgadas en las paredes.

Así pues, los chiringuitos forman parte de nuestro paisaje de verano. Os recomendamos algunos que harán el mejor milagro posible de los panes y peces todos los días de vacaciones.

1.
En Cadaqués

Bar Boya de día, Boya Noche por la noche

Manel Vehí, al Bar Boia de Cadaqués

El Bar Boia da igual desayunos que son una delicia, como prepara vermuts y tapas (toma nota de las patatas bravas) como sirve los mejores cócteles de la población del Alt Empordà. El coctelero Manel Vehí, hijo de Pere Vehí, cadaquesense conocido y querido, transforma el chiringuito encarado en la Playa Grande en el Boia Noche, en el que los cócteles creativos con o sin alcohol se maridan con pequeños aperitivos dulces, cada uno diferentes. La carta es extensa y lo mejor es preguntar a Manel, que está al pie del cañón todas las noches de verano. Fíjese bien en los nombres que le dirá de cada uno de los cócteles, porque él mismo se les ha inventado y, según las circunstancias, le propondrá uno u otro. Para los que prefiera otras opciones en vez de cócteles, el propio Manel Vehí también elabora sushi, e incluso tiene otro restaurante en esta especialización.

2.
En Aiguablava

Toque en el Mar

Un arròs fosc

En una de las calas más deseadas de la Costa Brava, una a las que el escritor Josep Pla dedicó planas y planas junto a Aigua Xelida, se encuentra el chiringuito Toc al Mar, dirigido por el cocinero Santi Colominas y Sandra Baliarda en la sala . Reservar mesa no es tarea sencilla pero tampoco imposible. Contemplar el mar, rodeado de pinos, merece insistir en conseguir comer los pescados y el marisco cocinados a la brasa de encinas. También podrá elegir los arroces que preparan: caldoso o seco de langosta, cremoso de langostinos u oscuro del Empordà. Entre los entrantes más atractivos, y de km 0, el recocido de Ullastret con anchoas y olivada.

3.
En la Escala

Olivia Chiringuito

Olívia

En la playa del Rec, y cerca del Museo de la Anchoa, Olivia Xiringuito tiene las patatas bravas más conocidas de la zona. También destaca por otros muchos platos, como los calamares, el pulpo, las ensaladas (¡atención a la de tomates!), las ostras y las vieiras. Para beber, déjese aconsejar para los cócteles que, además de la carta de vinos, también son uno de los puntos fuertes del chiringuito. Para los que les guste la música en directo, el chiringuito a menudo organiza por la noche.

4.
En Castelldefels

Punta Roca

taula

Hay que andar un poco para llegar, pero la caminata es un paseo que pasa por el puerto de Castelldefels, entre barcos amarrados y otros establecimientos. Cuando se llega a Punta Roca, se llega a pie de playa, y una gran puerta de madera, enmarcada entre ninguna pared (el efecto es muy visual), te da la bienvenida para entrar en un establecimiento que no tiene paredes, como tampoco tenía la puerta. En la mesa, el consejo es pedir los pescados cocinados a la brasa. ¿Cómo cuáles? El rodaballo salvaje, por ejemplo, o los que le sugieran según el día. También encontrará carpaccio de gambas, almejas o tallarines, también cocidas la brasa. Por último, la barra de cócteles también es uno de sus atractivos, y la verá preparada en cuanto se sienta, así que los platos también se pueden maridar.

5.
En Badalona

La Doncella de la Costa

La Donzella

La Doncella de la Costa es el chiringuito que despierta pasiones en el paseo Marítimo de Badalona. Tiene una carta que lo define como un establecimiento a pie de playa con todos los eres y uts: entrantes marineros (atención al matrimonio de anchoas del Cantábrico y boquerones marinados en casa y en la ensalada de langostinos con hinojo), arroces y fideuás (la recomendación es la fideuá de rape y cigala), pescados (piezas enteras de las que encontrará siempre el precio bien indicado) y también carnes (el bistec tártaro no falta). Las tablas de madera, la decoración blanca y azul y las casitas de la Donzella (casitas de baño), que se alquilan durante todo el año y sirven para guardar los objetos para ir a la playa, son los atractivos que completan la carta.

6.
En la Almendra de Mar

La Subasta del Estanque

amanida

Dicen quienes van que "sin Estany no hay verano", y con la expresión hacen referencia a lo que representa el chiringuito de la población: buena comida con la brisa del mar, a menudo también música en directo y la posibilidad de alquilar una tabla de surf de remo (paddle surf). En la carta, encontrará los platos imprescindibles, y también otros muy recomendables como la ensalada con burrata y jamón de pato, las cigalas con ajo y sobre todo los platos de atún, que estamos en L'Ametlla de Mar y la atún rojo es uno de los productos estrella que no pueden faltar.

7.
En Formentera

Can Carlitos

can carlitos

Es uno de los establecimientos del cocinero Nandu Jubany en la isla, y uno de los más deseados para contemplar desde sus mesas las puestas de sol. En la carta, podrá elegir entre un menú muy atractivo por el precio y por la cantidad de platos que ofrece, y platos que puede escoger a su gusto. Las recomendaciones son difíciles de hacer, porque todos los platos llevan el sello de un cocinero todoterreno, que hace oro todo lo que toca. ¿Cómo cuáles? Las tortillas abiertas de gambas, las croquetas, los arroces de bogavante o las bandejas de pescado frito. Además de las puestas de sol (que hacen deseadas las mesas que están más cerca de la playa), cabe destacar el hilo musical, bien elegido y pensado, que hace que a menudo los comensales acaben tarareando o cantando directamente las canciones mientras cenan.

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