Tu 'foodie' de cabecera

Donde vamos a comer con hijos pequeños en Barcelona (vol. 2)

Un montón de lugares de la ciudad donde se puede ir con los niños y que se adaptan a las necesidades de todos

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Una imagen del espacio de La Base by Farré.

Como prometí la semana pasada, hoy toca la segunda tanda de lugares donde se puede ir a enganchar con niños a la ciudad de Barcelona. Muchas personas de mi entorno que tienen ganas de compartir sus descubrimientos me han ayudado a confeccionar esta lista.

Empezaremos por un lugar situado frente al mar: La Base by Farré. Se llama así porque está en la Base Náutica Municipal de Barcelona, en la Mar Bella. Lo práctico de este espacio es que puedes comer mientras los niños corren por la playa, ya que el restaurante está ubicado a ras de arena y tiene una amplia terraza. Ofrecen tapas, sobre todo cargando hacia el producto de mar, ensaladas, brasa y arroces, que es lo que apetece en este espacio. Ahora que ha descendido el calor, es una época fantástica para aprovechar la playa.

El segundo lugar donde haremos parada es el Camp de l'Arpa y se llama MiBarNa. Tiene una ubicación estratégicamente perfecta, porque está en la plaza Sant Josep de Calassanç, un pequeño oasis en forma triangular que tiene justo en frente de la terraza del bar un parque infantil con columpio, tobogán, arenal y lo que convenga. En el local sirven con mucha simpatía platos hechos con productos italianos, especialmente unos panini rellenos de los mejores manjares del país transalpino. También es un lugar perfecto para hacer tapas, un aperitivo o beber un Aperol Spritz sin perder contacto visual con los niños.

Tercera parada: el Velódromo de Horta. Dentro encontramos el Keirin Bar. Un bar sencillo, de tapas, en un entorno tranquilo, descubierto y controlado. Al lado del bar hay unas piedras de diferentes formas y tamaños para que los más pequeños trepen y pasen un rato bien distraído. Muy cerca también se encuentra el Laberint d'Horta, que dispone de un área de pícnic.

Cuarta parada en un entorno privilegiado: el Bar del Convento, dentro del Convento de San Agustín (C/ del Comerç, 36). En el barrio del Born encontrará este lugar, que básicamente es un espacio de paz. Si puede que tenga un bebé, o ganas de estar en un entorno tranquilo, este es su sitio. Ningún coche, arcos góticos, pájaros que cantan y niños corriendo por el antiguo claustro. Perfecto para picar algo tipo un bikini, tomar un café o merendar. El bar lo gestiona San Pedro Food Services, cuyo objetivo es fomentar la inclusión social. En cuanto al convento, ahora acoge un centro cívico donde realizan exposiciones, talleres y muchas actividades.

Otro recurso que gastronómicamente no es nada del otro mundo, pero que resuelve la cuestión de forma informal y al aire libre son los chiringuitos de parques, donde hacen las típicas tapas y tienes los columpios delante, como sería el del Parc de l'Oreneta o el del Parc Joan Miró. O recurrir a las plazas, donde sí hay sitios gastronómicamente más interesantes. Una de ellas es la plaza de la Concordia (en Les Corts), donde se encuentra la terraza del Maravillas o la del Fragments Café. O bien la plaza de Osca (en Sants) con el Vermut i a la gàbia. La plaza Masadas (la Sagrera), con el Sofía Bar. O la plaza de la Vila de Gràcia, donde hay una cafetería italiana, el Nabucco Tiramissu, con una deliciosa focaccia, zumos y pasteles caseros, que puede degustar mientras los pequeños pintan con tizas de colores el suelo o juegan a pelota.

Hasta aquí el segundo recopilatorio, espero que le sea útil. Si es así, vendrán más.

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