Donde vamos a comer con hijos pequeños en Barcelona (vol. 1)
Cuatro lugares donde ir con los más pequeños que se adapten a las necesidades de todos
En la vida existen épocas en las que las necesidades cambian y las prioridades también. Últimamente he quedado con varios amigos y amigas que tenían niños y necesitaban lugares que se ajustaran a una serie de requisitos: espacios donde los chavales puedan correr sin sufrir por los coches, por ejemplo. Esto puede ocurrir en un restaurante pensado para familias, pero también en una terraza estratégicamente colocada con un parque infantil al lado. Me dijeron que iban muy faltos de ideas y que tenía que hacer un artículo de servicio público localizando algunos de estos sitios en la ciudad de Barcelona. Así pues, éste es el primero de dos artículos en los que intentaré proponer establecimientos que permitan socializar sin perder la custodia (es una exageración, ya se me entiende).
En la confección de este artículo ha participado mucha gente. Gracias a todos por las recomendaciones. Empecemos: Alice Secret Garden (Pau Claris, 90). Este local está ambientado en Alicia en el país de las maravillas. Hay grandes setas y una decoración inspirada en la naturaleza. ¿Lo más relevante? Tienen un patio lleno de plantas que se encuentra en un interior de manzana del Eixample. Hacen pasteles buenísimos y zumos. Ideal para merienda. Pero también se puede comer salado, como bocadillos, mesas de embutidos o hamburguesas.
Este sitio del que hablaremos ahora es conocimiento de nivel profesional. Ya veréis. Se llama Monsieur Bistró, y se encuentra en el barrio del Clot (plaza Carme Monturiol, 2). Este bar-restaurante sirve buenas tapas y buen vino. Describe su cocina como catalana y francesa. Es verdad que los suyos platillos no están pensados para los niños, sino para los adultos, pero la gran ventaja del sitio es que tiene una ubicación de cine. Tienen una terraza que se encuentra en una plaza cerrada donde se encuentra un pequeño parque; por tanto, es ideal para tener los pequeños controlados en todo momento. Y al lado –¡hurra!– hay un centro cívico con ludoteca que deja los juegos y juguetes para jugar en la plaza (siempre que te hayas hecho el carnet de usuario, que es totalmente gratuito). Sobre todo, reserva mesa fuera.
Varias personas me dijeron este tercer puesto: Los Pollos de Llull (C/ de Nápoles, 272). Su especialidad son los pollos asados, y están muy bien condimentados con varios tipos de especias y manzana. Son realmente buenos. Aparte tienen croquetas, bravas, macarrones, sopa... Comida ideal para grandes pero también para hacer el clásico menú infantil. Es un local amplio y tiene un ambiente perfectamente apto para los niños. Además, disponen de una zona de juegos para los niños y tienen mucha traza al atender a familias. Aparte del local de la calle Nápoles, tienen otro en la Villa Olímpica (C/ Ramon Turró, 13).
Por último, vamos a Can Batlló, la antigua fábrica textil de La Bordeta. Allí se encuentra la Cantina LAB Can Batlló (Gran Vía de las Corts Catalanas, 169). Hay una enorme zona de juegos, y después se puede comer en la Cantina, que se ha organizado como una cooperativa y es el bar-restaurante del recinto. Se puede hacer el menú de mediodía entre semana (14 euros con pan, bebida y postre incluido), tapas o bien el vermut de fin de semana en su espaciosa terraza. Tienen opciones veganas. Además, estar atentos que hay días en que hay actividades culturales, como conciertos. Abren de martes a domingo.
Y hasta aquí la primera entrega de lugares a los que acudir con niños. Evidentemente no son los únicos. La próxima semana llega la segunda entrega con un puñado más de ideas.
