La asociación ArquinFAD es de los primeros que homenajean a Il Giardinetto con motivo de su quincuagésimo aniversario, y lo hacen con un ciclo de "conversaciones desenfadadas" abiertas al público entre arquitectos, arquitectos técnicos, interioristas y artistas de diferentes generaciones. El formato se basa en que los dos participantes tienen un concepto como punto de partida, como el rigor, la provocación, el disfrute, la materia, la luz y la comunicación, y que la persona más joven explica la trayectoria de la más veterana y le plantea algunas preguntas para empezar el debate. Las conversaciones tienen lugar los miércoles a las 19 h, y hasta ahora se han realizado las de Beth Galí y Marina Povedano, Elias Torres y Gonzalo Pardo, Joan Ardevol y Xavi Delgado, y Josep Anton Acebillo y Mariona Benedito. Todas se podrán ver en el canal de YouTube de la asociación, y las próximas conversaciones son las de Esteve Bonell y Guillem Elvira (15 de mayo), Anna Bofill y Cossima Cornadó (22 de mayo), Dani Freixes y Rosa Llinàs (29 de mayo), Josep Llinàs y Roger Such (5 de junio), y Joan Roig y Beatriz Borque (19 de junio).
Il Giardinetto: 50 años del oasis refinado y 'canalla' de Leopoldo Pomés
El restaurante-coctelería diseñado por Federico Correa y Alfonso Milá se mantiene como un icono y un punto de encuentro del mundo de la cultura
BarcelonaEl fotógrafo Leopoldo Pomés (1931-2019) era considerado un hedonista. También un hombre cariñoso y un amante de una belleza a la vez sencilla, sofisticada y sensual. En su trayectoria, la línea entre el Pomés fotógrafo y el gastrónomo es muy difusa: la capacidad de sorpresa de sus fotografías y sus espots publicitarios se encuentra también en los dos restaurantes extraordinarios que puso al marcharse en los años 70, ambos creados por el dúo de arquitectos formado por Federico Correa (1924-2020) y Alfonso Milá (1924-2009): la trucharía Flash-Flash y el restaurante-coctelería Il Giardinetto, este último un italiano pionero en Barcelona. Ambos se encuentran en la misma calle, Granada del Penedès, y casi están por delante. Il Giardinetto abrió sus puertas hace cincuenta años y se mantiene como uno de los restaurantes más acogedores de la ciudad, lleno hasta el techo de una flora pintada que parece salida de un cuento y de unos espejos que le dan un punto tropical.
También se mantiene como un local con una atmósfera favorable para que se produzcan sorpresas: a la cineasta Rosa Vergés su compañero le pidió que se casara con ella durante una cena en Il Giardinetto. Aún así, al cineasta Poldo Pomés –que tomó el relevo de su padre en el 2009, junto a sus hermanos Juliet e Ivan– le gusta decir que el restaurante también tiene un punto niños. "Mantener el restaurante es un orgullo y también una responsabilidad. Cuando surge un problema, nunca piensas en dejarlo correr, hay una responsabilidad añadida", afirma Poldo Pomés.
Leopoldo Pomés y Alfonso Milá eran amigos antes de embarcarse como socios en ambos restaurantes, aunque más adelante Milá dejó de serlo de Il Giardinetto. También era amigo de Federico Correa, y ese sentido de la amistad se extendió hasta el punto de que todavía hoy el restaurante es un punto de encuentro del mundo cultural barcelonés, el escenario de numerosos actos culturales y editoriales de moda. "Estamos muy abiertos a hacer otras cosas, sin apenas lucro. No es nuestro negocio, lo hacemos para promocionar el restaurante. Creo que el restaurante también forma parte del mundo cultural de la ciudad, y eso también es un orgullo", explica Poldo Pomés. Para celebrar el aniversario, presentarán un nuevo cóctel ideado por Javier de las Muelas y realizarán una sesión de jazz para homenajear al pianista del local desde hace unos treinta años, Pere Ferrer.
Gastronómicamente, Il Giardinetto es fruto de la "pasión" de Pomés por la cocina italiana y por la pasta que le contagió Maria Levi, la madre del arquitecto Ricard Bofill. “En Barcelona, por aquel entonces, los restaurantes italianos dejaban mucho que desear ya mí, personalmente, no me producían ningún placer especial. […] Todo cambió el día que Maria Levi, la madre del arquitecto Ricard Bofill, me invitó a comer a su casa. Movido por mi entusiasmo, al concluir el plato de fettuccini en el doppio burro que ella me había guisado personalmente me levanté de la silla, me arrodillé y le besé las manos repetidas veces. Dos meses después le ofrecí dirigir un restaurante, y así nació Il Giardinetto", explicó el propio Pomés. Maria Levi no le dirigió, pero sí les asesoró. Entre las especialidades hay clásicos como los spaghetti Sofía Loren, con laurel; los panzerotti rellenos de setas, y nuevas incorporaciones como los tripoline a la siciliana con sardinas y hinojo.
Un local premiado de forma excepcional con dos premios FAD
Il Giardinetto no sólo está de fiesta por el 50 aniversario de la apertura, sino que este año también se cumple el centenario del nacimiento de Federico Correa y Alfonso Milá, conocidos por obras emblemáticas como el Anillo Olímpico, la sede de la Diputación de Barcelona, la reforma de la plaza Real y el edificio Atalaia. Así que Il Giardinetto se va convirtiendo en patrimonio de la mejor forma para tener un buen futuro por delante: en pleno funcionamiento. "Mi padre y Alfonso Milá eran carne y uña", subraya Poldo Pomés. Otro dato destacado de este restaurante es que ha recibido el premio FAD de Interiorismo en dos ocasiones: en 1974, por su atmósfera "acogedora y sedante", como dijo el jurado entonces, y en el 2013 por la reforma llevada a término por Max Llamazares e Ivan Pomés, que consistió en abrir la fachada de la planta baja e incorporar una nueva barra a pie de calle. El jurado del FAD calificó la obra de "delicada y precisa". "La intervención no sólo no le mutila sino que refuerza lo que había y completa lo que quizá faltaba, y que ahora se manifiesta con un resultado formal coherente y elegante, una interpretación acertada de las nuevas necesidades", dice también el acta. "Muchos arquitectos amigos de diferentes generaciones nos decían que no tocáramos a Il Giardinetto, que estábamos locos. Y después nos felicitó a todo el mundo, y Federico también estuvo contento", recuerda Poldo Pomés.
Dos restaurantes transgresores en tiempos del 'pop art'
Leopoldo Pomés fue un cliente destacado de Correa y Milá. Antes del Flash-Flash e Il Giardineto les encargó su propia vivienda en el antiguo taller del pintor Modest Urgell. Pomés quedó cautivado por el grado de confort de la reforma que los arquitectos habían realizado en la casa de sus amigos Marta y Javier Villavecchia, y no dejó pasar la oportunidad.
Como recordó el propio Federico Correa en una entrevista, en el origen del proyecto del Flash-Flash existe "la liberación" que supuso el pop art. Todo ello se hizo realidad con una retahíla de retratos que el propio Pomés hizo a su primera mujer y madre de sus hijos, Karin Leiz, como si fuera una fotógrafa en pleno trabajo, y que colocaron en diferentes puntos de la sala. El proceso de creación de Il Giardinetto fue por otro camino, a veces marcado por el azar. "El local se le quedó la sociedad de mi padre y Alfonso Milá, pero tuvieron un problema con los permisos. Esto hizo que tuvieran más tiempo para hacer el anteproyecto", dice Poldo Pomés. Lo más característico de ese diseño era el uso del rojo, y no lo llevaron a cabo porque vieron que Normand Cinnamond se les había adelantado con un local del mismo color, el restaurante Gattopardo. Llegaron las vacaciones de verano, y la forma en que Correa encontró la solución es una anécdota fantástica: de camino a Comillas encontró la inspiración viendo "unos viejos jugando a petanca en una plaza pública de un pueblo del sur de Francia" , como dijo el propio Correa en el libro Un maestro de arquitectos de Barcelona. Conversaciones con Federico Correa (editorial Tusquets). "Allí sí puse en práctica algo que ya sabía desde hacía muchos años –explicó también Correa–, y es que los verdes admiten yuxtaponerse, como el verde amarillo y el verde azul, que están en la naturaleza . Los jardines nos han enseñado a ver mezclados, como algo natural, verdes totalmente diferentes”.
A Correa esa escena le pareció tan idílica que hizo los primeros dibujos del proyecto rápidamente esa misma noche. "Correa también decía que era el proyecto para el que había tenido más tiempo y al final lo había hecho en media hora", recuerda Pomés. "El Flash-Flash e Il Giardinetto son las obras de Correa y Milá que más trascienden en cuanto a público", afirma Omar Ornaque, arquitecto y el comisario junto con su socio Aureli Mora de la exposición que el Colegio de 'Arquitectos de Catalunya dedicó a Correa y Milá en 2023. "Es curioso que siendo dos obras muy pequeñitas sean las más significativas", explica Ornaque. Esto se debe a que fueron dos establecimientos "transgresores" en su época y también porque aglutinaron a su alrededor arquitectos, artistas e intelectuales "Esta leyenda acompaña a la arquitectura, es bastante difícil entender una cosa sin la otra ", subraya.
El interiorismo de Il Giardinetto es muy insólito: "Está entre el pop art y la intelectualización del espacio", dice Ornaque. "Quien quería hacer una aproximación a un jardín lo hacía de una manera literal, ya Il Giardinetto el kitsch está muy sublimado, mezclado directamente con los elementos arquitectónicos, no son elementos añadidos. Está en la línea finísima que separa una obra que aguanta cincuenta años después y que tiene dos premios FAD y la sofisticación de la horterada. Es muy difícil salir indemne de un encargo como éste", subraya Ornaque.
Aun así, Il Giardinetto es también refleja la reivindicación de Correa que "la forma sigue la función". De su manera de trabajar con Milá se ha dicho que Correa se ocupaba más del proyecto y Milá de la dirección de obra. espacio brilla con detalles como el cuidado en el diseño de la escalera y la precisión de la escalera de las puertas y los lugares de paso. Tienes que tener talento suficiente para saber que con todas las limitaciones del uso eres capaz de hacer una forma que tenga significado. Jamás me ha interesado vestir las palabras. Me horroriza intentar ocultar las debilidades con grandes palabras", decía Correa.
A raíz de la exposición que el COAC dedicó al legado de Correa y Milá el pasado año, la familia Milá dio al Archivo histórico de la institución los planos originales inéditos de Il Giardinetto. La donación la hicieron que la exposición ya estaba montada y no pudieron incorporarles el recorrido. Con los planos el expediente del local quedó completo.