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HOMENAJE

La Medalla de Oro que le faltaba a Juanito Bayén, 'Pinotxo'

Barcelona y la Boqueria rinden un homenaje solemne al camarero que fue alma y embajador del mercado de la Rambla

La figura de cera de Juanito Bayén, admirada en la Boquería el día de la entrega de la medalla de oro
24/02/2025
3 min
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BarcelonaLa Boqueria se vistió de solemnidad para rendir el homenaje más especial que le faltaba a Juanito Bayén, Pinocho. La policía de gala, el alcalde de Barcelona, ​​amigos íntimos y también restauradores como Pedro y Josep Monje del Vía Veneto se sentaban en sillas colocadas en uno de los pasillos del Mercat de la Boqueria para escuchar los recuerdos que explicaban los que le conocieron. Al término de las glosas, el alcalde, Jaume Collboni, entregaba a su viuda, Carme Celdran, la Medalla de Oro al mérito cívico, que ella levantaba con orgullo y con el gesto que algunos recordaban del día que los amigos cogieron en brazos a Pinocho, vestido de torero, y le pasearon por el mercado. Era un hombre que representaba humildad y esfuerzo a partes iguales, y que todo el mundo amaba por sus cualidades humanas.

La figura del Pinocho, de cera, ha salido del Museo para ir al Mercat de la Boqueria durante el homenaje.

A la hora de recordar anécdotas hubo una que suscitó puntos de vista distintos. Cuando le tomaban fotografías, ¿qué gesto repetía? ¿Levantaba los pulgares arriba, en señal de que todo iba bien, o bien el de la victoria, la que quería que todo el mundo tuviera? Collboni reconoció que habían estado hablando con el presidente del Gremio de Restauración, Isidre Gironés, al respecto, y que se preguntaban cuál era lo que hacía. Las fotos relatan que les alternaba.

Juanito Bayén llegó al mercado de pequeño, debía de tener siete u ocho años, recordaba Collboni, y creció ayudando a su madre, Catalina, que con esfuerzo logró una parada en el mercado. A partir de entonces la historia es conocida. En el metro cuadrado detrás de la barra Pinocho destinó cuarenta años de su vida. Se hacía con todo el mundo, daba ánimos, y con su bonhomía pronunciaba frases picantes a las mujeres que le pedían un café, porque justamente Pinocho tenía mucho sentido del humor y levantaba risas en pocos segundos.

La Boqueria se ha vestido de solemnidad para homenajear al camarero universal del mercado.

Por su parte, el presidente del Gremio de Restauración, Isidre Gironés, explicaba cómoúltimo día que Pinocho visitó la Boquería fue con él al lado, porque Gironés se lo pidió. Fue el tres de marzo del 2023. Tenían una amistad estrecha, cosida a base de desayunos diarios, en la que Pinocho ya sabía exactamente cómo le gustaba tomar el cortado. De hecho, le preparaba tan pronto como Gironés entraba en el mercado para saludarle, justo antes de ir a hacer la compra de lo que necesitaba para el restaurante.

El alcalde Jaume Collboni en el momento en que ha entregado la Medalla de Oro al mérito cívico a la viuda de Juanito Bayén.

Quien también recordó anécdotas de la amistad que se profesaban fue Eduard Soley. "Si llevo sombrero y pajarita es por Ramon Cabau, que transformó la gastronomía en Catalunya, ya Juanito ya mí nos hizo de padres porque nos daba muchos consejos", explicaba. Si Soley todavía lleva hoy corbatín y sombrero es por él, pues, y también fue Cabau quien convenció a Pinocho para que trabajara con buena indumentaria, y siempre más le hizo caso.

Los secretos de los amigos

En el homenaje también hubo tiempo de hablar de sus platos, de la cocina de mercado. Y de secretos. "Tenía un taburete reservado cada mediodía para que comiéramos mi amigo Vidal y yo, pero teníamos el acuerdo de que si un mediodía iba una autoridad, entonces comíamos nuestro plato detrás del mostrador de nuestra parada", comentaba Eduard Soley.

Autoridades, amigos y familiares han asistido al acto, que ha tenido lugar en la Boqueria

Finalmente, el pastelero Christian Escribà se comprometió ante todo el mundo que a partir de hoy la ensaimada caramelizada que prepara con queso y jamón llevará el nombre deensaimada Juanito porque la idea de hacerla la cogió de ver a Juanito planchar las ensaimadas. "Cuando lo vi hacer pensé que cómo era posible que nadie hubiera pensado en ello antes", relataba Escribà. El presidente de la Boqueria, Jordi Mas, elogiaba que el Pinocho lograra internacionalizar el mercado: "Nos ayudó a pensar a lo grande; nos ayudó a traspasar fronteras".

El acto, impulsado por el Ayuntamiento, la Asociación de Vendedores de la Boquería y Genco Editorial Agency, acabó en el espacio de La Cocina de la Boquería, donde estaba la figura de cera de Juanito Bayén, con quien los asistentes al homenaje se hacían fotografías y le daban besos.

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