Obituario

Duelo en los Caracoles: Muere Felicià Bofarull, cuarta generación del restaurante

Explicamos las fechas más significativas de la historia del establecimiento mítico de cocina catalana de Barcelona

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Feliciano Bofarull Domper, de pie, con sus hijos Aurora y Ramon, y su esposa, Aurora, a la derecha

El restaurador Felicià Bofarull i Domper, cuarta generación del restaurante Los Caracoles (c. Escudellers, 14) falleció ayer viernes a los 88 años. Bofarull estuvo al frente del restaurante familiar de cocina catalana durante cincuenta años, concretamente desde 1955 hasta 2006, año en el que se jubiló y también en el que murió su hermano. En medio de esta etapa, en 1989, Felicià Bofarull y Domper sufrió un accidente de coche que hizo que sus hijos Aurora y Ramon Bofarull y Vidal entraran a trabajar en el restaurante y, por tanto, representaran a la quinta generación de la familia. De hecho, el restaurante siempre ha sido conocido como Casa Bofarull. Actualmente ya trabaja la sexta generación, con Pablo Bofarull, nieto de Felicià. "Él estaría muy orgulloso", dice Pablo.

Feliciano Bofarull Domper sentado en una de las mesas de su restaurante.

En 1995, con la muerte del padre de Felicià Bofarull, Ramon Bofarull y Ferrer, tanto Felicià como su hermano Agustí tomaron las riendas del restaurante con sus dos hijos respectivos. El compromiso era notable, porque significaba dirigir un restaurante que había nacido en 1835 como Taverna Bofarull y que ocupaba tan sólo veinte metros cuadrados. Venían vino a granel, aceite, licores, jabón, y la familia opina que creció con rapidez por la intensa actividad que se vivía en el puerto de Barcelona, ​​que entonces hacía comercio con la isla de Cuba.

Caracoles y periodistas

En 1915 la antigua Taverna Bofarull ya se había transformado en Casa Caracoles, y, además de servir vino, también había, claro, tapas de caracoles. Se da la circunstancia de que el diario Solidaridad Obrera, conido como La Soli, tenía la imprenta en la misma calle, por eso era habitual ver a periodistas y políticos, en el establecimiento. Poco a poco la taberna se fue transformando, se convirtió en restaurante y adquirió más locales, los colindantes. En la esquina entre Nou de Sant Francesc y Escudellers, los Bofarull abren en 1934 una asa en la vista, con caracoles de hierro en la cabecera en la que asaban pollos al aste.

Fue a partir de 1940 cuando los dos hermanos Bofarull que dirigían el restaurante, Antoni y Ramon Bofarull Ferrer, convirtieron el restaurante en un reclamo para turistas y actores que visitaban Barcelona. Ramon era el cocinero, autodidacta, mientras que Antoni era el relaciones públicas, que hizo de secundario en películas de la época y que tenía contactos con artistas como Ava Gardner o Burt Lancaster. Cuando Antoni Bofarull murió, en 1973, fue cuando los hijos de Ramon Bofarull, Felicià y Agustí Bofarull Domper, entraron en el restaurante para ayudar al padre.

En el comunicado que ha escrito la familia, han recordado a Felicià Bofarull como "un restaurador con carácter, que ha sabido mantener la tradición y su esencia, heredada por las tres generaciones precedentes, con un justo equilibrio con la modernidad y los gustos y necesidades de la clientela de hoy".

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