"Pertenezco a la generación perdida del Priorat, la que nos decían que marcháramos lejos porque éramos la comarca más pobre del país"

A falta de un año para que la DO Montsant llegue a los veinticinco años desde su fundación, la presidenta de la DO, Pilar Just, afirma que están trabajando para actualizar el reglamento. Actualmente los vinos elaborados se clasifican con los distintivos de viticultor elaborador, embotellador y comercializador. El nuevo reglamento pretende que el etiquetado indique también si es vino de paraje, vino de pueblo, vino regional y nuevas clasificaciones. "Queremos que haya transparencia con las categorías nuevas, porque somos la única denominación de origen que sabe al cien por cien la trazabilidad de sus vinos", afirma la presidenta, quien recuerda que su generación es la que fue empujada a vivir fuera de la comarca. "Yo misma soy de una generación de gente que nuestros padres creían perdida, porque no querían que nos quedáramos a vivir ni a trabajar en los pueblos de la comarca del Priorat, que era la más pobre de Catalunya", recuerda Just. Les decían que se marcharan, pero al mismo tiempo, sin darse cuenta, les inculcaban el aprecio por la tierra. Y fue así que muchos se marcharon, hicieron estudios y carreras profesionales, y cuando se dieron cuenta de que no les gustaba regresaron a casa. "Trabajaba haciendo estadísticas para actuar con modelos de predicción para las empresas, pero este trabajo no me llenaba, así que decidí dejarlo todo y volver a casa, en Pradell de la Teixeta, donde compré una finca, Mas d'en Rafel, y empecé de cero, plantando viñas", dice. Hoy sus vinos se elaboran bajo el nombre de bodega San Rafael. Entonces ni siquiera existía la DO Montsant (se creó en el 2001), y los vinos que se hacían pertenecían a la DO Tarragona, subzona Falset.

Esta actualización será la gran novedad de una denominación de origen con un 90% de su elaboración dedicada a los vinos tintos y que ha logrado posicionarse con prestigio en el mercado, pero que ve como en Cataluña a la hora de pedir un vino tinto en un restaurante se opta mayoritariamente por un Ribera del Duero o un Rioja.

Pilar es de palabras claras y comprensibles. Habla de forma fluida, y subraya realidades contra las que cree que es necesario rebelarse. La primera, basada en su experiencia vital trabajando en Borgoña: "Allí sólo se consumen los vinos hechos localmente; en la Champaña no encontrarás vinos de Italia, y no lo hacen porque creen en el lugar donde viven. En cambio nosotros no nos lo creemos, y este hecho es un mal endémico, que lleva ya muchos años", dice.

Sin embargo, Pilar también es optimista. Actualmente la gente pide un Montsant para referirse a un vino bueno, de personalidad, con perfil propio. "Y es así porque el viñedo está cultivado en suelos muy diferentes, que pueden ser calcáreos, arcillosos, arenas". Además, el viñedo, en la DO Montsant, puede estar cultivado en altitudes muy diferentes, desde 700 metros de altitud hasta 50, con influencia tanto del Mediterráneo como del Atlántico. "Esta riqueza del paisaje es lo que tiene como resultado unos vinos frescos con personalidad", dice Pilar Just.

En el balance de los veinticinco años de vida, la presidenta de la DO recuerda la influencia del prescriptor estadounidense Robert Parker. "Claro, creímos en sus preferencias, que se dirigían especialmente a notar la madera en los vinos. Ahora ya no es así, hay una masa crítica formada mayoritariamente por los hijos de viticultores, que han dado mucho dinamismo y al mismo tiempo unión, porque todos vamos a la par, y trabajamos por los mismos objetivos". De hecho, las tareas de una denominación de origen, según su presidenta, no son sólo el control y la calidad, sino conseguir que la gente que se dedique se gane la vida y esté implicada en el territorio.

También hay otras muchas, como la difusión, a la que la DO Montsant dedica mucho esfuerzo. "La dirigimos a nuestro mercado natural, que es nuestro país, pero también tenemos una vocación exportadora", afirma Just, quien comenta que las cifras de venta son un 60% de la producción total en el mercado catalán y el resto en el extranjero. "En los inicios era más fácil exportar, porque nos valoraban más que en nuestro país, donde no nos conocían". En veinticinco años todo ha cambiado, pero la presidenta de la DO Montsant sostiene que en los restaurantes los vinos tintos que se beben de forma mayoritaria son los Rioja y los Ribera de Duero. "En Barcelona es especialmente donde más lo veo, pero no es así en Reus, donde estamos muy contentos porque las cartas de los restaurantes están formadas por vinos de las DO tarraconenses", dice. "Por el contrario, en Barcelona, ​​la mayoría de cartas de vinos de los restaurantes están hechas por distribuidoras, que ponen los vinos de marcas grandes, españolas, y no de bodegas catalanas, y menos de bodegas pequeñas".

Variedades foráneas injertadas con propias

Entre los retos actuales también se encuentran las variedades locales. "Teníamos variedades foráneas, porque al principio nuestros vinos se exportaban en masa, y el mercado pedía unos vinos en concreto, pero ahora estamos viviendo un tiempo contrario, a la inversa", dice Pilar, quien lo explica con detalle: "A las variedades foráneas se les ha injertado garnacha, cariñena, garnacha blanca y macabeo". De modo que actualmente en la DO Montsant un 70% de la uva es de variedades propias.

Más transformaciones. Si en los orígenes de la DO Montsant los coupages de diversas variedades eran casi la norma, actualmente se podría decir que lo son los vinos monovarietales. "Justamente esta transformación ha hecho que la DO Montsant tenga más identidad, más valor y más historia, y ha ayudado al boom de los vinos del Montsant", porque el territorio se expresa mejor a través de un vino monovarietal.

Para continuar, Pilar comenta el trabajo riguroso que han puesto en marcha para estudiar los suelos que forman el territorio. Se han hecho agujeros en profundidad para mostrar cómo es esta tierra, y con esta información la DO Montsant tiene más conocimiento de cómo es y por qué sus vinos son cómo son. "Toda esta sabiduría nos permitirá también continuar con el enoturismo, que algunas bodegas ya han impulsado, porque el visitante, cuando vaya a una bodega, sabrá en qué territorio se encuentra, entenderá la tierra y las variedades que se cultivan, y por qué el resultado que bebe en copa es tan singular y único respecto a otras denominaciones de origen". Como elaboradora de vinos quisiera que la gente joven, sus hijos, no necesitaran marcharse porque no se pueden ganar la vida, sino que se queden porque el trabajo de viticultor les apasiona. "Debemos conseguir que las nuevas generaciones se queden, que no sean como nosotros, a quienes nuestros padres nos decían que no teníamos nada que hacer".

Finalmente, la presidenta de la DO Montsant comenta las curiosidades del territorio, como los famosos que invirtieron y el capital extranjero establecido. Sobre los famosos destaca el cantante Joan Manuel Serrat, quien en palabras de Pilar Just "no hizo mucho para la difusión de la denominación de origen", y sobre el capital extranjero afirma que no tienen tanto como en la DOQ Priorat. "Yo mencionaría tres bodegas, sólo, y ya está", concluye la presidenta.