Escuela

Ni coronas ni pasteles: las fiestas de cumpleaños en las escuelas se reinventan

Los centros optan por celebraciones más simbólicas

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Reencuentro de alumnos al inicio del curso escolar.

BarcelonaEscuela de Gracia en Barcelona. Este curso deja de celebrar los cumpleaños el último viernes de cada mes, ya que considera que para el niño tiene más sentido celebrarlo el día que hace años. Ese día el niño es el protagonista y se le da un pequeño detalle de parte de sus compañeras y compañeros. Para evitar problemas de alergias no se puede llevar comida. Hasta el pasado curso la celebración consistía en agrupar todos los aniversarios del mes el pasado viernes y los padres llevaban comida no elaborada a casa para evitar problemas de alergias o intoxicaciones.

Escuela de Girona ciudad. En la celebración de los cumpleaños no se puede llevar comida ni ningún otro detalle a clase. Lo que se hace es una celebración más simbólica, el niño elije, por ejemplo, una actividad que quiera compartir con sus compañeros durante los diez minutos antes de salir al patio o de la hora del comedor, cómo salir a jugar a pelota o cantar una canción.

Escuela del Eixample de Barcelona. El niño celebra su cumpleaños dando tantas vueltas al sol como años hace. Los más pequeños dan estas vueltas ellos en un calendario que hay en una especie de mostrador y en el caso de los mayores las hace un muñeco. Las criaturas también traen algo que quieran enseñar a sus compañeros, como una foto, una entrada o un muñeco de cuando eran pequeños.

Escuela de la comarca de Osona. El aniversario se integra y se convierte en un aprendizaje más. Se encarga la elaboración de una tarta sin azúcar en el comedor de la escuela y los niños participan, ven cómo se hace, escriben a mano la receta para que los padres sepan qué ingredientes lleva, se trabaja el tema del azúcar o hasta y todo se trabaja el cálculo para saber en cuántas partes se debe cortar la tarta para que haya para todos. También se baila y se canta.

Estos son sólo cuatro ejemplos de cómo se está reinventando la celebración de los cumpleaños de los niños en las escuelas. ¿Pero a qué se deben estos cambios? "Va muy ligado a seguir una alimentación saludable. Si haces un pastel por cada cumpleaños y tienes a 25 niños en clase al final acaban siendo 25 pasteles a lo largo del curso", explica la presidenta de la Asociación de Maestros Rosa Sensat de Cataluña, Mar Hurtado. Los otros dos grandes motivos que más se repiten en las escuelas citadas para hacer estos cambios es el aumento de las intolerancias alimentarias entre los niños y el exceso de fiestas que tienen cuando cumplen años (en muchos casos hacen una con la familia, otra con los amigos y la tercera en la escuela).

Teniendo en cuenta, precisamente, todas estas fiestas, ¿es necesario que en los centros se sigan celebrando? "Es clave para el niño tanto a nivel social como cultural. Él construye su identidad sabiendo los años que hace. Además, es interesante que los compañeros sepan que, como ellos, todo el mundo hace años", explica Sylvie Pérez, profesora de los estudios de psicología y ciencias de la educación de la UOC. La experta añade que también es necesario que la criatura se sienta importante: "Todos tenemos un ego, una autoestima sobre la que construirnos, y está muy bien trabajar en grupo pero no dejamos de ser personas individuales ya todos nos gusta ser protagonistas en algún momento".

Hurtado remarca que sobre todo debe celebrarse a lo largo de la primaria. "Es un momento único para la criatura que no puede pasar desapercibido. Les ayuda a configurar su identidad porque el nacimiento es el principio de todo. No detenerse en la identidad de cada uno de los niños que tenemos en clase es como hacerlos invisibles", añade la presidenta de la Asociación de Maestros Rosa Sensat.

¿Pero cómo debe ser esta fiesta? Según la psicóloga de la UOC debe ser "breve, un momento antes del patio o justo después de la entrada". La experta añade que las escuelas deben acotar cómo quieren que se celebre con la complicidad de los padres y hacerlo igual en todos los cursos para evitar las comparaciones. "En el centro donde he trabajado en los últimos años fue un tema polémico por el exceso de azúcar y por el tema de las alergias. Lo que hicimos es explicar a las familias por qué era importante celebrarlo, y eso les tranquilizó porque dejaron de verla como una fiesta más", concluye Hurtado.

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