Arte

El Museo Thyssen realiza "examen de conciencia" y revela las imágenes coloniales de sus fondos

Una exposición muestra el impacto de cuestiones como el tráfico de esclavos y los estigmas raciales en más de 70 obras

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'Grupo familiar ante un paisaje', de Frans Hals

MadridUn chico negro mira de hito en hito al espectador desde el cuadro Grupo familiar frente a un paisaje, rodeado por los miembros de la familia blanca a la que pertenece. En cuanto a la identidad de la familia, el historiador Hein Klemann reveló en 2019 que se trataba de Jacob Ruychaver, su esposa y sus hijos. Ruychaver fue el director del fuerte de Elmina, en Ghana, durante cinco años, considerado como uno de los puertos más importantes del tráfico de esclavos hacia América y el Caribe. Así que ese chico, del que se desconoce la identidad, fue como una suerte de regalo que Ruychaver llevó a su familia.

Grupo familiar frente a un paisaje es una de las obras maestras de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, y también una de las protagonistas de la exposición, titulada La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza, que se puede visitar hasta el 20 de octubre. Con esta muestra, el museo profundiza en la huella colonial en el arte de sus fondos desde el siglo XVII, en pleno debate sobre la descolonización de los museos de todo el mundo, y cómo también está promoviendo Manuel Borja-Villel en los museos catalanes. Asimismo, Grupo familiar frente a un paisaje es una de las obras que Sandra Gamarra ha utilizado en su denuncia del colonialismo y el racismo en el pabellón español de la Bienal de Arte de Venecia.

'Retrato de David Lyon', de Thomas Lawrence.
Estudio para la cabeza de 'Nu con drapería'.

Otro de los polémicos protagonistas de la muestra es el político David Lyon, retratado por Thomas Lawrence en otra de las obras más emblemáticas de la colección. Lyon era hijo de una familia enriquecida con la esclavitud. "Algunos consideraron que estos temas son polémicos, pero yo no lo veo", advierte el director artístico del museo, Guillermo Solana. "No conozco a nadie que al evocar la famosa batalla, o mejor dicho masacre, de Wounded Knee se ponga a un lado del séptimo de caballería, no conozco a nadie que alabe las hazañas de los ingleses en la India, ni las de los belgas en el Congo, los franceses en Argelia y los norteamericanos en Vietnam; exposición a un equipo formado por Juan Ángel López-Manzanares (conservador del museo y director del proyecto), Alba Campo Rosillo (historiadora del arte), Andrea Pacheco González (directora del espacio transfeminista y descolonial Felipa Manuela) y Yeison F - García García López (director del centro cultural Espacio Afro). "Era necesario que este examen de conciencia y esa transformación crítica del museo no se hiciera sólo desde el museo sino también con la contribución de puntos de vista externos", dice Solana.

Dos mujeres sexualizadas en 'Dos nudos femeninos en un paisaje', de Otto Mueller.
'Sin fronteras', de Sandra Vásquez de la Horra.

La exposición incluye 58 obras de las colecciones del museo, la permanente y Carmen Thyssen, y otras 17 de arte contemporáneo de la colección de la Thyssen-Bornemisza Art Contemporary TBA21, puesta en marcha por Francesca Thyssen. Están organizadas en seis ámbitos temáticos dedicados a los principales debates sobre la descolonización: la sobreexplotación de los territorios de ultramar y sus poblaciones; la construcción racial del otro; la esclavitud y la dominación violenta; la idealización del paisaje y la vida en las colonias; la sexualización de los nativos, sobre todo de las mujeres, y los testimonios de resistencia, como el cimarronaje y la lucha por los derechos civiles de los años 50 y 60.

Entre las obras hay una que pone el dedo en la llaga de la guerra entre Israel y Palestina y del colonialismo israelí: con una buena dosis de sarcasmo, el artista palestino exiliado Taysir Batniji convierte las imágenes de casas destruidas durante los años 2008 y 2009 que logró con la ayuda de un fotógrafo local en los anuncios de una inmobiliaria ficticia. En la muestra también hay dos artistas catalanes impregnadas de tópicos sobre los gitanos: Gitana embarazada, de Isidre Nonell, y Baile gitano, de Hermen Anglada Camarasa. "Se trata de mirar las colecciones desde otro punto de vista –explica Juan Ángel López-Manzanares–. Esto debería dar lugar a una reflexión sobre que es necesario contextualizar más las obras, algo que hacemos en esta exposición. Haremos algunos recorridos temáticos y todas las investigaciones nuevas que se han hecho quedaron reflejadas en las cartelas y las fichas de la página web. También tenemos previsto continuar haciendo algún tipo de exposición de pequeño formato donde las obras de la colección dialoguin con artistas del Sur Global".

'Domingo después del sermón', de Romare Bearden.
'Murió por brujería', de Pierre Mukeba.

Reinterpretar las colecciones

Para Solana, la descolonización de su museo implica sobre todo realizar una relectura crítica de la institución y "reinterpretar" la colección. “Que nadie se asuste. Esta exposición no pretende descolgar ni devolver a los almacenes ningún cuadro, sino todo lo contrario: rescata pinturas que han sido relegadas durante décadas y explica cosas que se habían silenciado”, dice Solana, quien, aunque en las últimas elecciones europeas va cerrar de forma simbólica las listas de Sumar, niega que la exposición sea un encargo del ministro de Cultura, Ernest Urtasun. “Quien sugiera que el gobierno actual ha dado instrucciones relativas a esta exposición, o es un ignorante que no sabe cómo funcionan los museos, o actúa de mala fe, lo que es más habitual. Llevo diecinueve años en este museo, y nunca he recibido una instrucción de ningún miembro del gobierno”, advirtió Solana.

Solana recuerda que la descolonización de los museos comenzó hacia los años setenta y que, en la última década, ha entrado en la lista de "tareas urgentes" del ICOM (el Consejo Internacional de Museos) y en los manuales de buenas prácticas de los grandes museos de todas partes. "La descolonización de los museos no consiste ni se identifica automáticamente, como plantean los medios españoles, en la restitución de objetos traídos de África, Asia y América. La descolonización es un proceso mucho más amplio que en algunos casos puede incluir la restitución, y en otros no. Creo que los medios españoles promueven esa identificación para provocar la alarma del público, para que la opinión pública se resista", explica Solana.

El litigio por el cuadro de Camille Pissarro expoliado por los nazis, "un caso aparte"

Antes de la inauguración de esta exposición, el Museo Thyssen-Bornemisza estuvo rodeado por la polémica por el litigio por el cuadro de Camille Pissarro Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de la lluvia . En enero, el tribunal de apelaciones de California cerró el caso y le dio la razón al Museo Thyssen-Bornemisza. Pero la jueza Consuelo Callahan dejó por escrito su discrepancia y afirmó que el museo debería haber devuelto el cuadro "voluntariamente". Para Juan Ángel López-Manzanares, se trata de un caso distinto al descolonialismo que aborda la exposición. "Este caso nada tiene que ver con las expediciones a las colonias que se hicieron entre el siglo XIX y los procesos de descolonización de finales de los años 50 y 60. El de Pissarro es un caso que tiene que ver con una obra de arte que se vendió en situaciones extrañas a un marchante cercano al gobierno nazi, pero más adelante, en 1958, la familia fue compensada económicamente por el gobierno de la República Federal de Alemania, y durante más de 50 años no hubo reclamación , porque se pensó que el asunto sobre ese cuadro estaba cerrado". Asimismo, López-Manzanares subraya que los tribunales internacionales reconocieron que "ni el barón Thyssen ni el gobierno español actuaron de mala fe y que no forma parte de un expolio".

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