Fotografía

"Si alguien no quiere creerse que en Gaza hay hambre, que se vaya a amasar barro"

El festival Visa pour l'Image expone el mejor fotoperiodismo para los peores conflictos mundiales: cambio climático, efecto Trump y conflictos armados

Asistentes a un discurso de Donald Trump, candidato a la presidencia, a un resort y casino de Reno, Nevada, en octubre del 2024.
30/08/2025
7 min

Barcelona"Durante mucho tiempo, la principal crítica que se hacía en el festival era que era demasiado oscuro, demasiado violento, demasiado pesimista. Desgraciadamente, es que íbamos avanzados a nuestro tiempo". Con esta frase el director de Visa pour l'Image, Jean-François Leroy, encabeza el programa de este año del festival. "Si miras la televisión y lees los periódicos, verás que el mundo está oscuro. Nuestro objetivo es enseñar el mundo real. Ni princesas, ni jugadores de fútbol: el mundo real", dice al ARA.

El festival de fotoperiodismo de Perpiñán lleva 37 años obligando a mirar donde toca, nos guste o no. Del 30 de agosto al 14 de septiembre se podrán ver gratuitamente, en diferentes recintos, 28 exposiciones, decenas de proyecciones, charlas y talleres con el mejor fotoperiodismo para las peores tragedias: Gaza, Ucrania y Estados Unidos de Trump, pero también el estado de excepción en El Salvador, los estragos incontrolable en las megalópolis del Sur, la represión de las mujeres en Afganistán y qué ocurre en países que nunca aparecen en las noticias, como Congo, Somalia y Cachemira.

Leroy no es alguien que tenga pelos en la lengua, y el Visa pour el Image sigue su filosofía directa y sin anestesia. ¿Cree que las fake news que se esparcen por las redes son un peligro? "Visa pour el Image es exactamente lo opuesto de eso, es el mundo real, es la verdad. Confío en la reputación de los fotógrafos, sé que no nos engañan y miran al mundo tal y como es", afirma. ¿Cree que la IA desbocada plantea un reto? "El verdadero periodismo rechazará cualquier imagen creada por IA. Cruzo los dedos para que la IA revalore el fotoperiodismo". ¿Qué piensa que haya negacionismo incluso viendo fotografías, por ejemplo del hambre en Gaza? "Si alguien no quiere creerse que hay hambre en Gaza, que se vaya a amasar barro –"fuck them", suelta–. Si no quieres ver la verdad y no quieres creer lo que ves, lo siento, eres ciego y eliges ser estúpido, y no me importa".

El festival debe tomar partido cada año con la elección de las exposiciones que programa. "El Visa no tiene razón para ser políticamente correcto. De nuevo: mostramos la realidad", repite Leroy, que lamenta las dificultades que tienen los fotoperiodistas para trabajar en condiciones: "Las revistas y los periódicos de todo el mundo tienen cada vez menos dinero. Es una lástima". Hace 40 años, la revista Paris Match repartía un millón de ejemplares semanales, y hoy son menos de la mitad. "Ser freelance es, sin duda, más difícil que nunca: es una lucha constante sin garantía alguna", dice el fotoperiodista Adam Gray.

Robert John Burck, el célebre 'Cowboy Desnudo', frente a la Torre Trump de Nueva York tras el intento de asesinato de Donald Trump.
Cerdas (algunas de color verde por un producto para evitar infecciones cutáneas) que esperan ser inseminadas artificialmente en una granja del Mato Grosso con 13.500 ejemplares; parte del proyecto 'Alimentar el planeta'.

"Los Estados Desunidos de América"

Adam Gray cubrió el asalto al Capitolio de Estados Unidos. "La división dentro de la sociedad estadounidense siempre había existido, pero afloró realmente durante el 2020. La pandemia del coronavirus, las protestas del Black Lives Matter después de el asesinato de George Floyd y las protestas de la extrema derecha contra los antifa y contra las restricciones de la covid agravaron la polarización. El 6 de enero del 2021 fue el punto álgido –explica en el ARA–. El día empezó con la tercera gran manifestación Stop the steal. Esperábamos violencia, pero nada de la escalera de lo ocurrido. Creíamos que los detendrían mucho antes. Me centré en documentar los hechos de la mejor manera posible, y trabajé sin acoso. Desgraciadamente, presencié el disparo mortal de un agente del Capitolio contra Ashli ​​Babbitt. Fue un día violento y traumático. La magnitud de los hechos y su significado no me golpeó hasta que por la noche me senté en la habitación del hotel con los colegas y miré las noticias. En ese momento no podía imaginar el regreso de Donald Trump. Ahora incluso algunos de los que acudieron a prisión por aquello se presentan a cargos públicos", explica.

Después Gray ha tenido acceso a Trump, en la residencia de Mar-a-Lago, en Florida. "Quería captar un reflejo sincero de su vida interior y personalidad. La habitación misma dice mucho sobre él: su gusto por la grandeza y la opulencia está en todas partes. Siempre proyecta confianza y sabe exactamente cómo quiere ser visto", explica Gray, por correo electrónico. Y también retrató a Zelenski en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. "Quería mostrar el peso que cargaba: la seriedad de su mirada lo dice todo. Para mí, un retrato debe revelar algo de la persona: el lado humano de alguien que se ha convertido en símbolo", dice.

En Visa pour el Image expone American madness, un retrato de lo que llama los "Estados Desunidos de América", escenas "surrealistas, turbulentas y contradictorias" captadas en los últimos años para agencias y medios como Le Figaro y De Volkskrant: desde Elon Musk con la motosierra de Milei hasta un Ronald McDonald hinchable sobrevolando manifestantes propalestinos, pasando por la migración de récord en la frontera. "Como fotógrafo británico [ahora afincado en Nueva York] me sorprenden constantemente las contradicciones y absurdidades que encuentro aquí, cosas que nunca he visto en ningún otro sitio. Estas fotografías son mi manera de contribuir a poner contexto ya entender esta sociedad", explica. La influencia del huracán Trump es enorme, basta recordar la amenaza de "deportaciones masivas" que ha hecho el reformista Nigel Farage siguiendo el ejemplo estadounidense. "EEUU es el principal proveedor de armas tanto en Israel como en Ucrania, y sigue siendo un aliado clave en la política global. Las normas democráticas en EEUU están bajo una presión creciente, lo que hace que lo que ocurra tenga consecuencias enormes mucho más allá de sus fronteras. Su influencia política y cultural hace que lo que ocurre sea imposible de".

Miembros de bandas preparándose para salir de la celda, que será cacheada por los guardias de la cárcel de Tecoluca (el Centro de Confinamiento del Terrorismo, CECOT), donde hay entre 15.000 y 20.000 pandilleros.
Una imagen de Fatma Hassona, 'El ojo de Gaza', una fotoperiodista asesinada por una bomba.

El Salvador: sin 'pandilleros' y sin libertades civiles

El Salvador vive una deriva dictatorial amparada por Donald Trump, que ha utilizado sus prisiones como temible destino de las deportaciones de inmigrantes. El fotoperiodista Juan Carlos es uno de los pocos salvadoreños que han visitado la cárcel de alta seguridad de Tecoluca, conocida como CECOT, por tener trato de prensa internacional. "Los pocos medios independientes que quedan nunca tendrán acceso", dice.

La exposición muestra cómo es la vida en el macroprisión icono de la presidencia Bukele, que ha declarado la guerra a las maras y ha eliminado la violencia del país: un 2% de la población de El Salvador está encarcelada. "Además de que no tienen ni colchones ni toalla y solo salen 45 minutos al día de la celda, me impactó el comportamiento disciplinado de los presos. Te miran de forma intimidante, con sus tatuajes, pero no hacen los símbolos de las bandas, no crean caos. He estado en otras cárceles en las que hay pandilleros, y ellos son los que ostentan el poder. Si tienen condenas de entre 40 y 1.600 años, o sea que se pudrirán o morirán, ¿qué importa si matan a alguien más? –plantea el fotógrafo en el ARA–. En CECOT, no. Los presos tienen tres comidas (huevos, frijoles, tortitas) y atención médica, pero si no se comportan bien no sólo se los retiran sino que son reprimidos con violencia", dice Juan Carlos, que se pregunta qué ocurre allá dentro cuando se marchan las cámaras. Según la prensa, en las cárceles de El Salvador hay un muerto cada tres días desde que, hace más de tres años, se dictó el estado de excepción a, hasta el 20 de marzo, a la contra. barrios más peligrosos ahora se puede andar y trabajar tranquilo. "La gente está muy contenta con esta seguridad. Ha eliminado las estructuras de poder de las bandas, el miedo y la violencia. Yo he entrado en comunidades donde antes no podía si no estaba con la policía, puedo ir a cualquier sitio sin miedo y sin pedir permiso a los líderes de las bandas. Pero también me han dicho que sigue habiendo pandilleros escondidos", explica Juan Carlos, que recuerda los pactos que ha habido entre Bukele y las bandas para conseguir votos y la pacificación.

Bukele dice que ha encarcelado a 85.000 delincuentes de las bandas. Eso mantiene su popularidad y su poder, ya de los EE.UU. "Han dado vía libre a Bukele para hacer lo que quiera. La reelección indefinida. La pérdida de los derechos civiles. Estamos indefensos frente a los abusos de los derechos humanos. El régimen arresta a la oposición. Hay 60 activistas y periodistas que han tenido que exiliarse. La Fiscalía puede tener a gente acusada en prisión preventiva y sin juicio durante cinco años, y entre ellos hay inocentes y víctimas de arrestos arbitrarios. No se puede acceder a la información, está reservada", explica.

Como fotoperiodista freelance, ¿teme miedo? "Viendo lo ocurrido con otros periodistas estoy preocupado, sí. Con este régimen puede pasar cualquier cosa. Al mismo tiempo, pienso que es importante quedarse aquí y explicar qué pasa. Queremos transparencia y que se sepa la verdad. No estamos en contra de una nueva vida de paz y tranquilidad, pero queremos saber qué se ha negociado. ¿Qué tendremos que pagar?" La última tregua acabó con un baño de sangre hace diez años. El fotoperiodismo puede abrir interrogantes y pedir respuestas.

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