"Felipe González y David Mamet son las personas que han dado el mayor giro ideológico del mundo"
Àlex Rigola dirige 'Glengarry Glen Ross' en la sala Heartbreak Hotel
BarcelonaCuarenta años después de que David Mamet escribiera Glengarry Glen Ross, su descarnada visión del capitalismo, y veintiún años después de que Àlex Rigola la dirigiera al Teatre Lliure, la obra vuelve a la cartelera de la mano del propio director convertida en una obra de cámara para seis actores al pequeño teatro Heartbreak Hotel del barrio de Badal, en Barcelona. ¿Qué ha cambiado? Que ahora ya sabemos que Mamet tenía razón. Basta con ver... el propio David Mamet. "No es que haya ganado el capitalismo, es que el propio autor de este texto anticapitalista se ha convertido justamente en un personaje muy conservador y neoliberal. David Mamet junto con Felipe González son las dos personas que han dado el mayor giro ideológico del mundo", afirma Rigola.
Glengarry Glen Ross se sitúa en una oficina inmobiliaria en la que trabajan seis agentes. Los jefes les plantean un juego para incentivar la competición: el que venda más inmuebles gana un BMW y los dos que queden en la cola se van a la calle. Empieza la batalla. Rigola mantiene su apuesta por eliminar los artificios del teatro: no hay escenografía, ni vestuario, ni personajes. Si en el Lliure había 450 espectadores, aquí caben 70. Por eso las escenas, llenas de insultos y golpes bajos, son más desgarradores de tan cerca, tan directos, también porque ha cambiado el género de algunos personajes , inicialmente todos masculinos. "Es una lección de tensiones dramáticas. Es duro ver. Todos son unos malparidos", certifica Rigola. La protagonizan Pep Ambròs, Àlex Fons, Francisco Garrido, Miranda Gas, Andrés Herrera y Sandra Monclús, y estará en cartel hasta el 17 de noviembre. La película de 1992 se subtitulaba aquí Éxito a cualquier precio, y contaba con nombres como Al Pacino, Jack Lemmon, Ed Harris, Alec Baldwin y Kevin Spacey.
Mamet muestra el capitalismo neoliberal más radical: machista, racista, clasista, deshumanizado... Es una obra que sigue siendo vigente e igualmente crítica, y de hecho Rigola la ha deslocalizado y atemporalizado. "Hoy ya no es una visión norteamericana, no hace falta irte allí para encontrártelo, porque ese capitalismo se ha expandido. Te vas a las redes y las nuevas generaciones tienen ciertas premisas según las que la individualidad está por encima de la comunidad, del grupo. Muestra esta visión de que todo el mundo puede ser millonario... pero ¿qué pasa en un grupo cuando llevas al límite la búsqueda de estas ganancias?", apunta Rigola. El director cuestiona estos lemas que hoy están tan de moda de "Tú puedes conseguirlo", "Levántate y esfuérzate y serás rico", "Depende de ti": "Todo esto sabemos que no es verdad", dice Rigola. La cultura es lo que mantiene la llama del poder de la comunidad. "El teatro debe señalar lo que no funciona", afirma Rigola.