La oposición del Barça se une para pedir la dimisión de Laporta y amenaza con un voto de censura
El serial por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor provoca movimientos entre las voces más críticas con la gestión del presidente azulgrana
BarcelonaAunque todavía no se ha resuelto, el serial por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor está provocando varios movimientos en la oposición en el Barça. Los grupos Compromisarios FCB, Dignidad Azulgrana, El Señor Ramon, Seguimiento FCB, La Resistencia del Palau, Sí en el Futuro, Suma Barça, Somos un Clam, Transparencia Azulgrana y Un Crit Valent han hecho un comunicado este domingo en el que piden a la directiva que dimita, y no descartan activar un voto de censura si es necesario.
En el comunicado explican que "en estas últimas semanas la lista de agravios ha aumentado", y citan casos como "el reconocimiento de una comisión difícil de entender para una mediación en la renovación del contrato firmado con Nike", el caso de Thomas Heurtel y "la negligencia en las inscripciones de los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor". Así, piden que los directivos dimitan, y dejan la puerta abierta a "activar "un voto de censura", si es necesario.
El manifiesto se estructura en tres puntos. En el primero se explicita por qué se pide la dimisión de Laporta y su directiva. que tengan aquellas energías primeras tan necesarias para dar vida y vigor a una entidad necesitada de cambio y de gestión profesional". Piden, pues, "que dimitan de forma inmediata". En el segundo, remarcan la negativa de la directiva de apartarse del cargo e instan a la dirección del club a "escuchar a los socios y socias". También advierten que "se pueden someter igualmente a una cuestión de confianza vinculante, que existen mecanismos estatutarios para articularla". ".
Por último, los firmantes indican: "La no reacción a nuestras propuestas/peticiones públicas anteriores hace que no desestimamos un último escenario, que es la activación de un voto de censura, única herramienta que tenemos los socios y socias, opción que implica un importante esfuerzo y desgaste tanto para sus impulsores como para el propio club". Y concluyen con una frase dirigida a la movilización de los socios, también de los menos críticos: "Ahora es el momento de demostrar el verdadero barcelonismo".
Mientras, el presidente Joan Laporta sigue guardando silencio. Fuentes oficiales del club mantienen que el presidente saldrá a dar explicaciones "cuando se resuelvan las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor". La última bala será mañana, cuando los servicios jurídicos de la entidad barcelonesa pidan la cautelarísima en el Consejo Superior de Deportes (CSD) después de las negativas tanto de la Liga como de la Federación Española de Fútbol a tramitar las nuevas licencias de los futbolistas.
Hasta entonces el máximo dirigente azulgrana y su guardia pretoriana han optado por un perfil bajo, mientras en las redes la batalla hierve entre los usuarios más afines al laportismo y las voces críticas, encabezadas por los grupos opositores en el actual gobierno del club.
Laporta ya superó una moción
La amenaza de un voto de censura no es nueva. De hecho, el anterior gobierno, el de Josep Maria Bartomeu, cayó precisamente antes de tener que afrontar una moción. Sitiado por el escándalo del Barçagate y por la escandalosa derrota 8-2 ante el Bayern de Múnic en la Liga de Campeones, el anterior presidente azulgrana dimitió a finales de octubre del 2020. Entonces, una junta gestora comandada por Carles Tusquets se encargó de la gobernanza del club hasta las elecciones de marzo de 2021, en las que se impuso Laporta, seguido de Víctor Font, líder de Sí en el Futuro, uno de los grupos opositores que ahora amenaza con impulsar un voto de censura.
El actual dirigente azulgrana ya sabe lo que es superar una moción. Fue en julio del 2008, cuando el 60% de los socios desaprobaron su gestión, pero resistió porque los estatutos establecían que se necesitan dos tercios, es decir, el 66% de los votos. Ahora, a punto de cumplir el cuarto año de su mandato, Laporta puede tener que volver a afrontar un escenario similar.
Es del todo improbable que Laporta dimita y también que opte por someterse a una cuestión de confianza. Por tanto, y, según el comunicado de los grupos opositores, esto llevaría a activar la moción de censura. Para ello, el primer paso es reunir firmas en 14 días. Los solicitantes de la moción necesitan el 15% de firmas respecto al censo, una cifra que se situaría entre las 14.000 y las 15.000 firmas. Y, a partir de aquí (y si las consiguen), los promotores del voto deben dirigirse a la junta directiva, por escrito, anunciando su propósito y solicitando las papeletas realizar la votación. Esto iniciaría todo el proceso. El voto de censura sólo quedaría aprobado si se obtienen los votos favorables de 2/3 o más de los votantes, siempre que el número de éstos sea, al menos, del 10% de los socios del club.