Una piraña en ayunas que lo explica todo: los apuntes en caliente del Barça-Valencia
No hace falta marcar ni asistir para brillar en una nueva demostración colectiva de los de Hansi Flick


BarcelonaFestival goleador del Barça contra un Valencia que huele a chamuscado. Exhibición coral de los azulgranas, que mantienen la desventaja de siete puntos en la Liga con el Madrid y recortan dos con el Atlético de Madrid. A continuación, unos apuntes en caliente.
Buen futbolista, buena persona. Podríamos hablar de Raphinha, que se ha caído en una marmita de poción mágica por parecer Ronaldinho y Rivaldo a la vez. Podríamos escribir sobre las travesuras de Lamine Yamal, un adolescente capaz de luchar por el Balón de Oro. Podríamos aplaudir la paciencia de Ferran Torres, un cuarto hombre que lucha por ser tercero algún día. Podríamos flipar con la mayoría de edad de Cubarsí o alabar las mejoras de De Jong. Después de noches como la de este domingo, todo el mundo merece el elogio. Pero hay que detenerse en todo lo que significa Casadó. Hecho en casa y horneado en el filial, el vallesano es la chispa de la presión del Barça, una piraña en ayunas que muerde en beneficio colectivo. No se trataba de replicar a Busquets, sino de evolucionar.
Formar y triunfar. Dos goles y dos asistencias, aportó Fermín, en un partido en el que iba a aprovechar la oportunidad. El joven andaluz tiene a Olmo y Gavi por delante suyo en los planes de Flick y debía demostrar que la gran irrupción de la pasada temporada –coronada por la medalla de oro en París– no fue ninguna casualidad. Con espacios (el Valencia dejó muchos), su repertorio es letal. Es mordaz, entiende bien los desmarques y, muy importante, es seguramente el centrocampista con más olfato goleador del equipo. Y sin balón presiona con el hambre que tanto gusta a los entrenadores. Vale un imperio formar talento en La Masia para explotarlo de esta forma.
Uno sorpasso con asterisco. Flick quiere tener toda la plantilla enchufada y esto se aplica también en la portería. Cuando todo el mundo esperaba a Iñaki Peña de titular, el alemán sorprendió con Szczęsny, que se estrenó en la Liga tras su irregular actuación en el campo del Benfica. El polaco abandonó su retiro en Marbella para fichar por el Barça. Es normal que necesite aclimatación. Pero quizás tenga que recibir clases de repaso extras para jugar en un equipo que defiende en medio del campo sin generar cubrimientos con las salidas. Va casi a traca por enfrentamiento a causa de esta circunstancia. Contra el Valencia se jugó una (otra) roja directa.
Condenados por el capitalismo más salvaje. El folclore valenciano es muy útil para explicar el despropósito de un histórico de Primera División. El equipo de Corberán fue un muñeco en manos del Barça más joven y vivaracho que se recuerda en mucho tiempo. Y, hundido en la clasificación desde hace semanas, lleva haciendo méritos para quemarse como una falla hacia la primavera. Solo habrá indulto posible cuando Peter Lim, que de fútbol sabe menos que una chufa, dé el paso junto a que miles de personas le reclaman desde hace años. Quizás es necesario que el equipo descienda a Segunda para que el magnate de Singapur deje de jugar con un sentimiento centenario. Qué peligro, el fútbol moderno.