Fútbol

No sólo el Bernabéu amenaza al modelo de propiedad del Real Madrid

Florentino Pérez pone a disposición de los socios blancos unos números que generan dudas

Florentino Pérez abrazando a Kylian Mbappé ayer en Madrid.

BarcelonaEl Barça es un club con graves problemas económicos desde que la crisis del coronavirus dejó al descubierto las carencias de la gestión de Josep Maria Bartomeu. La junta que ganó las elecciones de 2021 ha hecho manos y mangas para revertir la situación, pero todavía no ha recuperado la salud de la entidad pese a la activación de ingenios financieros a través de ventas de patrimonio. Ahora la esperanza para recuperar cierta estabilidad depende de regresar al Camp Nou, apostar fuerte por los ingresos comerciales y exprimir el talento de La Masia. Todo ello sin perder de vista la necesidad de fichar astros de la talla de Erling Braut Haaland, que es el gran sueño presidencial.

¿Y el Real Madrid? Es verdad que en verano pudo fichar a Kylian Mbappé, pero sus números no son para tirar cohetes. Ha tenido que utilizar fondos propios para generar fair play financiero y también necesita palancas para cuadrar unas cuentas tensadas por las obras del Santiago Bernabéu, cuyo coste se ha disparado. Seguidamente lo analizamos con los números que el club presidido por Florentino Pérez ha puesto a disposición de los socios a dos semanas para la asamblea ordinaria anual. Asimismo, lo contrastamos con la situación económica de su eterno rival.

Un estadio convertido en un problema

El Barça está en el exilio y va tarde con la reforma del Camp Nou, pero por ahora no ha tenido que pedir más dinero para realizar las obras. Eso sí, ya se ha tenido que hacer frente, en sólo un año, a más de 130 millones de euros de intereses y de gastos de apertura de la financiación del Espai Barça. Además, la reapertura del estadio deberá aplazarse unos meses, lo que representa seguir pagando el alquiler de Montjuïc y renunciar a la facturación –taquilla más restauración– de un campo que tendrá inicialmente 62.000 localidades. Parte de los ingresos, aproximadamente 20 millones, debían llegar con los pases de temporada, aunque no se alcanzará esta cifra, ya que el club no ha logrado vender los 45.000 que había puesto a la venta. Con todo, el Barça sigue teniendo problemas para recortar una deuda de 1.110 millones, a los que hay que sumar los casi 1.500 millones a devolver del Espai Barça.

Por su parte, el Madrid ya juega en el Bernabéu, pero las obras del estadio son un quebradero de cabeza para Florentino. De entrada, porque el coste se ha disparado: ha pasado de los 575 presupuestados inicialmente en 2019 a 1.761 –contando los intereses–. Y eso que la remodelación todavía no ha terminado del todo. En medio, el mandatario blanco ha vivido la revuelta vecinal, que ha obligado a frenar de forma indefinida los conciertos ya paralizar el macroproyecto de los aparcamientos. Dos noticias que suponen un impacto negativo en la previsión de ingresos. En la última temporada, el Bernabéu facturó 300 millones en concepto de explotación del estadio, según las cuentas presentadas por Florentino. Una cifra muy alejada de los 400 que prometió en la asamblea del 2021, donde los compromisarios le daban luz verde para construir el hipogeo, el famoso sistema de césped retráctil.

La trampa de los ingresos

Como buena asociación deportiva sin ánimo de lucro, el Barça tiene cuatro grandes partidas de ingresos ordinarios: estadio, competiciones, derechos audiovisuales y marketing. En el caso blaugrana, la suma de estos conceptos no ha recuperado la velocidad de crucero prepandemia. No han llegado al techo de la temporada 2018-19, cuando el club facturó 835 millones sin contar ventas de ningún tipo: ni de jugadores ni patrimonio. Este ejercicio Joan Laporta le ha cerrado proclamando que tiene un beneficio ordinario de 12 millones por esconder una realidad menos optimista debido a los impagos de la palanca de Barça Vision, responsables de unas pérdidas extraordinarias de 141 millones –lo que implica cerrar la temporada con unas pérdidas contables de 91 millones, con la salvedad de que el auditor considera que la cantidad debería ser aún superior–. A consecuencia de ello y de los efectos de jugar en Montjuïc, entre otros condicionantes, el fair play de la Liga sigue excedido y el patrimonio neto de la entidad vuelve a ser negativo (-94 millones). De ahí el club haya esprintado para renovar con Nike a cambio de una prima de renovación. Los más de 100 millones que entrarán en la caja de repente en virtud de este acuerdo serán muy bienvenidos.

Pero el Madrid no está mucho mejor. Aunque Florentino presente en la asamblea cuentas con 1.073 millones de euros de ingresos y un beneficio contable de 16 millones, los números en Chamartín también tienen algunos puntos oscuros. Si no fuera por una palanca in extremis, el resultado operativo sería 61 millones de pérdidas (-63 millones netos). En su día, el dirigente merengue ya activó una palanca, vendiendo parte del negocio del nuevo Bernabéu en Sixth Street a cambio de 360 ​​millones –un crédito en suspenso por la cancelación de los conciertos–. Esta temporada ha hecho otra por valor de 82,9 millones de euros: ha vendido parte de los palcos vip a diferentes empresas para que las comercialicen durante 30 años. Gracias a estos ingresos el Madrid ha salvado sus cuentas. A cambio, las empresas podrán recuperar la inversión realizada, puesto que tienen derecho a revender estos palcos.

¿En qué se gasta el dinero Barça y Madrid?

El Barça ha hecho un esfuerzo encomiable por contener el gasto en el último ejercicio aprobado en la asamblea. Ha reducido un 25% los salarios deportivos (de 676 millones a 505), un 15% los gastos de gestión y un meritorio 55% el apartado de otros gastos, que en el ejercicio anterior se disparó hasta los 171 millones. En cambio, todavía es incapaz de controlar el gasto en salarios no deportivos, que en una institución en la que todo pasa por el presidente ascienden a 69 millones. De cara al presupuesto 24-25, el Barça prevé alcanzar los 893 millones de ingresos gracias al regreso al Camp Nou, algo que todavía no tiene fecha, ya un incremento de 72 millones en la partida comercial, lo que ya incluye la firma del nuevo acuerdo con Nike. También espera enderezar el agujero negro de Barça Vision y seguir recortando gastos hormiga. Todo para terminar el ejercicio con cinco millones positivos de resultado neto sin la necesidad de vender jugadores franquicia.

Al igual que el Madrid ha disparado los ingresos, este ejercicio también se le han disparado los gastos. Una parte tiene una explicación deportiva, que son los 40 millones en primas que pagó Florentino a los futbolistas que ganaron la Liga y la Champions pasadas. Por su parte, el gasto de personal no deportivo creció en 12 millones, pero la cifra más sorprendente son los 362 millones de gastos de gestión, 100 más que el año anterior. De ellos, la mitad se deben a un aumento de los servicios exteriores –que el club no detalla–, y la otra mitad correspondería al dinero abonado a Sixth Street y Providence, fondos de inversión con los que el Madrid ha vendido activos relacionados con el Bernabéu.

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