La UE acuerda reducir la burocracia de la PAC y los controles a los pequeños agricultores

El bloque europeo permitirá a los estados flexibilizar de forma temporal algunos requisitos para situaciones climáticas extremas, como la sequía

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Protesta de los campesinos este martes en Bruselas

BruselasMenos burocracia y mayor flexibilidad en las administraciones estatales para afrontar situaciones climáticas extremas, como la sequía que sufre actualmente Cataluña. Ésta es la primera respuesta de la Unión Europea a las protestas de campesinos que han inundado durante meses diferentes países del Viejo Continente. Lo propuso la Comisión Europea el 15 de marzo y, este martes, los estados miembros le han dado vía de forma sorprendentemente rápida en cuanto a los ritmos de Bruselas. De hecho, se avecinan las elecciones europeas y se prevé que la lucha contra el cambio climático y las reivindicaciones de los agricultores sean uno de los temas principales de la campaña.

Una de las principales medidas que han consensuado los Veintisiete en el Comité Especial de Agricultura es la exención a pequeños agricultores –los que trabajan menos de diez hectáreas de tierra– de algunos controles y condicionantes que hasta ahora se les requerían para beneficiarse de las subvenciones de la política agraria común (PAC). Esta iniciativa afectará al 65% de los agricultores propietarios de la tierra de la Unión Europea pero que sólo suponen el 10% de todas las tierras cultivadas del bloque comunitario.

Así pues, los socios europeos defienden que se reducirá de forma sustancial el papeleo, que cuesta más afrontar por parte de los campesinos con menos recursos, y, en cambio, se mantendrá el compromiso con la lucha contra el cambio climático porque en la práctica afectará poca extensión. "La revisión busca el equilibrio entre la flexibilidad de los requisitos y la reducción de los trámites administrativos con la elevada ambición ambiental de la PAC", ha señalado David Clarinval, el ministro de Agricultura de Bélgica, quien es el país que ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE.

Por otra parte, se flexibilizarán los condicionantes relativos al barbecho. Continuará siendo obligatorio, pero los Estados miembros podrán decidir si dan la tierra por descansada si, por ejemplo, se van cambiando los tipos de cultivos que se plantan y, de esta forma, se alternan los nutrientes que se extraen de la tierra. También se permitirá que las administraciones estatales y regionales sean menos exigentes temporalmente en este sentido por motivos excepcionales, como puede ser una sequía o un fuerte temporal.

Además, los campesinos ya no estarán obligados a mantener los paisajes rurales y, a partir de ahora, sólo se les animará a preservarlos de forma voluntaria. Eso sí, los Estados miembros tendrán que informar de forma anual a la Comisión Europea sobre qué medidas han tomado.

Otra tractorada en Bruselas

Esta revisión de la PAC, que los socios europeos han acordado por vía de urgencia, está aún por consensuar con el Parlamento Europeo. Ahora bien, aunque la Eurocámara suele ser más estricta con los condicionantes medioambientales que los estados miembros y la Comisión Europea, es la institución europea que en la práctica tiene menos peso en la mesa de la negociación. Y, por tanto, se prevé que a grandes rasgos la modificación de la normativa europea acabe siendo la que han anunciado este martes los Veintisiete.

Los ministros de agricultura de la Unión Europea en Bruselas han hecho público el acuerdo mientras campesinos de diferentes nacionalidades volvían a romper la calma del barrio de las instituciones europeas de la capital belga con una nueva tractorada multitudinaria. De hecho, la presión de las manifestaciones del campesinado durante estos últimos meses ha surtido efecto, y la gran mayoría de partidos y de gobiernos estatales coinciden ahora de forma casi unánime en la voluntad de modificar la PAC, cuando quedan menos de cien días por en los comicios europeos.

Sin embargo, algunas voces ecologistas han criticado la modificación que se prevé que entre en vigor a partir de finales de esta primavera. La organización Greenpeace, por ejemplo, ha emitido un comunicado en el que lamenta que "desmantele" las medidas verdes que tantos años se ha tardado en acordar en la UE, y que se salga adelante la reforma a toda prisa y sin un "debate democrático" de fondo que tenga identificadas las carencias de la PAC actual.

En cambio, la mayoría de estados miembros aún no le basta y la presidencia del Consejo de turno de la UE, que ahora está en manos de Bélgica, ha pedido flexibilizar aún más algunos de los requisitos medioambientales de la normativa europea , como los que afectan a los humedales. Además, la Comisión Europea ha abierto la puerta a llevar adelante una nueva propuesta legislativa para evitar que, al menos, los agricultores no tengan que vender sus productos por debajo del coste de producción.

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