Bruselas prevé que los precios continúen escalando un 3,6% en España este año

Pese a esto, la Comisión Europea se mantiene firme y cree que el IPC bajará drásticamente en 2023

El comisario económico, Paolo Gentiloni, ayer.
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BruselasLa escalada de precios no se moderará este año, sino todo lo contrario. La Comisión Europea calcula que el índice de precios al consumo (IPC) subirá hasta el 3,6% en España este año, todavía más del aumento del 3,0% con el que cerró el 2021, según las previsiones presentadas este jueves por el ejecutivo comunitario. El aumento va en la línea de la media de los países de la zona euro, y está empujado principalmente por los precios de la energía, a pesar de que ya se está notando también en productos esenciales como la alimentación, que se encarece porque los costes de producción también van al alza.

Bruselas admite "preocupación" y que el aumento de precios se está alargando más de lo que preveía inicialmente, pero al mismo tiempo continúa convencida de que se trata de un fenómeno transitorio, vinculado a causas temporales, y que remitirá con fuerza en 2023. De hecho, los técnicos económicos de la Comisión prevén que el IPC caiga drásticamente el año que viene y que llegue a tasas del 1,1% en España y del 1,7% en el conjunto de la zona euro. Esto quiere decir que el ejecutivo europeo prevé que el año que viene la inflación vuelva a bajar incluso por debajo del objetivo del 2% anual que se marca el Banco Central Europeo (BCE), que siempre ha defendido que la escalada actual es transitoria: la institución monetaria se muestra todavía bastante reticente a subir los tipos para hacerle frente, a pesar de que su presidenta, Christine Lagarde, abrió la puerta a hacerlo este año la semana pasada.

La ómicron retarda el crecimiento

Todo esto se da en un contexto de crecimiento económico más lento del previsto. El impacto de la variante ómicron ha frenado el ritmo de expansión económica desde finales del año pasado y también a principios de este, a pesar de que Bruselas también muestra confianza de que las bases de la recuperación son ya lo bastante sólidas para que se vaya recuperando el ritmo a finales de año. De allí que el departamento que encabeza el comisario Paolo Gentiloni haya recortado solo tres décimas el crecimiento previsto para el PIB de la eurozona este 2022. Si el noviembre pasado visualizaba una expansión del 4,3%, ahora prevé que sea del 4%. En el caso de España, el PIB crecería por encima del conjunto de los países que tienen el euro, un 5,6%. De cara al 2023, Bruselas pronostica una moderación del crecimiento económico de la eurozona de hasta el 2,7%, mientras que en el Estado el ritmo será del 4,4%.

Ahora bien, España continúa a la cola de Europa si nos fijamos en la recuperación del PIB previo a la pandemia. Si bien el conjunto de Europa lo recuperó en el tercer trimestre del 2021, España no lo hará hasta finales del 2022 o principios del 2023 a pesar de ser una de las economías europeas con un aumento del PIB más pronunciado en los próximos años. El Estado fue uno de los más impactados por la pandemia, por su dependencia de los servicios y del turismo y por eso tiene más trabajo a la hora de recuperar el PIB perdido. Las previsiones de la Comisión contrastan además con las del gobierno español, que todavía calcula que el PIB del Estado avanzará un 7% en 2022, muy por encima del 5,6% que calcula Bruselas.

"La pandemia continúa condicionando el crecimiento, con muchos países de la UE bajo presión por una combinación de una tensión creciente sobre los sistemas sanitarios y la escasez de personal debido a enfermedades, cuarentenas preventivas o tareas asistenciales. También se prevé que los cuellos de botella logísticos y de suministro, incluida la escasez de semiconductores y algunas materias primeras metálicas, sigan afectando a la producción, al menos durante la primera mitad del año", dice el informe de Bruselas, que al mismo tiempo mantiene que hay buenos indicadores que tener en cuenta: "Un mercado de trabajo en mejora continua, un alto ahorro de las familias, unas condiciones de financiación todavía favorables y el despliegue total del mecanismo de recuperación y resiliencia (RRF) mantendrán una fase expansiva prolongada y robusta".

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