Cuentas públicas

El IEB cuestiona el modelo de financiación español: "Falta cultura federal"

Expertas del organismo cifran en 16.000 millones el dinero de más que el Estado debería repartir entre las comunidades

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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

BarcelonaEl actual modelo de financiación de las comunidades no mantiene uno de los principios básicos: la equidad vertical. Es decir, no hace posible que cada nivel de administración reciba el dinero que realmente necesita. Así, el conjunto de las comunidades autónomas deberían recibir unos 16.000 millones de euros más de los que reciben actualmente, según Maite Vilalta, autora junto a Núria Bosch del libro Modelos de financiación. Una inmersión rápida. Son cifras calculadas hace cuatro años y, por tanto, deberían actualizarse. Ambas autoras son profesoras de economía de la Universidad de Barcelona y están al frente del Observatorio de Federalismo Fiscal que ha impulsado el Instituto de Economía de Barcelona (IEB).

“Existe un consenso académico de que la cantidad de recursos de que disponen las comunidades autónomas es insuficiente. El equilibrio que podía haber en su momento se rompió a favor del gobierno central”, apunta Vilalta. El Observatorio parte de la tesis de que el modelo de financiación actual es de inspiración federal, pero con muchas deficiencias. De hecho, en el libro Maite Vilalta y Núria Bosch analizan también otros sistemas de carácter federal, como los de Estados Unidos, Suiza, Alemania y Australia.

Una conclusión que saca la catedrática Núria Bosch es que en España "falta cultura federal", probablemente porque, a diferencia de otros países, se trata de un estado que se descentraliza, en lugar de un estado nacido desde bajo que se ha constituido con la suma de las partes. Según las profesoras de la UB, el sistema español es un débil modelo de financiación federal. Sin embargo, consideran que se podrían dar pasos para mejorar la financiación, como elevar la participación de las comunidades al 65% del IRPF, aumentar la capacidad normativa o mejorar el sistema de nivelación para mantener el principio de ordinalidad.

Modelo para Cataluña

Pero hay otros escenarios, indican estas expertas, cómo sería un federalismo fiscal más potente, en el que podría incluirse incluso ceder a las comunidades, como se hace en algunos de los países estudiados, el 50% del impuesto de sociedades – con factores correctores, como tener en cuenta no sólo el domicilio social, sino también aspectos como las ventas y el número de empleados en cada comunidad.

Las autoras también analizan la posibilidad de un modelo específico para Cataluña, sin salir del régimen común, al estilo de lo que ocurre en Canadá con Quebec, o un modelo de inspiración foral, que se aproxima más a la propuesta de financiación singular que ha realizado el Govern. Núria Bosch indica que este modelo tiene "un gran handicap", que sería que el Estado debería renunciar a recaudar tributos en una comunidad que aporta aproximadamente el 20% del PIB. Además, dice Bosch, en España "la diferenciación [que comportaría un modelo específico] se interpreta como un privilegio".

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