La bolsa se hace esperar: las empresas, a la espera
Las compañías que querían estrenarse en los parqués, como Cirsa o Volotea, esperan mejores "ventanas de oportunidad"


BarcelonaLas amenazas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, están provocando terremotos en las bolsas en las últimas semanas. Las advertencias del líder de la primera potencia mundial y la guerra comercial global que empieza a desatar no hacen más que generar incertidumbre.
El 2025 era un año en el que se esperaban importantes salidas a bolsa. Sin embargo, las dudas, que suelen generar sobrerreacciones en los mercados, han hecho que los estrenos bursátiles previstos, como los de la multinacional del ocio y el juego Cirsa o la aerolínea Volotea, hayan pulsado el botón de pausa y puesto la Semana Santa, a mediados de abril, como posible punto de inflexión. "Se espera que la calma vuelva a los mercados", afirma una voz del sector.
Hay quien ve en este argumento una excusa, especialmente si son empresas que no están afectadas por los recargos aduaneros previstos por Washington. En todo caso, operaciones como las esperadas están a la expectativa de lo que llaman "una ventana de oportunidad", es decir, un período de mayor calma.
Para los gestores de estas compañías también son importantes los precedentes vividos en los parqués. Dejando a un lado el frenazo del fabricante de masas congeladas Europastry, que decidió parar su estreno el día anterior y lleva ya cuatro intentos frustrados, el año pasado se produjeron tres desembarcos destacados en las bolsas, tras dos años de sequía de ofertas públicas de venta (OPV).
El caso más destacado a nivel global fue el de la multinacional familiar catalana de la perfumería, la cosmética y la moda Puig. Y el ejercicio acabó con el estreno bursátil de Inmocemento y Cox. Ninguna de las tres puede sacar una lección muy positiva. Especialmente Puig, que salió a un precio de 24,50 euros por acción y que este viernes cayó por debajo de los 17 euros por el temor a la retracción del mercado del lujo. Por su parte, la escisión de FCC, que se estrenó en 3,53 euros, flirtea con la pérdida del nivel de los 3 euros; y la firma de generación y transmisión de energía verde Cox, de los 9,50 de su primer día, se mueve a nivel de los 8 euros.
Vistas estas experiencias, algunas de las candidatas a estrenarse este año en el parqué se lo han repensado y esperan momentos menos convulsos, aunque hay expertos que consideran que la situación de las bolsas europeas no justifica la inquietud. Una de las que ha optado por estrenarse pese a las incertidumbres ha sido Hotelbeds (HBX), la compañía de reventa de reservas hoteleras en aerolíneas, agencias de viajes y turoperadores, que ha aprovechado la tendencia positiva que vive el turismo en España, que se ha convertido en uno de los principales motores del crecimiento de la economía. La empresa inició su periplo bursátil a 11,50 euros y todavía no los ha recuperado. Esta compañía, cuyos principales accionistas son las firmas de capital privado Cinven, EQT y el fondo canadiense CPP Investments, es un referente que tienen en el punto de mira a las compañías que quieren salir este año al mercado a financiarse.
Pero no todo el mundo ve igual los potenciales riesgos. Las bolsas que estaban caras son las de EE.UU., no las europeas. Y por eso han sufrido correcciones importantes. Otro elemento que destaca Jaume Puig, director general de GVC Gaesco Gestió, es el de la volatilidad. Esta variable es históricamente del 20%, situándose en el 22%, muy cerca de la media. "Si la intención es salir a bolsa con múltiples normales, no hay problema", añade. Otra cosa es si la aspiración es conseguir el precio más elevado posible. Y pone como ejemplo a Puig, que según él optó por salir a un precio demasiado elevado, por lo que cotiza desde hace meses muy alejado de este nivel.
Jordi Fabregat, profesor de economía y director delexecutive master en finanzas de Esade, afirma que algunas compañías que quieren recurrir a bolsa "se encuentran con que deben salir demasiado baratos y prefieren esperar unos días o un año si es necesario". Este especialista coincide en que los mercados sobrevalorados eran los de EEUU, "con múltiples mucho más altos de lo que deberían ser". Lo cierto es que, en la actualidad, las pérdidas en los estrenos en bolsa se producen incluso el primer día, rompiendo la tendencia que apuntaba a un período mucho más largo de bonanza, según varios estudios. Era habitual que la jornada de estreno se registraran subidas del 10% al 20%. Y eso ya no ocurre.
Jaume Puig, por su parte, considera que detrás de las afirmaciones de algunas de las empresas se esconde una excusa, especialmente en cuanto a las que están controladas por private equities (entidades que compran paquetes mayoritarios de compañías que no cotizan en bolsa con la intención de, pasado un tiempo, colocar todo o parte del capital en los parqués), que buscan "exprimir al máximo el limón". "Tanto el Eurostoxx como el Ibex 35 suben por encima del 10% en lo que va de año; si la empresa no está amenazada directamente por los aranceles, no tiene sentido utilizarlos como excusa", afirma. Y tampoco ve justificación en la posibilidad de una recesión, con la que la administración de Trump ha jugado pero, que en todo caso, supondría un efecto indirecto, que está por ver que llegue a producirse.
Desde Bolsas y Mercados (BME), la sociedad integrada en el grupo suizo Six, que gestiona las bolsas españolas, entienden que la oportunidad de recurrir a los parqués para financiarse es atractiva. "El mercado español muestra un atractivo adicional para las empresas en un entorno en el que la regulación parece empezar a remar en favor de las salidas a bolsa. El reciente anuncio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que señala que agilizará la aprobación de folletos antes de la distribución de acciones en una oferta pública de venta", supone una gran oportunidad destacan en su último informe. Y añaden que BME "está trabajando intensamente con el regulador en esta y otras medidas" que, a su entender, permitirán "incrementar el ritmo de incorporación de empresas al ecosistema bursátil en los próximos años".
Lo cierto es que desde la pandemia a esta parte se viven tiempos de sequía. El año pasado esta situación se superó con tres grandes colocaciones en los parqués y 21 en las bolsas de pymes (BME Growth y el BME Scaleup). Se esperaba que en 2025 significara una aceleración del proceso. Sin embargo, en este punto del ejercicio, se mantiene la sequía, especialmente en el mercado continuo, que requiere ser sociedad anónima con un capital mínimo de 1.202.025 euros.
En el BME Growth, donde las acciones de las que sean titulares accionistas con porcentajes inferiores al 5% del capital social deben representar un valor estimado superior a dos millones de euros y tener al menos 20 accionistas, independientes de los de referencia, con una participación inferior al 5% del capital social, que se estrenó en octubre pasado EV Motor antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona.
Y en el BME Scaleup, un índice más accesible destinado a empresas que cuentan con un modelo de negocio probado, en fase de crecimiento acelerado durante al menos tres años, una facturación mínima de un millón de euros y una inversión de al menos esta cantidad, el año pasado se sumaron ocho compañías, desde Al2 o Al2. Y desde el inicio de este ejercicio se le han sumado seis: Simply Solar es la última que ha comunicado su intención de entrar.
Una de las empresas que tiene previsto generar mayor actividad en la bolsa principal es el grupo de juego y ocio Cirsa, controlado por Blackstone, de EEUU, desde el 2018, que la compró a la familia Lao, que mantuvo el negocio en Argentina. Los ingresos de explotación del grupo el pasado año fueron de 2.150 millones de euros, y el beneficio operativo, de 699 millones. Esta empresa mantiene su intención de cotizar en bolsa, pero espera el momento oportuno.
Este movimiento "es una opción muy factible", pero todavía no hay una decisión definitiva tomada, según fuentes de la empresa. Tanto Blackstone, el propietario del grupo, como el equipo gestor están mirando las valoraciones que se realizan y están en contacto con bancos de inversión y potenciales inversores, pero aún no deben decidirse. En cualquier caso, no se trataría de que Blackstone se desprendiera de toda su participación, porque tiene "vocación de permanencia", según los propios portavoces.
Por su parte, la aerolínea Volotea afirma que prevé salir a bolsa "desde hace tiempo" y está, "en términos de mercado, IPO ready". Pero esperan que "mejoren las condiciones del mercado y disminuya la incertidumbre". El pasado ejercicio, la compañía acordó un aumento de capital de hasta 100 millones de euros en dos fases, con la participación de sus accionistas actuales y su equipo directivo. Además, se sumaron a este acuerdo la aerolínea griega Aegean Airlines, con el objetivo de alcanzar el 21% del capital, y los inversores estadounidenses PAR Capital y HillCity, muy conocidos en el sector de la aviación.
Tendam, propietaria de Cortefiel, Women's Secret, Springfield, Pedro del Hierro o Hoss Intropia, entre otros, ha desistido de salir a bolsa después de que el inversor de Abu Dabi Multiply Group comprara el 67,9% el pasado 25 de febrero. CVC y PAI se mantienen en el capital, pero ahora como accionistas minoritarios.
Otra candidata a estrenarse en bolsa es Restaurant Brands Iberia, que opera las franquicias en España de Burger King, Popeyes o Tim Hortons. De todas formas, el fondo Cinven, que tiene el 57% del capital, y Gregorio Jiménez, fundador y presidente del grupo, que tiene otro 17% de las acciones, han afirmado que están a la espera por decidir.
En el actual contexto, Jaume Puig destaca la china Chery, aliada en el proyecto de reconversión de la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Esta compañía, que es la segunda productora de vehículos de China y la primera exportadora, tiene previsto salir a las bolsas con una parte de su capital por un valor de unos 1.700 millones de euros, y en caso de hacerlo será una de las mayores colocaciones de ámbito global.