Financias públicas

España e Italia, los países más favorecidos por el BCE durante la pandemia

La institución financió más del 80% de la deuda emitida por el Estado

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La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

BarcelonaEspaña fue el segundo país más favorecido por los estímulos del Banco Central Europeo durante la pandemia, solo superado por Italia. La institución presidida por Christine Lagarde compró masivamente deuda de los estados de la zona euro a través de dos programas, lo que representó un apoyo financiero adicional para los gobiernos europeos y tuvo, además, un efecto estabilizador sobre los mercados de bonos.

Más en concreto, entre marzo de 2020 y julio de este año, la adquisición de deuda pública representó una inyección de 2,18 billones de euros a los mercados de crédito por parte del BCE. De esta cantidad, 1,98 billones se destinó a comprar títulos de deuda emitidos por los estados, mientras que el resto se destinó a deuda supranacional, por ejemplo emitido por la Comisión Europea.

Con la pandemia, el BCE introdujo el Programa de Adquisiciones de Emergencia por la Pandemia (PEPP, por las siglas en inglés), además del Programa de Adquisiciones del Sector Público (PSPP), que había estado activo entre 2015 y 2018, y que la institución había retomado en noviembre de 2019, pocos meses antes de la llegada del covid.

2,18 B€

Es la cifra destinada por el BCE en sus dos programas de compra de deuda pública entre marzo de 2019, cuando estalla la pandemia, y en julio de este año.

En principio, las compras del PSPP se tienen que llevar a cabo en proporción al peso de cada país al capital del BCE. Es decir, el banco tiene que comprar más bonos de los países grandes que de los pequeños. Sin embargo, esta norma se suspendió en el caso del PEPP, que no tenía restricciones y que también incluía a Grecia, país vetado hasta el mes pasado en el PSPP porque todavía tenía la economía bajo vigilancia por los diferentes rescates recibidos durante la crisis.

Ganan Italia y España, pero también Alemania

Esto hace que, si se combinan las compras de los dos programas, se vea claramente que el Gobierno más favorecido por las adquisiciones masivas de deuda durante la pandemia ha sido el de Italia, con el de España en segunda posición. Como se observa en el gráfico adjunto, el BCE compró, entre marzo de hace dos años y julio de este año, buenos italianos por un valor de más de 339.000 millones de euros, 29.500 millones más de los que le corresponderían según su peso dentro de la institución.

Asimismo, España también sale muy favorecida. Las compras de títulos españoles superan los 238.000 millones de euros, casi 14.000 millones más que los que le tocarían. Si se tiene en cuenta que la deuda de todas las administraciones españolas pasó de 1,19 billones de euros en febrero de 2019 a 1,48 billones en junio de 2022, esto representa que el BCE financió aproximadamente un 83% de la nueva deuda emitida por España.

251.961 M€

Es el total de deuda pública español comprado por el BCE durante la pandemia.

En el otro lado, los Países Bajos son el país más perjudicado, con unas compras más de 15.600 millones de euros por debajo del nivel que les tocaría por peso al capital del organismo. De manera similar, Francia, con unos niveles de compras 14.200 millones inferiores a su nivel teórico, también salió perjudicada, igual que Eslovaquia y los tres estados bálticos.

Curiosamente, entre el PEPP y el PSPP, Alemania ha acabado recibiendo 3.700 millones más de los que le tocarían según su participación en el capital del banco central, a pesar de que tradicionalmente ha sido el país más contrario a la adquisición de bonos, que consideran que favorece a los gobiernos del sur, más endeudados, a expensas de los estados como Alemania, que tienen unas finanzas públicas más saneadas.

De hecho, varios políticos y empresarios germánicos han llevado al Tribunal Constitucional del país los diversos programas que ha ido aprobando el BCE, puesto que consideran que violan la Constitución alemana, que limita la financiación de las administraciones con emisiones de dinero y compras de deuda por parte del banco central.

Políticas usuales entre los bancos centrales

La compra de deuda es una política habitual de todos los bancos centrales y sirve para estimular la economía en momentos de crisis, puesto que introduce grandes cantidades de dinero a la economía. Además, el hecho de que el BCE cree dinero y lo dedique a comprar bonos gubernamentales desincentiva los ataques de fondos especuladores sobre los mercados de deuda y envían una señal de apoyo y estabilidad de las finanzas públicas, por lo cual los gobiernos acaban pagando intereses más bajos para endeudarse. Un rol que los economistas denominan prestamista de última instancia.

En el caso europeo, estas compras son especialmente importantes, puesto que los estados se endeudan con una moneda que no les es propia al 100%, sino que la comparten 19 países. Durante la crisis de los años 2008-2014, los estados de la periferia del continente pagaban costes mucho más altos que los del centro para endeudarse y acabaron rescatados, entre ellos España. No fue hasta que el anterior presidente del BCE, Mario Draghi, puso en marcha los primeros programas de adquisición de deuda soberana cuando se acabó la crisis.

Con el estallido de la pandemia, Lagarde aseguró en una rueda de prensa que el trabajo del BCE no consistía en aligerar el coste de la deuda de los estados. "No estamos aquí para reducir las primas de riesgo", dijo la presidenta en marzo de 2020, unas palabras que causaron un estruendo momentáneo en los mercados y que tuvo que rectificar minutos más tarde y al cabo de pocos días presentó el PEPP. La prima de riesgo es la diferencia entre los intereses que paga un bono de un país (por ejemplo, España) y los intereses de los bonos alemanes, considerados la referencia en Europa.

Impacto negativo al acabar los programas

En total, el BCE marcó un límite de compras con el PEPP de 1,85 billones de euros, de los cuales finalmente ha gastado 1,66 billones desde su creación en marzo de 2020 hasta el marzo pasado, cuando lo extinguió. En cuanto al PSPP, que se acabó en julio, desde marzo el organismo monetario había dedicado 518.000 millones de euros más, que suman los 2,18 billones totales destinados a la adquisición de deuda pública.

El final de las compras de deuda ha tenido un impacto inmediato sobre los mercados de deuda, al cual se añade que el BCE también ha incrementado los tipos de interés básicos para frenar la inflación. Todos los países de la Eurozona han pasado de pagar intereses muy bajos o, incluso, negativos, para endeudarse en cifras más altas, a pesar de que todavía se mantienen lejos de los niveles de hace una década. Para frenar las subidas, el BCE anunció un nuevo programa (el Instrumento de Protección de Transmisión, o TPI) que se activará en caso de que un país sufra una escalada demasiado fuerte en los intereses de sus bonos.

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