Hungría y Polonia bloquean los fondos europeos antipandemia
Bloquean la aprobación del plan de recuperación porque penaliza a los incumplidores del estado de derecho
BruselasA pesar de meses de negociaciones entre líderes, diplomáticos y la Eurocámara, los fondos europeos antipandemia vuelven a un callejón sin salida. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, bloquea la aprobación en el Consejo Europeo de los mecanismos necesarios para activar el plan de recuperación económica que los Veintisiete (incluido él mismo) cerraron a duras penas en julio. El veto no coge a nadie desprevenido. Orbán hace tiempo que presiona porque se opone a que los fondos europeos (tanto del presupuesto como antipandemia) se vinculen a la obligación de respetar los principios fundamentales del estado de derecho, como la separación de poderes y la libertad de prensa. Y, como este mecanismo se pactó hace una semana entre la Eurocámara y negociadores del Consejo, Orbán bloquea el resto de elementos del plan de recuperación. Además, cuenta con el apoyo de Polonia.
Como anticipaban fuentes diplomáticas este mismo lunes, se abre así una "nueva crisis" en la negociación de una inyección de dinero considerado urgente porque la segunda oleada de la pandemia ya ha vuelto a poner en stand-by a las economías europeas por las medidas de confinamiento. Pero en la reunión de embajadores de los gobiernos de este lunes, el representante húngaro ha materializado el veto. "Esto no es cosa nuestra, sino de los países que arrastran una deuda pública superior al 100% de su PIB anual. Ellos son los que necesitan una inyección de fondo. Esto es lo que se tiene que gestionar. Política, ideología y estado de derecho son categorías diferentes y es absolutamente incomprensible que gente seria en Bruselas cambie estas prioridades", decía Orbán en una entrevista a una radio húngara el pasado viernes.
Por su parte, el ministro de Justicia polaco, Zbigniew Ziobro, también ha reiterado el rechazo de Varsovia al mecanismo que penaliza la distribución de fondos europeos a los países que no respetan el estado de derecho: "Estoy convencido de que todos pensamos lo mismo y de que el veto se aplicará en este caso", ha dicho este lunes en rueda de prensa.
La primera pregunta por resolver es: ¿por qué todavía no se ha activado el fondo de 750.000 millones de euros si se acordó en julio? Pues porque el hecho de que los líderes lo acordaran en una larga cumbre de casi cinco días no implicaba que estuviera aprobado. Los jefes de estado y de gobierno dibujaron la arquitectura de un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros que implicaba que la Comisión Europea se endeudara y que se tengan que distribuir a través de los mecanismos del presupuesto europeo para el periodo 2021-2027. Pero después de esta primera propuesta, hacía falta que la Eurocámara renegociara entre todas las partes. Además, para activar la emisión de deuda de la Comisión es necesaria la ratificación unánime de todos los gobiernos estatales.
Además, por petición de varios gobiernos y también de la Eurocámara, desde la deriva autoritaria de países como Hungría y Polonia hace años que se debatía la necesidad de crear un mecanismo que condicionara el dinero comunitario al cumplimiento de los principios básicos de la UE y del estado de derecho. En julio este mecanismo se dejó bastante abierto para que Hungría y Polonia lo aceptaran y no irse de vacaciones de verano sin el potente mensaje político que significaba el acuerdo, pero representó chutar la pelota hacia adelante porque el problema ha acabado bloqueando la llegada del dinero en plena segunda oleada.
Todas estas son las piezas de la estructura de los fondos europeos que se han ido negociando en la Eurocámara separadamente y que, después de meses, la semana pasada se habían conseguido desencallar. La última amenaza que quedaba era la de Hungría y Polonia y este lunes se ha materializado. Aún así, las mismas fuentes diplomáticas mencionadas anteriormente anticipan que "ya hay conversaciones entre bastidores" para resolver la "crisis" causada por ahora por Orbán.