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Muere Val Kilmer, el actor que fue Batman, Jim Morrison y el Iceman de 'Top gun'

En 2015 le diagnosticaron un cáncer de garganta, pero la causa del traspaso ha sido una neumonía

Vale Kilmer
02/04/2025
4 min
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BarcelonaVal Kilmer, el actor que fue Iceman en Top gun o Batman en Batman forever, ha fallecido este martes por la noche en Los Ángeles a causa de una neumonía. El intérprete, de 65 años, sufría cáncer de garganta desde el 2015, una enfermedad que había logrado superar después de un largo tratamiento. El New York Times ha informado de la noticia citando a la hija del actor, Mercedes Kilmer.

Durante los años 80 y 90, Kilmer se convirtió en uno de los actores jóvenes con mayor proyección de Hollywood, que participó en grandes producciones como Willow (1986), Top gun (1985), Batman forever (1995) o El santo (1997), películas de vocación muy popular que compaginó con otras más autorales como el biopic sobre Jim Morrison dirigido por Oliver Stone, The Doors (1991); el thriller Doble asesinato (1989), o el western Tombstone (1993).

Su físico magnético, casi de estrella del rock, le convirtió uno de los actores más populares de su generación: no solo un actor, sino una estrella de Hollywood de pleno derecho casi desde su primera aparición en el cine. Kilmer se estrenó con la extraordinaria comedia ¡Top secreto! (1984), la parodia del cine de espacios de unos ZAZ (Zucker, Abrahams y Zucker) en plenitud en la que el actor hacía una exhibición de carisma y comicidad en el papel del joven cantante de rock'n'roll Nick Rivers.

Del teatro en Hollywood

Nacido en Los Ángeles en 1959, Kilmer estudió en la escuela de arte dramático de Juilliard y estuvo a punto de formar parte del brat pack de jóvenes actores de Hollywood, pero rechazó un papel en el filme Rebeldes de Francis Ford Coppola. Muchos años después se reencontraría con Coppola en uno de los papeles más extraños de su carrera, el escritor protagonista de la excéntrica Twitch (2011), una película en la que el director canalizaba el trauma por la pérdida de su hijo Gian-Carlo y Kilmer la de su hermano Wesley, fallecido a los 15 años.

En sus inicios, Kilmer apuntaba a actor teatral serio, e incluso publicaba poesía (dedicada a su novia de la época, Michelle Pfeiffer), pero el éxito de ¡Top secreto! disparó su carrera, al igual que un año después le pasó a Tom Cruise con Top gun, donde Kilmer hacía un papel secundario. Sin embargo, ha acabado siendo uno de sus roles más icónicos, sobre todo a raíz de reanudarlo en la secuela de 2022 Top gun: Maverick, ya sin voz por culpa del cáncer de garganta. Esta interpretación, impregnada de toda la experiencia de una carrera de altibajos, fue su último papel.

Personajes como el del pícaro aventurero de la fantasía épica Willow o el maestro de los disfraces de la adaptación al cine de la serie de televisión El santo le iban como un guante a Kilmer. También el de Doc Holliday en el magnífico western Tombstone, una de sus interpretaciones más celebradas y de las favoritas del propio Kilmer, que tituló su autobiografía con la frase emblemática de su personaje: I'm your Huckleberry.

El murciélago y la estrella de rock

Pero los dos papeles que terminaron definiendo esta etapa de Kilmer, y seguramente su carrera, son los de The Doors y Batman forever, dos películas que, sin embargo, se quedaron a medio camino de sus ambiciones. Kilmer se preparó el papel de Jim Morrison durante más de un año; era, al fin y al cabo, uno de esos personajes que podían cambiarle la vida, todo carisma y fuego, fragilidad y autodestrucción; pero pese a la exitosa interpretación vocal de Kilmer del repertorio de los Doors, la autoindulgencia del director Oliver Stone condenó la película a la irrelevancia.

El caso de Batman forever no fue muy distinto: Kilmer parecía a priori un actor más adecuado para interpretar a un superhéroe que Michael Keaton, al que sustituía tras ambos Batman de Tim Burton. Pero la llegada de Joel Schumacher a la franquicia, con su inyección de colorismo pop y excentricidad, desplazó el foco hacia la galería de enemigos de Batman (el Enigma de Jim Carrey, el Dos Caros de Tommy Lee Jones o el Poison Ivy de Uma Thurman), y dejó al foco por Uma Thurman). Tanto es así que Kilmer renunció a participar en la cuarta entrega, Batman y Robin.

Aunque continuó haciendo buenos papeles –el mismo año de Batman forever participó en Heat, el thriller criminal de Michael Mann con De Niro y Pacino–, la carrera de Kilmer como estrella de Hollywood acabó con la quiebra de La isla del doctor Moreau (1996) y de Red planeta (2000), dos rodajes en los que, además, se ganó una merecida fama de intérprete difícil. A partir de entonces, el actor se concentró en producciones independientes como Wonderland (2003), en la que interpretaba al actor porno John Holmes, o el debut como director del guionista Shane Black, la estupenda comedia noir Kiss Kiss Bang Bang, donde Kilmer era un detective privado gay con frases memorables.

Una voz que se apaga

A partir de la primera década del siglo XXI comienzan a proliferar en la filmografía de Kilmer las producciones directas a vídeo, cintas de género de presupuesto ajustado en las que él parece el único reclamo. El actor parecía cada vez más lejos de Hollywood cuando, de rebote, en el 2015 le diagnosticaron un cáncer de garganta. Los efectos de la enfermedad ya se hicieron evidentes en The snowman (2017), el thriller de Tomas Alfredson en el que tuvieron que reescribir su papel y doblar al actor en muchas escenas. Tras dos operaciones, Kilmer tuvo que utilizar un altavoz conectado a la tráquea para poder hablar, pero sigue actuando en películas en las que, simplemente, era doblado por otros actores. Pero no a Top gun: Maverick, donde la voz de Kilmer se recreó con el uso de inteligencia artificial.

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