España también busca hacerse un hueco en la India
Pedro Sánchez inaugura una planta de Airbus en el país asiático, mientras busca desatascar un contrato para Navantia
MadridAunque algunas voces apuntan a que el boom económico de la India es un "mito", debido al aumento de las desigualdades, en palabras del economista indio Ashoka Mody, en Occidente no pasa por alto que el país se ha convertido en la quinta potencia económica mundial y que la agenda del primer ministro indio, Narendra Modi, no sólo tiene el crecimiento económico entre sus prioridades, sino que aspira a ser un aliado comercial alternativo en China. Es en ese contexto que tiene lugar el primer viaje oficial del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a la India. De hecho, se trata del tercer intento de un presidente del gobierno español de abrirse camino a Nueva Delhi –José Luis Rodríguez Zapatero viajó en 2006 y Felipe González en 1993– y, al mismo tiempo, fortalecer y diversificar la presencia de 'España en toda la región asiática.
El viaje de Pedro Sánchez ha estado marcado por la inauguración este lunes de una planta de Airbus en la localidad de Baroda (Gujarat). La fábrica se dedicará al montaje final de 40 aviones militares de transporte C-295, de las Fuerzas Armadas de la India. Se trata de un proyecto conjunto con la empresa india Tata que se firmó en septiembre de 2021 por un valor de 2.100 millones de euros. "No sólo se inaugura una instalación industrial de vanguardia, sino que se trata de un proyecto extraordinario entre dos empresas emblemáticas", expresó Sánchez durante el acto de inauguración.
Aparte del primer ministro de la India y de otras autoridades del país asiático, al presidente español le ha acompañado el ministro de Industria, Jordi Hereu, y el titular de Transportes, Óscar Puente, así como representantes de ambas compañías. Durante la visita, ambos gobiernos también han firmado un memorando de entendimiento por el desarrollo de las infraestructuras y, en particular, del tren en el país asiático. Hace años que el Estado aprovecha el despliegue interno de la alta velocidad para venderse en el exterior y capitalizar contratos.
Duelo por los submarinos
Pero los intereses de España en la India van más allá. De cara a evitar un desenlace como el que se vivió con la fábrica de baterías de Tata Motors –se trataba de una inversión de Nueva Delhi que España perdió y acabó chasqueando en Reino Unido–, el presidente español ha aprovechado el viaje para defender la oferta de Navantia para la construcción de seis submarinos por valor de 4.800 millones de euros, y que también servirían a la armada india.
La empresa pública española dedicada a la construcción naval militar y civil, sin embargo, tiene un competidor: la alemana TKMS. De hecho, el canciller alemán Olaf Scholz fue también la semana pasada en la India en el marco de un viaje oficial. Así, Sánchez ha aprovechado el encuentro con Modi para abordar la puja. Fuentes gubernamentales explican que el presidente español ha manifestado "el incondicional apoyo" a Navantia y ha defendido "la calidad y las especificaciones de la propuesta de Navantia" para la construcción de los submarinos. Ahora, quien debe resolver la pugna es Modi.