Organización

Estos son los secretos para hacer una buena maleta

Os ofrecemos una serie de consejos indispensables antes de iros de vacaciones para que no os dejéis nada ni la carguéis en exceso

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Una mujer haciendo una maleta

BarcelonaMucha gente estos días se enfrenta a uno de los momentos más temidos e incómodas antes de irse de vacaciones: hacer la maleta. Es una frase limitada al verbo hacer, pero implica muchas más acciones que hay que tener en cuenta. Planificar, escoger, decidir, pensar, organizar. Hacer una maleta para irse unos días o semanas puede convertirse en un dolor de cabeza si no lo gestionamos con tiempo, paciencia y previsión. Por si pensáis que os espera un infierno más que un trámite, os damos algunos consejos indispensables para hacer la maleta con la ayuda de Eva Ruiz, organizadora profesional y creadora de La Ordenada.

1. Haz una buena previsión a partir de dónde vas y cuántos días te vas

Es básico saber hacer una maleta en consonancia con el destino de nuestras vacaciones y basándonos en el tiempo que prevemos que hará. Hoy en día es muy fácil acceder a aplicaciones con previsiones meteorológicas de todo el mundo. Consultándolas tendremos una primera idea de la temperatura que nos encontraremos en el lugar escogido, a pesar de que normalmente somos bastante conscientes de si estamos a yendo a un lugar relativamente cálido o, por el contrario, se espera frío. Una vez tenemos claro lo que nos podemos encontrar, es momento de saber qué nos llevamos: "Dependiendo del viaje, es posible que necesitamos algunos cambios de ropa al día. Como mínimo tenemos que llevar un conjunto o vestido para pasar el día, para visitar la ciudad o hacer excursiones, y otro para cenar al atardecer después de ducharnos. Y no nos descuidemos de la ropa interior: por poco que hagamos, tenemos que llevar un recambio completo por día", detalla Eva Ruiz.

Las condiciones que esperamos también nos servirán para hacernos a la idea del tipo de calzado y complementos que tienen que entrar en la maleta. "Si queremos llevar una gorra, un sombrero, alguna mochila para las salidas o una bolsa para llevar lo necesario para salir a cenar", enumera la responsable de La Ordenada. Una información útil para ahorrarnos tenerla que cargar demasiado es saber si donde vamos hay servicio de lavandería.

Dos personas paseando con maletas por Barcelona

2. Haz una lista completa para no dejarte nada ni incluir demasiadas cosas

Nos ha pasado a todos: tenemos tendencia a sobrecargar las maletas con demasiado ropa que después no nos pondremos y que habremos cargado durante todas las vacaciones. Nos da miedo dejarnos algo en casa y acabamos haciendo todo lo contrario, llenando demasiado la maleta. La clave para que no nos pase es escribir una lista, hecha con tiempo y teniendo en cuenta los días, el destino y las necesidades del viaje. A partir de aquí actuar en consecuencia: "Es necesario poner cordura y llevar máximo un par de no por si acaso que no ocupen demasiado espacio", aconseja Ruiz. Según el especialista, la clave es hacer la maleta con previsión, puesto que nos ayudará a "recordar lo que es necesario y no dejarnos nada importante".

Además, tenemos que tener en cuenta que en casi todas partes, por lejos que sea, seguramente tendremos alguna tienda a mano por si tenemos que comprar algo que nos hayamos dejado o tenemos alguna urgencia debido a, por ejemplo, un cambio repentino de tiempo. Eso sí, cuando se trata de medicamentos o algo importante para la salud, hay que vigilar especialmente no dejárnoslo en casa: "Será lo primero que apuntaremos en la lista y muy marcado", explica La Ordenada. Una vez acabada la lista, empieza el proceso de elegir la ropa que nos querremos llevar.

3. Organiza la maleta por conjuntos

Una escena que se repite siempre que nos vamos de vacaciones es la de la maleta abierta encima de la cama o una mesa y todas las cosas que nos queremos llevar alrededor. Ya hemos planificado todo lo que necesitamos para pasar las vacaciones, hemos decidido las piezas seleccionadas y llega el momento en el que todo tiene que entrar en la maleta. El consejo de la especialista es: "Agrupad la ropa por conjuntos, en función de cómo hayáis planificado el día a día. Así será más fácil deshacer la maleta cuando lleguemos, puesto que en nuestro alojamiento la podemos organizar del mismo modo". Eva Ruiz recomienda usar bolsas de tela con cremallera para las piezas pequeñas, como la ropa interior o bañadores. Así, una vez hemos llegado, solo tendremos que colocar la bolsa dentro de un cajón e ir cogiendo lo que necesitamos sin deshacerlo cada vez.

Mientras hacemos la maleta, la clave es que doblemos cada pieza haciendo un rectángulo largo y después la atornillamos sobre ella misma. "Vamos haciendo rollos con cada pieza y los iremos colocando uno junto al otro", detalla la especialista. A medida que lo vamos construyendo, tenemos que pensar en su arquitectura, puesto que en la parte superior nos tendrán que caber las bolsas con la ropa interior, las piezas pequeñas y el neceser.

Hay que tener en cuenta cómo colocamos las piezas para que entren bien y sin arrugarse

4. Ten una buena maleta (con ampliación)

Es importante el modelo de maleta, especialmente en cuanto a la medida, sobre todo dependiendo de los días que nos vamos fuera. Eva Ruiz recomienda modelos de maleta de los que pueden ampliarse: "Tienen unas cremalleras alrededor que permiten hacerla más grande o más pequeña. Cuando preparas la maleta lo haces con la medida reducida, que ya es bastante grande, de este modo sabes que, aunque compres algo o no pongas la ropa tan bien puesta a la vuelta, solo ampliando la capacidad cabrá todo". Idealmente, tiene que ser un modelo que una vez vacía pese lo menos posible. Además, otra cosa relevante: que tenga ruedas de buena calidad. Como características complementarias, es recomendable que sean resistentes y que dispongan de buenas cremalleras y candado de seguridad.

5. A la vuelta no hay que separar la ropa limpia de la sucia

El especialista en organización dice que, a la hora de volver a casa, no hay que separar la ropa limpia de la sucia. La apuesta es lavar toda la ropa que no te hayas puesto cuando vuelvas. Así, una vez esté seco, ya irá todo directamente al armario bien limpio y pulcro. "Aunque esté sucia, también se habrá arrugado, así que lavándola y extendiéndola bien una vez estemos en casa nos evitaremos tener que plancharla", aconseja Ruiz. Pero, si, en cambio, no piensas lavar la ropa que no te has puesto estas vacaciones, es mejor que pongamos la sucia en una bolsa separada. Si escogemos esta opción, colocaremos a un lado la ropa limpia, en medio meteremos regalos o recuerdos y la bolsa con la ropa sucia en el lado que quede libre.

6. No te angusties si te parece que, al volver, la maleta ya no cierra

No está pasando nada extraño si aquella misma maleta que hacía 15 días era perfecta y cerraba ahora parece que no cierre a pesar de llevar exactamente lo mismo. Todo ello se debe a las ganas con las que hacemos la maleta a la ida y a la vuelta. "Cuando preparamos la maleta para irnos lo hacemos con muchas ganas y con mucho cuidado, aprovechando bien todos los espacios y rincones que nos quedan libres. A la hora de volver ya no somos tan aseados", dice Ruiz. A esto hay que añadir la bolsa de la ropa sucia, donde tendemos a poner las cosas tal como caen. Al final, no hay manera de que la maleta cierre. Por este motivo, la experta vuelve a recomendar maletas ampliables o meter una mochila bien plegada para poder llevarla de bolsa de mano a la vuelta y poner lo que no nos quepa en la maleta grande.

7. Si vuelas con 'low cost', coge tiras de jabón

En el mundo de los vuelos y las compañías low cost se suele intentar como sea no facturar el equipaje. Cuando es un viaje relativamente corto, se puede llevar una maleta de mano pequeñita y que depende de las medidas de cada compañía. Eva Ruiz ya lo advierte: "Maleta pequeña y viaje de muchos días es un quebradero de cabeza". Según el especialista en organización habría que ir con lo mínimo, pero entonces añadiríamos unas tiras de jabón para lavar la ropa que se deshacen en el agua: "No pesan nada, no ocupan espacio y son muy prácticas. De este modo podemos lavar una camiseta en un momento dado en el hotel o en el apartamento donde estemos". Un consejo más: si tenemos que llevar chaqueta, nos la atamos a la cintura para subir al avión para que no nos ocupe espacio en la maleta.

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