Escándalo en Miss USA: dimiten dos ganadoras alegando problemas de salud mental y abusos de la organización
La polémica ha llevado a la fama a las madres de las concursantes porque ellas no pueden defenderse por el contrato de confidencialidad
BarcelonaLas dinámicas tóxicas y destructoras que tradicionalmente sufrían en silencio las participantes de los concursos de belleza han salido de la oscuridad definitivamente esta semana gracias al escándalo global que se ha organizado en EE.UU., un país que precisamente ha tenido un papel muy destacado en esta tipo de certámenes porque, entre otros motivos, es el país originario de Miss Universo. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido la versión universal del concurso de belleza la que ha sido polémica sino que han sido sus dos hermanas pequeñas Miss USA y Miss Teen USA. Las dos ediciones nacionales estadounidenses de estos dos escaparates de la belleza canónica han visto cómo en sólo una semana han plegado sus dos últimas reinas, que es como se conoce en la jerga Miss las ganadoras. Primero Noelia Voigt y al cabo de unas horas Uma Sofía Srivastava han decidido devolver la corona y buscarse la vida fuera de estos concursos que –¡oh, sorpresa!– hasta el 2015 fueron propiedad al 100% de Donald Trump.
Afortunadamente para las jóvenes que sueñan con ser Miss-algún-lugar, las dos ya exreinas de la belleza normativa estadounidense no se han ido en silencio. La primera en dar el paso fue Voigt, que ocho meses después de ser elegida dijo adiós con un comunicado en el que pone de manifiesto que continuar ligada a Miss USA habría comprometido su "bienestar físico y mental". Tras afirmar que "la salud es nuestra riqueza", Voigt –de 24 años– explicaba que pese a la lástima que sentía por tener que irse, su "esperanza" es "continuar inspirando a los demás a mantenerse firmes" ya "dar prioridad siempre a la salud mental". Sobre los motivos de su salida también ha añadido que dentro de la organización de Miss USA "existe un ambiente laboral tóxico que, en el mejor de los casos, es una mala gestión y, en el peor, intimidación y acoso". Voigt también pedía a sus fans que no tuvieran "nunca miedo a lo que ofrece el futuro, incluso si se prevé incierto", lo que permite vislumbrar que quizá la empresa le complique bastante su futuro inminente.
Tras su mediática renuncia, la noticia dio un inesperado giro de guión cuando la reina de la versión teen –como si fuera necesaria una versión aún más juvenil que el concurso estándar...– siguió los pasos de Voigt marchando y no en silencio. Uma Sofía Srivastava, de 17 años, ha salido del negocio después de seis meses en el cargo alegando que sus "valores personales ya no se alinean plenamente con la dirección de la organización". "No me imaginaba que mi reinado llegaría al final de ese modo", ha lamentado la reina al abdicar. "Al fin y al cabo, soy muy afortunada por haber tenido el privilegio de vivir esta experiencia, pero eso es solo un capítulo, sé que la historia de mi vida será realmente increíble", ha dicho antes de señalar que ahora sólo piensa al ir a la universidad y que no dejará de lado a las ONG con las que ha trabajado como monarca teen. Por si plegar a la brava no fuera suficiente, Srivastava cerraba su despedida con una frase de Nietzsche que sonaba terrible viniendo de alguien que ha visto el mundo de las miss por dentro: "No hay bellas superficies sin una terrible profundidad".
Mensaje encriptado
Y por si todo esto aún no hubiera generado suficientes comentarios, algunos internautas también han señalado que la unión de la primera letra de las primeras once frases del texto de despedida de Voigt en Instagram crea la frase "Y am silenced"-Estoy silenciada, en catalán-, lo que todavía ha dado más alas a la difícil situación que han debido pasar estas dos mujeres dentro de los dos festivales. Evidentemente, no han sido pocos los que han identificado que estas dos salidas tan cercanas con el tiempo podrían haber sido acordadas previamente, algo que no se puede descartar y que se entiende perfectamente, porque si debes defenderte de una empresa poderosa como la que gestiona el certamen de las miss, al menos es mejor tener una aliada y los medios atentos a tu situación.
Lo que nadie daba por sentado es la entrada en escena de sus madres, que han concedido una entrevista al seguidísimo. Good morning America para hablar de las miserias que han pasado sus hijas desde que las eligieron miss. El motivo es que las protagonistas de esta historia no pueden hablar porque están vinculadas a la organización por contratos de confidencialidad. "El trabajo de sus sueños se convirtió en una pesadilla", ha explicado Barbara Srivastava, quien ha añadido: "No podíamos continuar con esta farsa. Las chicas decidieron dimitir y renunciar al sueño de su vida: una corona, un título nacional". A su lado se sentaba Jackeline Voigt, que no quiso aclarar si el "Y am silencedde su hija había sido intencionado o casual.
Durante la aparición de las madres coraje, que se puede considerar una jugada maestra a nivel legal por parte de las dos reinas para combatir los contratos de confidencialidad bestiales que los hacen firmar para optar a la corona, Srivastava va explicar que a lo largo de los meses que ambas jóvenes han pasado como soberanas de la belleza se las ha "maltratado, abusado, intimidado y acorralado". Para ejemplificar el trato que recibía por parte de la organización, Voigt explicó cómo Miss USA omitió su deber de protección un día en que su hija había ido a participar en un desfile en la ciudad de Sarasota, en Florida, y se quedó sola en un coche en el que subió un señor que le preguntó "¿Te gustan los viejos con dinero?". La madre, que estaba con ella ese día, dice que tuvo que atenderla porque estaba "muy nerviosa" y "muy incómoda" tras esa situación de acoso.
¿Futur incierto?
Lo más triste ha sido que la persona que lidera la empresa y que habría causado el tormento de estas dos jóvenes es una mujer. Laylah Rose, CEO de Miss USA, es la protagonista indiscutible de la carta de renuncia de Noelia Voigt, que la CNN obtuvo en exclusiva y publicó. Voigt habría hecho constar que "[Rose está] construyendo activamente una cultura del miedo y del control que es la antítesis del empoderamiento femenino y que es insegura para las futuras titulares y empleadas". Sobre los hechos del coche, Rose le habría dicho cínicamente que la empresa "no puede evitar que la gente te diga cosas en las apariciones públicas". Tras la renuncia de Voigt, la que era virreina de la belleza de EEUU ha ocupado su sitio. El trono teen, en cambio, sigue vacío, porque la virreina adolescente no ha aceptado el ascenso por sororidad.
La que por ahora sigue en su sitio es la CEO. Veremos si llega a la siguiente edición. Y veremos si algo cambia de verdad, en caso de que lo echen antes de la próxima edición. Dicho todo esto, en este tipo de submundos patriarcales donde parece que nada tenga que ocurrir nunca porque concentran todo el poder ancestral y todo el privilegio, un pequeño movimiento con nombre propio puede acabar provocando una reacción en cadena que lo hunda todo. Si no, recordemos cómo y cuándo acabaron los desfiles de Victoria's Secret... Cruzamos los dedos.