Cabaret Pop

El viaje de boda carísimo (y pasado por agua) de Martínez-Almeida

Mientras el alcalde de Madrid y su esposa visitaban algunos de los destinos más caros del mundo, descubríamos un nuevo amor entre Borbones y el rostro de Suri Cruise con 18 años

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Teresa Urquijo y José Luis Martínez Almeida en la salida de la ceremonia.

BarcelonaMientras nosotros todavía nos estamos recuperando de la trágica alfombra roja de la boda de José Luis Martínez-Almeida, él y su flamante esposa se han embarcado en un maravilloso viaje de boda. La pareja que ha protagonizado "la boda del año" –cita textual de la prensa rosa madrileña– lleva ya días lejos de su queridísima España. El destino elegido por el alcalde madrileño y por la tataranieta de Carlos de Borbón-Dos Sicilias ha sido nada menos que las islas Maldivas, el destino más tópico del mundo para los recién casados ​​y también para la gente famosa o la que cree que es famosa y se comporta como tal. La particular forma de ser famosos de esta pareja, que son un poco los calimeros de la fama cañí, nos ha regalado una primera instantánea del viaje a las redes sociales que no se parece demasiado a lo que uno podría imaginar.

La fotografía queda lejos de la imagen que todo el mundo tendría en la cabeza cuando proyecta una pareja recién casada en un paraíso terrenal como este grupo de atolones índicos, que presumiblemente sería de dos personas en bañador abrazadas sobre la arena blanca. Pero el peor bailarín de chotis de España y su esposa aparecen en esta imagen con un impermeable y debajo de un paraguas mientras les cae un chaparrón encima. Dicen en castellano que novia lluviosa, novia dichosapero no sé si este buen augurio se extiende hasta la luna de miel... Lo más triste del caso, sin embargo, no es eso. Es que la imagen la ha colgado ella en sus redes para felicitar a su marido, que ha cumplido 49 años durante el viajero. Tampoco parece que la fortuna haya ido a verle en esta efeméride, pobrecito.

Almeida y Urquijo durante su luna de miel.

Como ambos son ricos y seguro los ilustres invitados del PP en su boda les debían dejar un buen pliegue de sobrecitos llenos de billetes como regalo –no me malinterpreten, por favor. .–, dice la prensa que han podido prolongar su viaje de boda mucho más allá de las Maldivas. Tal y como se ha publicado, han proseguido su periplo internacional por Bhutan, una monarquía –¡cómo a ellos les gusta!– en medio de la cordillera del Himalaya en la que han podido visitar de forma muy exclusiva los tesoros intactos de épocas pretéritas que guarda ese país. Seguro que con los impermeables de las Maldivas allí han pasado desapercibidos mientras seguían con su fiesta turística VIP.

Bhután, más caro incluso que Maldivas, tiene una tasa turística dedicada a la conservación del país –tanto ecológica como culturalmente– que cuesta 200 dólares diarios a cada turista que hay en el país. Mientras celebramos la suerte que tienen de poder realizar viajes como éste, rogamos para que este lujoso viaje se lo hayan pagado ellos y no haya sido un regalo de ningún nombre problemático de la derecha española. El novio de Ayuso, por ejemplo. O el rey emérito, tío de la novia... Por cierto, se ve que en Maldivas han coincidido con una ex de Froilán. Era una de esas que tanto adoraba la fama. Quizás para compensar que no pudo ir al casero más mediático del 2024 acabara propiciando el encuentro en pleno Índico. Ve que el día del paraguas, la pareja –que llegaban justo a hoy a Madrid– no estuvieran huyendo de ella a toda prisa...

Más (auto)amor

La rama borbónica olvidada que representa Teresa Urquijo está viviendo un inesperado resurgimiento social que va mucho más allá de su conversión en primera dama madrileña con un malogrado vestido de novia de Pedro Rodríguez que ella troceó para reconstruirlo en versión rancia. Esta semana, la revista del saludo ha dado en exclusiva una información que señala de nuevo directamente esta rama endogámica de Borbones surgida de la abuela materna de Teresita, una señora con un DNI como un pergamino que se llama nada menos que Teresa de Borbón-Dos Sicilias y de Borbón-Parma. Pues bien, según la mencionada información, el autoamor borbónico que parecía ya finito porque algunas generaciones habían ido a buscar pareja fuera incluso de la aristocracia, ha cogido nuevo empuje de la mano de Irene Urdangarin y del joven Juan Urquijo, primo lejano de la hija de la infanta Cristina y hermano de la esposa de Almeida.

El antes y el después del traje de Teresa Urquijo

La revista dice que como primos lejanos que son se conocían de hace años, pero que fue nada menos que Victoria Federica quien los reunió de nuevo. Al principio fue sólo amistad lo que sentían el uno por el otro, pero desde el otoño la amistad se ha convertido en amor. Actualmente, la relación que mantienen habría sorprendido a ambas familias –que son dos pero al mismo tiempo una...– por lo seria. Realmente, sí será seria porque la pareja está manteniendo la relación a distancia, ya que Urdangarin, de 18 años, está viviendo en Camboya, donde se marchó a hacer un voluntariado porque suspendió las pruebas de acceso a la prestigiosa escuela de hostelería de Lausana.

Irene Urdangarin y Juan Urquijo, primos lejanos y novios

Urquijo, que tiene 7 años más que ella, es ingeniero agrónomo y actualmente vive en Madrid, donde seguro que acabará residiendo para siempre para explotar las tierras que su familia tiene. Esta relación, que se mantuvo en secreto, resignifica ahora algunas de las imágenes de la boda. Por ejemplo, las de la gran proximidad entre las abuelas de los dos novios que se pudo ver en algún vídeo que se filtró de la fiesta o el cordialísimo saludo de Almeida a la infanta Cristina a las puertas de la iglesia. Sinceramente, esta relación debe suponer un bálsamo para la familia de la chica, que ya saben lo que acaba pasando cuando vas a buscar plebeyos para casarte... También relativiza el hecho de que haya suspendido las pruebas de acceso a la escuela suiza. Si tu compañero es un buen heredero, ya puede montarte él un restaurante. ¡O un hotel!

Suri Cruise, de pequeña

Adiós a la 'it-baby'

Por cierto, que la que también acaba de cumplir 18 años es Suri Cruise, la hija menor de Tom Cruise, que el actor tuvo con Katie Holmes. Resulta curioso el viaje vital de tan joven niña. La pequeña Cruise se convirtió desde los primeros meses de su vida en un objeto muy codiciado por los paparazis de Estados Unidos. Tanto fue así que ella fue uno de los primeros niños en llevar la etiqueta deIt Baby. Con pocos años de vida ya saludaba a los reporteros gráficos, ponía instintivamente para las cámaras y convertía en un éxito de ventas cada prenda de vestir que le ponían. El vuelo que cogió esa fama prematura suya llevó a su madre a dar el visto bueno para que la niña firmara una colección de moda propia con sólo siete años. Después de esa época, Suri Cruise llega a la mayoría de edad todavía vinculada a la moda porque es lo que quiere estudiar, pero haciendo una vida completamente anónima. La única cruz a estas alturas en la vida de Suri es la falta de relación con su padre, con quien no mantiene el contacto porque Katie Holmes decidió que la niña no sería criada bajo los principios de la cienciología. Aunque, bien pensado, quizás esta triste distancia no ha sido ninguna mala decisión, ya que le ha salvado de una vida subyugada que nada hubiera tenido que ver con la que ha vivido hasta ahora. ¡Y con la que le queda por vivir!

Suri Cruise esta semana con una amiga por Nueva York
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