Monarquía británica

Los Windsor celebran la primera Navidad sin Isabel II

La familia real británica vuelve a la residencia de Sandringham tras dos años sin poderse reunir

ARA
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La princesa Charlotte, Kate, la princesa de Gales, Camilla, la reina consorte, el príncipe Jordi, el rey Carles III y Guillem, príncipe de Gales llegan para asistir al servicio de la iglesia de la mañana del día de Navidad a St Mary Iglesia de la Magdalena a Sandringham, Norfolk.

BarcelonaLa familia real británica se ha reunido este domingo en Sandringham para celebrar la primera Navidad sin Isabel II. Alrededor de las once de la mañana, Carlos III y Camila encabezaron el tradicional paseo de la familia real hasta la iglesia de Santa María Magdalena, situada a pocos metros de su residencia de Sandringham, donde desde hace décadas los Windsor se reúnen para celebrar juntos el día de Navidad. La familia real británica asistió a la misa de Navidad acompañados de los vecinos de la localidad, un encuentro que desde hacía dos años no habían podido llevar a cabo por culpa de la pandemia del coronavirus. 

El príncipe Guillermo, Kate Middleton y sus tres hijos acompañaron a los reyes. También asistieron la familia de la princesa Ana, los condes de Wessex y sus dos hijos y las princesas Eugenia y Beatriz de York junto con sus maridos. Otra de las presencias destacadas fue la del príncipe Andrés, que desde 2017 no participaba en el tradicional paseo. El príncipe se había apartado por su implicación en el caso Epstein. La ausencia más destacada del encuentro fue la del príncipe Enrique y Meghan Markle, que no celebran la Navidad con la familia británica desde 2018. 

Una imagen de unidad

En la primera misa de Navidad como rey de Inglaterra, Carlos III y su familia han querido dar una imagen de unidad. Especialmente en un momento en el que todavía se habla del documental Harry y Meghan de Netflix, en el que los duques de Sussex revelan interioridades de la familia real británica. Todos los miembros de la realeza se mostraron especialmente sonrientes ante las cámaras. Con la elegancia que los caracteriza, destacó el abrigo-vestido de la princesa de Gales, con un majestuoso sombrero de color verde oscuro. 

Como marca la tradición, después del servicio religioso la familia se reunió en la residencia de Sandringham para compartir una comida con el pavo como ingrediente principal. Para acabar la velada, vieron juntos el discurso en el que Carlos III se dirige a los ciudadanos del Reino Unido para desearlos felices fiestas y un buen año nuevo.

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