Afganistán

"La paliza duró tres o cuatro minutos, pero después de cuatro años el cuerpo todavía me duele"

Mujeres afganas atestiguan en Madrid sobre la brutalidad y el apartheid de género del régimen de los talibanes

12/10/2025
4 min

BarcelonaLas palabras con las que Shaharzad Akbar, directora de la organización de defensa de los derechos humanos Rawadari, inauguró la sesión ya dejaban claro que esa sería una jornada emotiva. "Todos los afganos que estamos en esta sala desearíamos que este tribunal pudiera celebrarse en Kabul", dijo antes de hacer una pausa, respirar profundamente y hacer un esfuerzo por no empezar a llorar. Luego siguió con voz temblorosa hasta que logró recuperar un tono sostenido.

Esta semana se ha celebrado en Madrid un tribunal popular sobre las mujeres en Afganistán, en el que durante dos días y medio han atestiguado a mujeres víctimas de la brutalidad, la discriminación y el apartheid de género de los talibanes, pero también han intervenido activistas y juristas internacionales que han aportado pruebas ante un panel de expertos sobre los crímenes cometidos por este régimen fundamentalista.

Se trata de una iniciativa simbólica organizada por el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), un tribunal de opinión internacional que desde su fundación en 1979 en Bolonia (Italia) ha llevado a cabo más de cincuenta sesiones por todo el mundo sobre causas con un denominador común: existían evidencias claras sobre la violación de los derechos humanos, pero la reacción de la comunidad internacional era nula. Y eso mismo es lo que se ha pretendido estos días en Madrid: "Detener el crimen del silencio" sobre Afganistán, en palabras de Shaharzad Akbar, representante de una de las organizaciones afganas impulsoras de la iniciativa. "Queremos que se deje de normalizar la tiranía de los talibanes y honrar el coraje de las mujeres de Afganistán".

Coraje

Coraje no faltó. Las mujeres afganas que atestiguaron describieron con pelos y señales su sufrimiento, algunas sin poder reprimir las lágrimas. Como una joven con una mascarilla en la cara para esconder su identidad, que relató su reclusión en una cárcel de los talibanes por manifestarse pacíficamente en la calle a favor de los derechos de las mujeres afganas. "No lo puedo olvidar. Esa noche una persona entró en mi celda con la cara tapada y empezó a pegarme y dar puñetazos sin que yo ni siquiera pudiera ponerme las manos en la cara para protegerme", dijo entre sollozos y con las manos temblorosas. "Me pegó tanto que me rompió tres costillas. La paliza duró tres o cuatro minutos, pero cuatro años después el cuerpo todavía me duele", siguió explicando.

Otra chica declaró que ella era una simple matrona que trabajaba en un hospital y que los talibanes también la detuvieron por manifestarse contra la obligación de que las mujeres en Afganistán tengan que salir a la calle con un mahram, es decir, acompañadas de un hombre de la familia. "En mi casa somos siete hermanas y mi único hermano vive fuera de Afganistán. Mi padre no puede acompañarnos a todas cada vez que salimos a la calle, ni ir conmigo cuando voy a trabajar –se quejó–. Iba vestida completamente de negro y con hiyab, pero los taxistas se negaban a llevarme al hospital porque ana mahram", explicó. Estuvo veintisiete días en prisión, y los talibanes le aseguraron que la lapidarían para que eso sirviera de lección para el resto de mujeres. "Cuando entraban en mi celda, me decían que no los mirara en la cara, que me pusiera de espaldas. Cada vez que lo hacía, temía que me dispararan", añadió la joven.

Otra mujer explicó que, cuando los talibanes llegaron al poder en agosto del 2021, estaba cursando medicina pero no se pudo licenciar porque prohibieron a las mujeres estudiar en la universidad. talibanes también prohibieron la formación de nuevas comadronas.

Los miembros del tribunal escuchando a una de las testigos esta semana en Madrid.

De hecho, éste es uno de los graves problemas en Afganistán: la falta urgente de personal médico femenino. Durante las décadas de guerra, muchas de las profesionales más preparadas se exiliaron. Actualmente los talibanes no permiten que un médico varón atienda a una mujer, y las pocas doctoras en activo que quedan no pueden ejercer a menudo porque no disponen de un mahram que las acompañe al trabajo.

"Fui a un dentista y me dijo que lo sentía mucho pero que no podía atenderme porque soy mujer. En Kandahar no tenemos dentistas mujeres", dijo desesperada otra de las testigos, en referencia a una de las provincias del sur de Afganistán. En el país tampoco existen cirujanas mujeres. Todos son varones.

Algunas testigos dieron la cara. Otros se cubrieron por miedo a ser identificadas. También hubo quien envió su relato por escrito desde Afganistán, o grabó un audio. Sea como fuere, ninguno de los testigos dejó indiferente y son el resultado de un año de trabajo de cuatro organizaciones afganas que han impulsado la iniciativa: Rawadari, Afganistán Human Rights and Democracy Organization (AHRDO), Organization for Policy Research and Development Studies (DROPS) y Human Rights Defender Plus (HRD+).

También ha colaborado el Observatorio de Derechos Humanos del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. De hecho, el tribunal popular se celebró en su sede. Los organizadores explicaron que escogieron a Madrid para las sesiones por la implicación de España en la evacuación de cientos de mujeres afganas en agosto del 2021, cuando los talibanes llegaron al poder, y también por su compromiso actual con Gaza.

Veredicto

El Tribunal Permanente de los Pueblos está inspirado en el Tribunal Russell, también conocido con el nombre de Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra, establecido en 1966 para investigar primero la intervención de Estados Unidos en Vietnam, y después las violaciones de los derechos humanos en las dictaduras de América Latina. Está formado por una red de expertos y personalidades reconocidas a nivel internacional, que son convocados periódicamente para integrar al jurado de cada sesión. No tiene poder judicial ni emite sentencias vinculantes, pero sí tiene una autoridad moral y simbólica reconocida internacionalmente. En diciembre dará a conocer su veredicto sobre las violaciones de derechos humanos por parte de los talibanes. Y asegura que el testimonio de todas las mujeres que han atestiguado no será en vano.

stats