Las agencias humanitarias alertan de que enviar ayuda a Gaza por mar y aire no es suficiente
ONG critican a los corredores anunciados por Estados Unidos y la Unión Europea porque desvían la atención de la responsabilidad del bloqueo de Israel
El CairoAnte los avisos de que Gaza se precipita hacia un hambre generalizada a raíz de la calamitosa operación militar y del inflexible bloqueo de Israel, Estados Unidos y la Unión Europea han presentado en los últimos días alternativas para hacer llegar ayuda al enclave palestino por aire y por mar. Pero las apuestas de Washington y de Bruselas han sido criticadas por sus limitaciones frente a la magnitud de la crisis humanitaria en la Franja, y por desviar la atención de la responsabilidad de Tel-Aviv y de la prioridad de facilitar convoyes terrestres .
Los planes de enviar ayuda a Gaza por aire y por mar se habían contemplado desde hacía meses, pero se han agilizado después de que la ONU haya alertado de que cientos de miles de personas en la Franja se encuentran a uno paso del hambre severa y que se hayan registrado los primeros fallecidos por inanición. También se han acelerado después de que el ejército israelí haya abierto fuego en varias ocasiones contra grupos de civiles hacinados por recibir ayuda humanitaria, incluida en la llamada masacre de la harina a finales de febrero, cuando más de un centenar de palestinos murieron.
En este contexto las fuerzas aéreas de Estados Unidos llevaron a cabo el primer lanzamiento de ayuda humanitaria a Gaza a principios de marzo, en una operación conjunta con Jordania que incluyó 38.000 comidas listas para consumir. Tres días después, Estados Unidos realizó una segunda ronda en la que dejaron caer sobre la Franja casi 37.000 comidas.
El jueves de la semana pasada, el presidente estadounidense, Joe Biden, también anunció un plan para construir un muelle en la costa de Gaza que permita abrir un corredor marítimo para enviar ayuda humanitaria. Al día siguiente, el Pentágono detalló que podrían entregarse unos dos millones de comidas diarias cuando esté finalizada la estructura, y el domingo un barco con material para levantarla ya se encontraba camino de la Franja.
El mismo viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio a conocer otro plan para abrir un corredor marítimo entre Chipre y el norte de Gaza en colaboración con Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Von der Leyen adelantó que la iniciativa se pondría en marcha en los próximos días con una operación piloto inicial liderada por la ONG World Central Kitchen, del chef español José Andrés, y Open Arms. Sin embargo, los portavoces de estas entidades aseguran que su iniciativa es independiente y que ni la UE ni Estados Unidos han contactado con ellos.
Limitaciones logísticas
Las autoridades de Washington y Bruselas han insistido en que esperan poder aumentar de forma significativa el envío de suministros de primera necesidad hacia Gaza.
Pero agencias y expertos en ayuda humanitaria hacen notar que las entregas por aire y por mar no son suficientes para hacer frente a las enormes y urgentes necesidades de su población.
Por un lado, los aviones militares encargados de lanzar ayuda a la Franja pueden transportar diez veces menos provisiones que un camión, según la ONU. Y los paquetes arrojados desde el aire son difíciles de controlar, por lo que algunos han caído al mar o en zonas cercanas a Israel, donde es muy peligroso acercarse. El pasado viernes cinco personas murieron cuando cayeron encima paquetes a los que les falló el paracaídas, según las autoridades locales, que no aclararon su origen. Cuando la ayuda cae en zonas accesibles del territorio tampoco existe forma de asegurar que se distribuye de forma justa.
“La administración Biden lanzará desde el aire una cantidad insignificante de alimentos a una Gaza caótica y desprotegida en beneficio de los más fuertes”, alertó en las redes el ex director de la agencia estadounidense de ayuda al desarrollo (USAID) en Gaza Dave Harden.
En cuanto a los corredores marítimos, el Pentágono ha anticipado que podrían tardar entre un mes y medio y dos meses en construir el nuevo muelle en Gaza. Y no está claro quién se encargará de garantizar ni la seguridad de la estructura ni la recepción y la distribución de la ayuda que llegue, ya que Biden ha afirmado que no enviará tropas y la capacidad de las agencias humanitarias operativas a la Franja se ha visto muy deteriorada por la campaña militar israelí.
Los nuevos planes de Washington y Bruselas han sido criticados al mismo tiempo por desviar el foco de la razón de fondo tras la crisis humanitaria en Gaza. Así, la directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras (MSF), Avril Benoît, ha reprochado que el corredor marítimo "es una distracción flagrante del verdadero problema: la campaña militar indiscriminada y desproporcionada de Israel y su asedio punitivo". “No se trata de un problema logístico, sino político”, hizo notar Benoît el viernes en un mensaje en las redes, en el que pedía exigir a Israel que permita el acceso de suministros por carretera y por puntos de acceso terrestre que ya existen.