China recurre a la lluvia artificial para combatir la sequía
En las provincias alrededor del río Yangtsé, con un caudal en mínimos históricos, las autoridades "siembran" nubes
BarcelonaChina vive inmersa en la peor ola de calor desde 1961. La falta de lluvias y las altas temperaturas registradas durante los dos últimos meses, que se alargarán hasta el 28 de agosto, han hecho menguar las reservas de energía y de agua de todo el país. El viernes, el gobierno anunció la alerta nacional por la sequía, que afecta sobre todo el suroeste y las regiones más cercanas al río Yangtsé, el más largo de Asia y el tercero más grande del mundo, que ha visto reducido su caudal hasta mínimos históricos. La emergencia ha obligado a las autoridades a recurrir a la lluvia artificial.
En las provincias de Hubei y Hunán, donde más de 150.000 personas tienen dificultades para acceder al agua potable, los departamentos meteorológicos están utilizando aviones para "sembrar" nubes y provocar lluvias. En este proceso, los aviones, también conocidos como "cazadores de nubes"; disparan al cielo pequeños cohetes con varillas de yoduro de plata que forman cristales de hielo. Cuando entran en contacto con las nubes, estos cristales hacen crecer la humedad y permiten liberar más lluvia. En Chongqing, la ciudad más grande de la provincia de Sichuan, se han preparado 900 cohetes para intentar sembrar nubes e inducir la lluvia.
No es la primera vez que China recurre a la "siembra de nubes" para generar lluvia o alterar el tiempo. En 2008 ya se usó durante los Juegos Olímpicos de Pekín, en aquel caso para garantizar un clima seco en la capital. De hecho, esta técnica sirve también para inducir nevadas o para suavizar el granizo.
Para provocar lluvia artificial, las autoridades meteorológicas tratan de predecir el movimiento del aire húmedo con satélites, aviones, estaciones de radar móviles e inteligencia artificial. "No es tan fácil aumentar artificialmente la lluvia, llevamos trabajando desde julio para conseguirlo", aseguraba Yu Xiaoyao, jefe de la oficina meteorológica del distrito de Taoyuan, en Hunán, en declaraciones al diario Hunan Daily. "Para fabricar lluvia hacen falta nubes gruesas, con unas capas de entre 2 y 3 kilómetros", explica.
Sin agua potable ni electricidad
El viernes, la administración meteorológica emitió la alerta roja por calor en 138 localidades chinas donde se han superado los 44 °C de temperatura durante dos meses seguidos. La población de Sichuan, al oeste del país, con unos 84 millones de habitantes, ha sido la más afectada por la ola de calor, que ha provocado que la demanda de energía se haya disparado. Esta es la sexta economía más grande del país y depende de las presas de agua para generar alrededor del 80% de su electricidad. Una de las medidas del gobierno por racionar la energía han sido los cortes de electricidad en varias regiones. En Sichuan han cerrado varias fábricas para ahorrar y en Dazhou, donde viven más de cinco millones de personas, se han impuesto apagones de tres horas diarias.
En las zonas agrícolas más cercanas al río Yangtsé se han agotado las provisiones de agua potable. Según las autoridades locales, hasta 2,46 millones de personas están afectadas por la sequía en estas provincias y 780.000 más han tenido que pedir ayudas al gobierno. Solo en julio, las altas temperaturas supusieron pérdidas económicas de 2.730 millones de yuanes (unos 20 millones de euros).