División en la UE sobre la suspensión de patentes de las vacunas
Alemania se opone a liberarlas mientras crecen las voces a favor de mejorar la producción y distribución de las vacunas
BarcelonaEl día siguiente de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijera que estaba abierta a discutir la posible suspensión de patentes de las vacunas del covid-19, que tiene el apoyo de los Estados Unidos de Joe Biden, cada vez parece más claro que será difícil conseguir una posición única del bloque comunitario en la negociación de este dossier en la Organización Mundial del Comercio (OMC). La cuestión del reparto de vacunas a escala mundial se ha situado en el centro del debate entre los socios europeos en la cumbre social de este viernes y sábado en la ciudad portuguesa de Oporto.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se ha presentado con una propuesta "más ambiciosa" que la de Biden para facilitar la llegada de las vacunas a todo el mundo, y que se estructura en tres ejes: compartir el conocimiento, ampliar la producción y acelerar la distribución. "Se tiene que llegar a un consenso urgente sobre la propuesta de una exención temporal de ciertas obligaciones" sobre las patentes, dice el documento del presidente español, que también propone la puesta en marcha de una plataforma que ofrezca una "visión general sobre las instalaciones existentes para la fabricación de vacunas" y garantice "unos emparejamientos adecuados entre la capacidad no utilizada y la demanda de producción". La propuesta también habla de una "alianza publico-privada" entre estados, aerolíneas y organizaciones internacionales como la OMS para "promover la distribución de vacunas".
Entre los estados miembros de la UE, uno de los que se ha posicionado más claramente a favor de suspender las patentes es Italia. Otros, como Austria, se han mostrado "abiertos a hablar", mientras que un tercer grupo, encabezado por Alemania (donde está la sede de BioNTech, el laboratorio que ha desarrollado la vacuna de Pfizer), se ha posicionado, de entrada, en contra. "La protección de la propiedad intelectual es una fuente de innovación y tiene que continuar así en el futuro", decía un portavoz del gobierno alemán en un comunicado, en el que defendía que la prioridad no pasaba por las patentes, sino por incrementar la capacidad de producción de vacunas en el mundo y los estándares de calidad.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, que jueves se había declarado "muy a favor" de la propuesta de Biden, este viernes parecía acercarse más a Berlín: "¿Cuál es ahora la cuestión? En realidad, no se trata de la propiedad intelectual. ¿Se puede ceder la propiedad intelectual a laboratorios que no saben cómo producir y no producirán mañana?", se ha preguntado, antes de entrar en la cumbre de líderes europeos que se celebra hoy y mañana en Oporto. "La cuestión principal para la solidaridad es la distribución de las dosis", ha dicho Macron.
En este sentido, él y Sánchez, junto con los primeros ministros de Bélgica, Alexander De Croo; de Dinamarca, Mette Frederiksen, y de Suecia, Stefan Löfven, han dirigido una carta conjunta a las instituciones europeas en que, sin hacer ninguna referencia a las patentes, instan a la Unión Europea a dar un paso "adelante" y a crear su propio "mecanismo para compartir vacunas", que complemente el sistema Covax y contribuya a asegurar el acceso universal a la protección farmacológica contra el covid-19. "Europa tiene que demostrar otra vez su liderazgo clave en la construcción de una respuesta colectiva a la pandemia", dice la carta, y avisa que, si la UE no lo hace, "otras llenarán el vacío y utilizarán las vacunas como herramienta geopolítica".
En busca del consenso
La decisión sobre las patentes de las vacunas del covid-19 se tiene que tomar en la OMC, donde se debate desde hace meses, y se empieza a intuir que la UE no actuará como un bloque unido. "Necesitamos una posición coordinada de la UE. No estamos convencidos de que la suspensión de patentes ayude efectivamente a conseguir más dosis, porque el cuello de botella es la capacidad de producción. Pero estamos abiertos a discutir cualquier posible opción", decía este viernes una portavoz comunitaria en la cumbre portuguesa.
De los 700 millones de vacunas que se han distribuido ya en todo el mundo, solo un 0,2% han llegado a los países con rentas más bajas. Muchos expertos defienden que suspender las patentes hará más accesibles las dosis para estos países, pero la industria farmacéutica se opone a ello argumentando que el problema es la capacidad de producción, porque muy pocos estados tienen la tecnología y los recursos para producir este tipo de vacunas.
Sin embargo, el apoyo de Biden a la propuesta, oficializado este miércoles, está ejerciendo presión sobre Bruselas y otros países, como el Reino Unido, para que cambien su posición. El día siguiente mismo del anuncio de Washington, se sumaron gobiernos como el de Italia, Australia y Nueva Zelanda. Otros todavía no se han pronunciado, como Canadá, a pesar de que aumenta la presión interna para que siga el camino marcado por Biden.