Los votantes demócratas esperan lo mejor, pero algunos se preparan para lo peor
La retirada del apoyo a Biden ha hecho que muchos electores se cuestionen si lo que dicen los demócratas es verdad
WashingtonAl día siguiente de las elecciones quizás no, pero el 20 de enero seguro que habrá presidente en Estados Unidos, porque frente a la fachada principal de la Casa Blanca ya están construyendo la tribuna donde el nuevo inquilino o inquilina, quien sea que acabe produciendo esta democracia sitiada, contemplará el desfile cívico de cheerleaders y bandas de música de instituto tras un cristal antibalas, después de haber jurado el cargo en el Capitolio.
Estos días, a causa de la tribuna, las grúas y el perímetro de seguridad, la residencia presidencial apenas se vislumbra. Pero a James le da igual. Pelo blanco, ademán cansado. Cerca de las vallas tiene una tienda de campaña y unos murales de protesta. ¿Contra qué? Si siguen la conversación lo entenderán enseguida:
–¿Quién cree que va a ganar?
–Me da igual, lo que yo querría que fuera presidente nunca lo será.
–¿Y quién es?
–Alguien normal. Porque para hacer campaña y ganar las elecciones tienes que pedir el dinero a Wall Street, que da igual que deberle dinero a la mafia, pobre de ti que no se lo pagues. Y se lo cobran, ya creo que se lo cobran. En esto, los republicanos y los demócratas son la misma mierda.
–Pero veo que usted está a favor del derecho al aborto, como Kamala Harris.
–¿Usted cree que todavía tenemos que estar discutiendo esto? Mire, el 77% de los líderes antiaborto son hombres, y el 100% nunca se quedarán preñados.
A la hora del almuerzo, un alto ejecutivo senior de un organismo internacional con sede en Washington me suelta que en su círculo de relaciones todo el mundo votará a Kamala, pero todo el mundo cree que ganará Trump. Le pregunto si no será la típica reacción de “espera lo mejor pero prepárate para lo peor”, para que no les coja por sorpresa como en el 2016, en la lucha Trump/Hillary Clinton, y que el golpe no sea tan duro .
–Quizás sí, pero mira a las encuestas, cómo se ha evaporado el efecto Harris.
–¿Pero cuál sería la razón para votar a Trump?
–Te diré una: Joe Biden. Mira que Biden es un demócrata honrado y el único que ha derrotado a Trump, pero Kamala, Obama, Pelosi, Schummer, los Clinton... Todo el mundo decía que Biden estaba capacitado para cuatro años más y llegó el debate y se demostró de forma humillante que no lo estaba. Y ya sabes cómo lo ha aprovechado la gente de Trump (y no se equivocan haciéndolo): “Cuando nosotros decíamos que Biden debería estar incapacitado para un segundo mandato para que hacía alcachofas, los demócratas se reían diciendo que era la típica teoría trumpista de la conspiración, y decían que nos lo inventábamos. Pues no, se ha demostrado que era verdad que Biden no estaba en condiciones. Si lo que decíamos nosotros era verdad, ¿cuántas cosas de las que los demócratas dicen que hacemos teorías de la conspiración deben ser verdad?” ¡Pam! Este argumento ha convencido a mucha gente. Esa mentira le costará cara a Kamala, que ahora se encuentra que le preguntan: “Si nos mintió antes, ¿por qué debemos creerlo ahora? ¿Cuándo nos decía la verdad, ahora o antes?”
En las calles de Washington no se ven anuncios con las caras de los candidatos, más allá de unos escasos recordatorios del Distrito de Columbia a los ciudadanos de que el voto anticipado ya está listo. Subiendo a mano izquierda por la avenida Massachusetts se encuentra el Observatorio Naval, la residencia oficial de la vicepresidenta, y alguien ha colgado entre dos árboles una gran pancarta donde dice "Harris-Walz". Esto es todo. Mientras, en la radio pública entrevistan a dos asesores militares de Trump que huyeron piernas ayúdame y que dicen que el expresidente es un peligro para la democracia americana. ¿Harán algún efecto este tipo de testigos?