Cuatro horas de reunión sin resultados: el enviado especial de Trump pierde la paciencia con Putin
El presidente estadounidense pide a Rusia que actúe ante "una guerra terrible y sin sentido"


MoscuTras semanas de estancamiento en las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos sobre Ucrania, este viernes Vladimir Putin se ha encontrado en San Petersburgo con el emisario de Donald Trump, Steve Witkoff. La reunión ha durado más de cuatro horas y no ha trascendido ningún acuerdo. La Casa Blanca lo definió como "un paso más hacia un alto el fuego y un acuerdo definitivo", mientras que el gobierno ruso se limitó a informar de que "se ha hablado sobre Ucrania". Una vez más, sin Ucrania.
"No hay que esperar ningún avance", ya advertía antes del encuentro Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, siempre listo para descafeinar cualquier expectativa. El líder ruso se mantiene fiel a la estrategia de diluir la perspectiva de avances de los estadounidenses en Ucrania, al tiempo que espolea los contactos diplomáticos y comerciales con el objetivo de recuperar las relaciones bilaterales.
Es el tercer encuentro entre Putin y Witkoff en los últimos dos meses. En esta ocasión también les han acompañado dos figuras clave del equipo negociador ruso: el asesor presidencial Yuri Ujákov y el director del Fondo de Inversión Directa, Kirill Dmitriev.
"Una guerra sin sentido"
Coincidiendo con el inicio de la reunión, el presidente de Estados Unidos ha vuelto a insistir en Putin en que debe frenar los ataques en Ucrania. "Rusia debe actuar. Demasiada gente está muriendo, miles cada semana, en una guerra terrible y sin sentido", ha escrito a Truth Social, el mismo día que ha trascendido que el presidente estadounidense podría ordenar nuevas sanciones contra Rusia si no se logra un alto el fuego a finales de mes, han informado fuentes a Axios.
Asimismo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha recordado que hace justo un mes de la propuesta de Kiiv y Washington por una tregua de treinta días. El presidente ucraniano se quejó el lunes de la inacción estadounidense frente a la escalada militar rusa. "Estamos esperando a que Estados Unidos responda: de momento no ha habido respuesta", lamentó.
Mientras tanto, Putin llevaba 10 días desaparecido. Con el mundo pendiente de la guerra comercial desatada por Trump, el líder del Kremlin se había esfumado de la agenda pública, más allá de los encuentros diarios de perfil bajo que su equipo difunde en vídeos enlatados.
La hoja de ruta del presidente ruso no quiere ruido. Necesita tiempo en el campo de batalla para expulsar a los soldados ucranianos de las regiones rusas de Kursk y Bélgorod, donde Kiiv ha admitido por primera vez la presencia de sus tropas, al tiempo que se prepara para una nueva ofensiva en las regiones ucranianas de Sumi y Járkov, que deben servirle como moneda. Paralelamente, entierra bajo condiciones cualquier propuesta de alto el fuego y deja que muera de inanición, como la iniciativa por una tregua en el mar Negro, de la que ya nadie habla.
La inflexibilidad a la hora de ceder en nada respecto a Ucrania se convierte en solicitud cuando se trata de abordar las relaciones bilaterales con Estados Unidos. Justo antes del encuentro con Putin, Witkoff se había reunido en solitario en un hotel con Dmitriev. Según la CNN, el director del fondo soberano ruso jugó un papel importante en el intercambio de presos que tuvo lugar este jueves, un nuevo gesto de Putin para contentar a su homólogo, y es el encargado de seducir a Trump con propuestas de negocio.