Europa

Macron advierte de la fragilidad de Europa: "Es mortal y puede morir"

El presidente de Francia reclama más soberanía militar y no descarta un escudo antimisiles europeo

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El presidente francés, Emmanuel Macron, en un discurso en La Sorbonne.

ParísEl presidente francés, Emmanuel Macron, ha entrado directamente en la campaña electoral de las europeas este jueves haciendo lo que mejor sabe hacer: un discurso solemne e interminable –ha durado casi dos horas– con un marcado acento europeísta desde la Sorbona, el mismo lugar en el que en 2017 pronunció otro discurso histórico que le propulsó en la escena europea. Siete años después, el contexto geopolítico, mucho más convulso que entonces, ha marcado su alocución.

Las palabras de Macron han sido esta vez más cargadas de dureza y dramatismo, advirtiendo de la fragilidad del proyecto europeo: "Nuestra Europa es mortal. Puede morir y eso depende únicamente de nuestras actuaciones". Según su punto de vista, existe "un riesgo inmenso" de que Europa se encuentre "relegada" y "fragilizada" en la escena internacional en la próxima década. "Las normas han cambiado", aseveró. La solución, según el presidente francés, es actuar ahora.

Ante la amenaza rusa, cree que es el momento de poner en marcha su ansiada soberanía militar y autonomía estratégica, que convierta a la UE en "potencia" y "asegure su seguridad". Macron reclama una iniciativa común de defensa que podría incluir un escudo antimisiles europeo. "Europa debe saber defender sus intereses con sus aliados siempre que estén dispuestos a hacerlo y, si es necesario, también sola. ¿Necesitamos un escudo antimisiles? Puede ser", ha afirmado.

En una Europa que se rearma desde el inicio de la guerra en Ucrania, el jefe del estado francés ha vuelto a poner sobre la mesa una idea que Berlín ha rechazado reiteradamente: la posibilidad de impulsar un préstamo comunitario para que los Estados miembros puedan comprar más material militar. También defendió la necesidad de impulsar "una capacidad europea de ciberseguridad y ciberdefensa".

La extrema derecha, líder en las encuestas

Emmanuel Macron ha lanzado esta advertencia en plena precampaña de las elecciones europeas. En Francia, las encuestas prevén una victoria clara de la extrema derecha de Marine Le Pen. Con Jordan Bardella como número 1 de la lista, el Reagrupament Nacional se llevará cerca del 30% de los votos, según los sondeos de intención de voto. La de la mayoría presidencial de Macron, cuyo cabeza de lista es Valérie Hayer, menos conocida por el público que Bardella, es segunda en las encuestas con menos de un 20% de los votos.

El inquilino del Elíseo ha querido con su discurso dar un empujón electoral a Hayer cuando quedan menos de dos meses para los comicios. Los partidos de la oposición se han quejado de que el presidente aproveche el cargo para realizar campaña electoral. El líder del partido conservador Los Republicanos, Éric Ciotti, ha pedido que las dos horas de discurso se descuenten del tiempo de campaña electoral en los medios de Renacimiento, el partido de Macron y Hayer.

"No se puede considerar como la acción internacional del jefe del estado porque es una operación de propaganda electoral en apoyo de una lista", ha afirmado Ciotti. El Elíseo, en cambio, asegura que el discurso de este jueves en la Sorbona no era ningún acto de campaña y que el objetivo del presidente es influir en la agenda de la próxima Comisión Europea.

Mensaje en Washington y Pekín

En cualquier caso, Macron ha hecho hincapié en los temas preferidos para la extrema derecha y los partidos conservadores, como la inmigración. La UE "debe reencontrar totalmente el control de sus fronteras y asumirlo", ha defendido. También ha llamado a revisar la política comercial del bloque europeo, muy contestada en Francia por los agricultores y ganaderos, que a principios de año bloquearon las autopistas en protesta por los acuerdos comerciales y la supuesta competencia desleal de otros países. Según Macron, China y Estados Unidos "ya no respetan las normas de comercio que se acordaron hace quince años".

Para hacer frente a la extrema derecha ya los movimientos políticos euroescépticos que atacan "la democracia liberal", Macron ha defendido "el humanismo" y ha llamado a hacer más duras las condiciones de acceso a las ayudas europeas a los socios que no respeten el estado de derecho, como Hungría. También pidió a Bruselas que se simplifiquen las normas de la UE para aumentar la productividad. "Regulamos demasiado, invertimos poco, somos demasiado abiertos y no defendemos nuestros intereses", resumió.

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