Guerra en Europa

La OTAN busca crear un fondo estable para blindar la ayuda a Ucrania

Los ministros de Exteriores de los aliados acuerdan dar un rol más decisivo a la Alianza en previsión de una eventual victoria de Trump

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El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

BarcelonaEl secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha llegado al encuentro de los ministros de Exteriores de los aliados en Bruselas con una misión: garantizar la ayuda militar a Ucrania a largo plazo y desvincularla, al menos en parte, de las decisiones individuales de los Estados miembros. La reunión, que coincide con el 75 aniversario de la creación de la Alianza Atlántica, debería servir para sentar las bases para que en la cumbre de julio en Washington se pueda aprobar un fondo estable para Kiiv, que se plantea que sea de 100.000 millones de euros para los próximos cinco años.

Aunque Stoltenberg no ha querido confirmar sus detalles, sí ha dicho que los aliados han acordado avanzar en un "marco institucionalizado" para la ayuda a Ucrania. "Hoy los aliados hemos acordado avanzar con la planificación de un papel más importante de la OTAN en la coordinación de la asistencia en seguridad y formación [en Ucrania]", ha dicho en una rueda de prensa. "No hemos tomado ninguna decisión definitiva sobre qué formato vamos a establecer, pero hemos acordado empezar a planificarlo", ha añadido, y ha dicho que la propuesta se ha tratado con representantes ucranianos.

La intención de la Alianza Atlántica es que el apoyo a Kiiv dependa menos de los paquetes voluntarios a corto plazo de los diferentes estados, sobre todo pensando en Estados Unidos, donde el Congreso tiene bloqueada una ayuda de 60.000 millones de dólares desde hace meses. También serviría para blindar la asistencia a Ucrania de cara a escenarios menos propicios, especialmente si Donald Trump gana las elecciones de noviembre y decide reducir las aportaciones a la OTAN o en Kiiv, como ha anunciado.

"Cada día de retraso en la decisión en Estados Unidos de dar más apoyo a Ucrania tiene consecuencias en el campo de batalla –ha dicho Stoltenberg–. Esta es una de las razones por las que Ucrania ha tenido que racionar la munición". "Por tanto, tenemos la responsabilidad, como aliados de la OTAN, de tomar las decisiones y garantizar que los ucranianos reciban municiones", remachó.

"Debemos cambiar las dinámicas de nuestro apoyo –ha resumido el político noruego–, por lo que confiamos menos en las aportaciones voluntarias y más en los compromisos de la OTAN. Menos en ofertas a corto plazo y más en promesas plurianuales ".

Estados Unidos aportó el 65% del gasto militar total de la Alianza Atlántica el pasado año. Además, Washington también centraliza la coordinación de la ayuda militar internacional para Kiiv a través del Grupo de Contacto para Ucrania, también conocido como Grupo Ramstein, formado por representantes de los ministerios de Defensa de 50 países, que se reúnen periódicamente desde abril de 2022 para coordinar las aportaciones de los aliados de Volodímir Zelenski.

Asistencia militar no letal

Las relaciones entre la OTAN y Ucrania se remontan a principios de los años 90, tras la caída de la Unión Soviética, y desde entonces se han convertido "en una de las asociaciones más importantes" de la Alianza, según destaca en su página web. La cooperación se intensificó a raíz de la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y, de hecho, este acercamiento de la antigua república soviética a la Alianza Atlántica fue utilizado por Vladímir Putin como pretexto para lanzar la invasión a gran escala en febrero de 2022. Desde entonces, los aliados han proporcionado un apoyo "sin precedentes" a Kiiv, según destaca la propia OTAN. Desde la cumbre de Madrid de 2022, los aliados han comprometido más de 640 millones de euros para Ucrania.

Hasta ahora, la OTAN ha proporcionado asistencia militar no letal –como formación y material de entrenamiento, combustible, equipos para eliminar minas y suministros médicos–, ante el miedo a que un papel más directo en la guerra pudiera desencadenar una escalada de las tensiones con Rusia. Eso sí, en paralelo a este tipo de asistencia por parte de la Alianza, los Estados miembros han aumentado significativamente su apoyo a nivel bilateral y han suministrado armas y munición, así como ayuda financiera y humanitaria.

Sin embargo, con este plan para intensificar el papel de la Alianza en la asistencia a Kiiv "no se está hablando de una presencia de combate de la OTAN en Ucrania", según ha querido dejar claro Stoltenberg, sobre todo después de las voces de alerta de Hungría. El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, ha subrayado que el país "no apoyará ninguna propuesta de la OTAN que pueda arrastrar la alianza más cerca de una guerra o pasar de una coalición defensiva a una de ofensiva".

Stoltenberg ha explicado que ha hablado con el primer ministro, Viktor Orbán, y ha confiado en que serán capaces "de atender las preocupaciones que Hungría ha expresado y encontrar una manera con la que podamos llegar a un consenso". Este último punto será esencial, ya que cualquier decisión de la organización requiere unanimidad, y Budapest ya ha demostrado, con el bloqueo durante meses de la entrada de Suecia en la OTAN, que si quiere puede tener la sartén por el mango.

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