Biden promete enviar misiles Patriot a Ucrania en un enérgico discurso en la cumbre de la OTAN

La Alianza celebra su 75 aniversario con el apoyo militar a Kiiv para contener a Rusia como la principal prioridad

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Joe Biden en su discurso en la cumbre de la OTAN en Washington.

Washington / BruselasLa OTAN se ha reencontrado en el lugar donde nació hace 75 años: el Auditorio Mellon de Washington. Fue ahí donde los 12 países fundadores firmaron el tratado de la Alianza Atlántica para mantener a raya el avance de la Unión Soviética. Entonces fue el bloqueo de Berlín el que dio pie a su creación; ahora ha sido la invasión de las tropas rusas sobre Ucrania lo que ha reavivado una Alianza que antes del 2022 estaba en declive. "Putin quiere subyugar a Ucrania y su democracia. Y sabemos que no se detendrá en Ucrania", ha dicho el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha anunciado el envío de sistemas de defensa antiaéreos Patriot a Ucrania.

La "histórica donación" cuenta con cinco sistemas de defensa antiaéreos, incluidos cuatro Patriot, y es una acción conjunta de Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Rumanía e Italia. Biden lo anunció el martes por la tarde (hora local) durante el acto de conmemoración de los 75 años de la Alianza. El paquete da respuesta a una de las principales demandas de Ucrania y permitirá a los hombres de Volodímir Zelenski defenderse de ataques como el de este lunes en Kiiv, donde los misiles rusos impactaron contra un hospital infantil y dejaron al menos 41 muertos.

Por la mañana, durante el foro de defensa celebrado paralelamente a la cumbre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también había anunciado que la Alianza había realizado una compra de misiles antiaéreos Stinger valorada en casi 700 millones de dólares. Stoltenberg será relevado por el holandés Mark Rutte en octubre. Garantizar el apoyo militar en Ucrania es el principal objetivo de la cumbre, donde también se espera que se apruebe un plan de apoyo militar por valor de unos 40.000 millones de euros y la creación de un nuevo mando militar en Alemania por coordinar el entrenamiento y el equipamiento de las tropas ucranianas.

En el plano más simbólico, los aliados quieren ir más allá de la "invitación" que hicieron el año pasado en Ucrania para que se adhiera a la OTAN e incluirán la palabra "irreversible". Eso sí, siempre que cumpla al menos con una condición elemental: no estar en guerra. Dicho de otro modo: en la práctica, el lenguaje no cambia la realidad ni acelerará la adhesión de Ucrania.

Una OTAN "más fuerte que nunca"

Biden defendió que la OTAN es "más fuerte que nunca" y sacó pecho de los progresos en gasto por parte de los países miembros durante su liderazgo al frente de Estados Unidos. "El año que fui elegido presidente había nueve aliados de la OTAN que estaban gastando el 2% de su PIB en defensa. Este año serán 23 los que alcanzarán el 2%", ha defendido Biden.

La mención no es gratuita: es una clara contestación a las críticas de Trump, que siempre se ha quejado de que Estados Unidos aporta demasiado dinero a la Alianza en comparación con los socios europeos. Recientemente, el republicano subió el tono diciendo que "animaría" Putin a atacar a los aliados de la OTAN que no contribuyan lo suficiente en defensa. Tan sólo cuatro meses antes de las elecciones presidenciales, Trump lidera las encuestas con un amplio margen de diferencia respecto a Biden.

Los temores por parte de los socios europeos ante una posible reelección del republicano han hecho que esta cumbre no sólo esté pensada para hacer frente a Putin, sino también para construir una OTAN a prueba de Trump. Pese a las grietas que puedan representar Trump y los seguidores en materia de política exterior, Biden ha recordado a los aliados que "una abrumadora mayoría bipartidista de americanos entienden que la OTAN nos protege a todos. El hecho de que el Partido Demócrata y el Republicano estén aquí presentes es otra muestra".

Más allá de vigilar a Trump de cola de ojo, este martes (y en los próximos días) todas las miradas estaban puestas sobre Joe Biden. En medio de la crisis desatada por su desastrosa intervención en el debate de la CNN contra Trump, Biden invitó a todos los estadounidenses a seguir de cerca la cumbre de la OTAN para que comprobaran que los tartamudeos fueron sólo "una mala noche" . Biden se aferra a la candidatura y ya ha dicho en varias ocasiones que, si no es mediante intervención divina, no piensa dar un paso al lado. El empeño del presidente en continuar en la carrera electoral es un auténtico quebradero de cabeza para muchos demócratas, que ven en las encuestas cómo disminuyen las posibilidades de reeditar otro mandato en la Casa Blanca si él es el candidato.

Las otras amenazas para la Alianza que ha señalado Biden han sido Irán, Corea del Norte y China. Potencias que, según Biden, quieren "que la OTAN falle". Entre los líderes y socios que asistían a la celebración estaba el primer ministro húngaro, el ultraderechista Viktor Orbán, que justo antes de ir a Washington se ha entrevistado con Putin en Moscú y con Xi Jinping en Pekín. Una imagen que las mismas fuentes atlánticas describen como "chocante", sobre todo teniendo en cuenta que Hungría es un aliado atlántico. Sin embargo, el viaje del ultraderechista a Rusia no sorprendió demasiado a nadie y entra en la línea de lo que ha estado haciendo desde que comenzó la guerra: bloquear o retrasar, en la medida de lo posible, todas las iniciativas de la Alianza por Ucrania.

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