Orbán desafía a la UE y se reúne con Putin al inicio de la presidencia europea de Hungría
Los dirigentes comunitarios recuerdan que el ultraderechista húngaro "no representa en modo alguno" el bloque comunitario
BruselasUna fría y otra caliente. Después de reunirse el pasado martes en Kiiv con Volodímir Zelenski, este viernes el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha viajado hasta Moscú para encontrarse con Vladimir Putin. La visita sorpresa a Rusia llega pocos días después de que Hungría tomara la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, un gesto que ha hecho indignar, y mucho, a los dirigentes comunitarios y líderes de otros estados miembros. "Rusia es la agresora, Ucrania es la víctima. No se pueden llevar a cabo negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania", ha escrito el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la red social X.
Michel también recuerda a Orbán que no puede hablar en nombre del bloque europeo, aunque durante el segundo semestre de este año su gobierno presida el Consejo, y le reprocha que "la presidencia rotatoria de la UE no tiene el mandato de negociar con Rusia". "No representa a la UE en modo alguno", añade más contundente en un comunicado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. De hecho, el euroescéptico húngaro es el único líder de los Veintisiete que mantiene buenas relaciones con Putin pese a la invasión en Ucrania, y siempre pone obstáculos a enviar más ayudas a Ucrania ya incrementar las sanciones a Rusia.
A su vez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha criticado la visita por las redes sociales. "El apaciguamiento no detendrá a Putin", ha tumbado. Sin embargo, Orbán les responde que "no se puede hacer la paz desde un cómodo sillón en Bruselas" y asegura que, aunque no esté dentro del mandato de la UE, no se puede "sentar y esperar un final milagroso" " de la guerra de Ucrania. "Vamos a servir como una herramienta importante para dar los primeros pasos hacia la paz", ha señalado en las redes sociales el primer ministro magiar.
La indignación contra Orbán se ha extendido a líderes estatales de todo el blog. El expresidente del Consejo Europeo y primer ministro polaco, Donald Tusk, se pregunta retóricamente "en qué manos es la herramienta" para conseguir la paz que dice Orbán. Y, en la misma línea, el canciller alemán, Olaf Scholz, recordó que la posición de la UE no es la de Budapest y que "condena la guerra de agresión rusa". "Orbán envía una señal incorrecta al mundo exterior y es un insulto a la lucha del pueblo ucraniano por su libertad", ha añadido el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.
En cualquier caso, la visita de Orbán a Moscú no ha sorprendido demasiado a nadie. Hungría es el socio europeo que se mantiene más afín al Kremlin y, en estos momentos, sigue atascando diferentes iniciativas comunitarias para Ucrania que tienen un presupuesto total de unos 6.600 millones de euros. Sin embargo, el club europeo ha logrado tramitar a toda prisa otras medidas antes del inicio de la presidencia húngara, como la apertura de las negociaciones de adhesión con Ucrania o el uso de los beneficios de los activos rusos que la UEtiene congelados para rearmar a las tropas ucranianas.
Pocos días antes de la cumbre de la OTAN
El viaje de Orbán a Moscú también llega pocos días antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará la próxima semana en Washington. Como en la UE, Budapest es una piedra en el zapato de la Alianza Atlántica y ha bloqueado y retrasado la entrega de toda menta de ayudas a Ucrania desde el inicio de la guerra. El mes pasado, sin embargo, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, y el ultraderechista húngaro llegaron a una especie de pacto de no agresión: Orbán no molesta a los aliados atlánticos ni bloquea iniciativas y, a cambio, 'OTAN deja a Hungría mantenerse al margen de todas las medidas de apoyo militar en Ucrania.
Sin embargo, fuentes de la Alianza Atlántica admiten que es un "acuerdo extraño", sobre todo en una entidad militar como la OTAN, pero defienden que es una "cuestión de practicidad". También aseguran que la imagen del primer ministro húngaro con Putin en Moscú no deja de ser "chocante", si bien creen que no "hay que sobredimensionar" la influencia de Hungría dentro de la OTAN o la UE y su capacidad de bloqueo. "Con todos los respetos, pero no es un aliado principal y es un país pequeño", recuerdan.
No es la primera vez que Orbán se encuentra con el presidente ruso desde que comenzó la guerra. Ya se reunieron en Pekín en octubre del 2023. Ahora bien, sí es la primera vez que el primer ministro húngaro viaja a Moscú en pleno conflicto: no iba desde pocos días antes de que Putin lanzara la invasión a Ucrania, el febrero de 2022. Entonces, Orbán también definió aquella visita como una "misión para la paz".