Orbán continúa con la "misión de paz" y se reúne por sorpresa con Xi Jinping

BruselasHace una semana que Hungría ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea y el primer ministro húngaro, el ultraderechista y euroescéptico Viktor Orbán, ya se ha reunido por sorpresa con Volodímir Zelenski, Vladímir Putin y, este lunes, con Xi Jinping. El líder húngaro enmarca todos estos encuentros en una supuesta "misión de paz" y ha reivindicado a China por la red social X (el antiguo Twitter) como "una potencia clave para crear las condiciones para la paz en Ucrania".

Las críticas de otros dirigentes de la UE a Orbán por este viaje no se han hecho esperar. El vicecanciller alemán, Robert Habeck, ha asegurado en declaraciones a los medios que Orbán en ningún caso "no representa" el bloque comunitario, tal y como ya le señalaron la semana pasada por la visita a Moscú la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. "Rusia es la agresora, Ucrania es la víctima. No se pueden llevar a cabo negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania", pió entonces Michel.

La visita de Orbán a Pekín llega en plena guerra comercial de la UE con China. Precisamente, la semana pasada Bruselas subió los aranceles a los coches eléctricos chinos porque reciben "subvenciones injustas" por parte del estado chino, quien ya ha amenazado con volverse con nuevos impuestos de importación, por ejemplo , en el coñac francés o la carne de cerdo.

En este sentido, Xi Jinping ha remarcado que "espera que Hungría juegue un papel activo" en el desarrollo "sano y estable" de las relaciones de China y la UE, que pasan por un mal momento. De hecho, cabe recordar que el bloque comunitario tiene calificado al gigante asiático como un "rival sistémico" y, aunque no lo considera una amenaza, lo ve como un socio poco fiable, tanto en materia comercial como en la guerra de Ucrania.

Orbán y Xi ya se habían visto las caras en estos últimos meses. De hecho, se reunieron durante el último viaje del chino a Europa en mayo. En esa ocasión, Xi Jinping hizo tres paradas: Francia, Hungría y Serbia. Los dos últimos países están claramente alineados con el régimen de Putin. Durante ese viaje, el mandatario siguió haciendo equilibrios entre su supuesta neutralidad ante la invasión rusa de Ucrania y, al mismo tiempo, la defensa de su alianza con el Kremlin.

Próxima parada: Washington

La gira mundial de Orbán no termina en Pekín. El líder húngaro ha anunciado este lunes que también viajará hacia Washington para asistir a la cumbre anual de la OTAN, como era de esperar. Precisamente, fuentes de la Alianza Atlántica avanzan que uno de los temas que se tratará en el encuentro de la entidad militar es la "creciente preocupación" sobre el gigante asiático por el suministro a Rusia de productos de doble uso -civil y militar- y por los sus fuertes vínculos diplomáticos y económicos con el Kremlin. "No vamos a subir el tono contra China. Le seguimos calificando de reto y no de amenaza, pero le pediremos una actuación más responsable", señalan fuentes aliadas.

De hecho, las mismas fuentes de la OTAN ven con "preocupación" que Orbán se haya reunido con Putin, que ha ordenado la invasión de Ucrania, pocos días antes de la cumbre de Washington. Sin embargo, minimizan el peso de Hungría dentro de la UE y de la Alianza Atlántica y recuerdan que "no se trata de un aliado principal" capaz de atascar las ayudas y el compromiso con Kiiv.

En este sentido, cabe recordar que el mes pasado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el líder húngaro llegaron a una especie de acuerdo de no agresión: Orbán no molesta a los aliados atlánticos ni bloquea iniciativas y, a cambio, la Alianza Atlántica deja a Hungría mantenerse al margen de todas las medidas de apoyo militar en Ucrania. Es decir, se espera que el primer ministro húngaro, pese a su gira mundial y amenazas, no intente tropezar con las ayudas al gobierno de Zelenski que se prevé acordar en la cumbre de Washington.