El ataque ruso a Ucrania

El barco que tenía que llevar grano ucraniano a Líbano está parado en alta mar y busca comprador

El 'Razoni' fue la embarcación que estrenó el corredor naval para exportar cereales de la guerra

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El barco 'Razoni' cerca de las costas turcas

BeirutHay un dicho en Próximo Oriente que es “hacer algo a la libanesa” y el caso del Razoni no lo puede explicar mejor. Después de más de una semana esperando que este barco, cargado con 26.000 toneladas de maíz de Ucrania, desembarcara en el puerto de Trípoli, finalmente no ha llegado. El comprador del grano se cansó de esperar y rompió el contrato de compraventa. Ahora el Razoni está anclado en alta mar, sin poder atracar en ningún otro puerto, y busca un nuevo comprador para su cargamento de grano, que tanto costó que saliera de Ucrania.

El Razoni ya no es el primer barco que lleva grano ucraniano al mundo. Fue el primero en salir del país y por lo tanto el encargado de estrenar el corredor naval que después de jornadas intensas de negociación habían acordado Moscú y Kiev, pero otro barco de carga, el Polarnet, que también transporta maíz desde Ucrania, ha llegado este lunes a un puerto de Estambul, mientras el Razoni sigue en alta mar.

El desbloqueo de Rusia de la exportación de grano desde Ucrania, después del acuerdo logrado el 22 de julio, ha devuelto cierta confianza a los mercados, pero esto no significa que se aligerará la crisis alimentaria global. Los expertos dicen que los 20 millones de toneladas de grano almacenados en los hangares de los puertos del sur de Ucrania, en el mar Negro, y que esperan ser exportados, no harán bajar los precios de los alimentos, de forma que no se garantizará la seguridad alimentaria en el mundo a corto plazo.

Además, el grano almacenado de Ucrania está destinado en gran parte a alimentar el ganado y no la población más vulnerable de países de África, Próximo Oriente y Afganistán. Muchos de los países del norte de África y Próximo Oriente dependen del Banco Mundial de Alimentos (BMA) para alimentar a su hambrienta población, y debido a la interrupción de las importaciones de trigo corren el riesgo de que empeore la inseguridad alimentaria y se provoque una hambruna. Antes de la guerra en Ucrania, el BMA compraba a este país la mitad de los cereales que destinaba a los países pobres. Ahora está en la cola con otras agencias humanitarias de la ONU a la espera de recibir grano importado de Ucrania, mientras la población necesitada pasa del hambre a la hambruna.

Una parte de los restos del puerto de Beirut.

En el caso de Líbano, el 80% de las importaciones de trigo y grano provienen de Ucrania. Debido al estado de quiebra, el país está a punto de cruzar la línea de la inseguridad alimentaria, con más del 80% de la población bajo el umbral de la pobreza a consecuencia de la explosiva inflación, una de las más altas de todo el mundo. Además, la capacidad de almacenamiento de reservas de cereales es solo del 50%, puesto que los silos del puerto de Beirut, con una capacidad para 120.000 toneladas de grano, resultaron fuertemente dañados por la explosión del 4 de agosto del 2020.

El pan subvencionado es un 20% más caro

Esto ha hecho que en los últimos meses, por la invasión de Ucrania, haya habido un racionamiento de pan y el precio de una bolsa de pan árabe subvencionado haya aumentado un 20%, porque Líbano se estaba quedando sin reservas de trigo. Como solución temporal, el gobierno libanés aprobó un préstamo de 150 millones de dólares del Banco Mundial para importar trigo y no verse obligado a eliminar completamente los subsidios al pan.

Líbano necesita reservas, pero también un lugar para almacenar el grano, y su capacidad es limitada. Después de la explosión que inutilizó los silos hace dos años, ahora han empezado a derrumbarse. El gobierno libanés anunció la construcción de tres nuevos silos, dos en el puerto de Trípoli y otro en Beqaa para poder almacenar las reservas. Pero se necesita mucha financiación para construir con las mismas dimensiones que los silos que había en Beirut. De hecho, los nuevos silos costarán alrededor de 100 millones de dólares y el gobierno libanés tendrá que entrar en conversaciones con el Banco Mundial y las agencias de la ONU.

Corrupción política y mala planificación

Décadas de mala planificación económica y corrupción sin rendición de cuentas han llevado a Líbano a la quiebra económica. Conseguir dinero para el país ya no es fácil, puesto que la comunidad internacional quiere ver primero que el gobierno libanés da muestras de que llevará a cabo reformas financieras, pero hasta ahora estos llamamientos han sido en vano. Para los agricultores libaneses, el desbloqueo del mar Negro quiere decir que el grano podría volver a estar disponible, pero con un precio más alto, de forma que esto no tendría ningún efecto positivo en la crisis alimentaria mientras siga bajando el poder adquisitivo de los libaneses.

Otros países de la región también experimentan una seguridad alimentaria frágil. Egipto se ha convertido en uno de los principales importadores de trigo del mundo, en parte porque el sector agrícola no puede producir suficiente grano, especialmente trigo y semillas oleaginosas, para satisfacer ni siquiera la mitad de la demanda interna del país. La crisis alimentaria representa un peligro para los 105 millones de habitantes del país del Nilo. En Siria, un país en guerra desde 2011, donde todavía hay 12 millones de personas desplazadas y donde más del 65% de la población necesita asistencia humanitaria, las consecuencias de la guerra de Ucrania han provocado un aumento récord en el precio de los alimentos, mientras las familias pierden los medios de subsistencia. En Yemen, otro país azotado por la guerra, 13,5 millones de personas sufren niveles extremos de hambre.

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