Restaurante Parrufu: La familia Castanyer nunca falla
Pescado y producto de calidad a los pies del Montseny

Restaurante Parrufu
- Dirección : Avenida Coronel Estrada, 229, Hostalric (Girona)
- Cocina : pescado, marisco y cocina tradicional
- Obligado : cualquier pez de la carta
- Vino : carta corta pero con buena oferta
- Servicio : amable y profesional
- Local : casa de pueblo con cuatro comedores espaciosos
- Precio pagado por persona : 55€
El abuelo Juan era un hombre seguro, trabajador y con carácter, pero cuando cogía la moto sin casco no podía evitar quedar bien despeinado. Con la velocidad y la falta de protección, el viento le dejaba el cabello estrujado, y es por eso que, entre los vecinos de Hostalric, a Joan Castanyer se le conocía como el Parrufu, aunque a él no le hacía mucha gracia, el apodo. Lo recuerda Empar, su nieta, que ahora, junto con sus dos hermanos, Joan y Carme, se encarga de gestionar un restaurante que ya hace muchos años se convirtió en un símbolo del pueblo, como lo son el castillo y la muralla medieval. Hace casi un siglo que los abuelos abrieron el primer bar hacia los años treinta. Los hijos, los padres de Empar -Miquel y Trini-, gestionaron después el Bar Sport, de éxito incontestable gracias a las tapas de la madre. Y con el tiempo se hizo el tráfico definitivo de bar en restaurante, con cuatro comedores y una oferta de pescado fresco, marisco y cocina tradicional heredada muy difícil de igualar.
En el Parrufu se respira un ambiente cargado de historia y tradición familiar. Los tres hermanos Castanyer son los responsables directos del buen funcionamiento del restaurante, pero también juegan un papel fundamental Carla, hija de Amparo, y Guillem, hijo de Carme, actual jefe de cocina y encargado de perpetuar el legado gastronómico familiar. La base de todo es la obsesión por el producto de calidad trabajado con la máxima honestidad. El pescado y el marisco tienen mucha presencia, pero también las carnes a la brasa y los guisos que mantienen las recetas de toda la vida. La carta es extensa y cuesta mucho decidirse sin dudar: almejas a la plancha, croquetas de calamar y bacalao, caracoles con salsa y camarones de Blanes salteados. Son los entrantes que compartimos, lamiéndonos los dedos y deseando que nunca se acabe este espectáculo. Saboreamos la botella del Perelada Finca Malaveïna 2022 (DO Empordà), y esperamos los tres platos principales que servirán para completar un festín memorable: rodaballo y merluza de costa al horno con patatas (extraordinarias) y sartén con bogavante. Todo ello sin renunciar, como casi siempre, al postre: es obligatorio probar el Parrufet(lionesa con helado artesanal de vainilla, nata y chocolate deshecho), y añadimos también un Valenciano (zumo de naranja con helado) y un café irlandés.
Empar y Joan se encargan de la sala del Parrufu, mientras que Carme es quien lleva la contabilidad del restaurante. Los tres hermanos conocen la casa como nadie, porque nacieron en la parte superior del edificio, donde Juan todavía vive. Recuerdan cómo papá, Miquel, se desplazaba cada día a Blanes para comprar el pescado y el marisco frescos que quería ofrecer a los clientes: "La gente apreciaba mucho comerse un pescado recién llegado del palco, y lo fuimos introduciendo sin olvidar la cocina de siempre: los caracoles en salsa, la ternera con setas, la sopa de . El añorado Santi Santamaria, antes de convertirse en referente de la cocina, iba a menudo al Parrufu para conversar con su amigo Miquel y degustar el producto fresco que cocinaba en casa. "Ahora podemos decir que estamos en uno de los mejores momentos", reconoce Empar, que nos revela también que pronto iniciarán el proyecto para construir una cocina nueva y que eso les ilusiona y les inquieta a partes iguales. "Estoy muy contenta porque noto que la gente sale satisfecha del restaurante. Si les pregunto cómo ha ido, suelen responder: «Como siempre, el Parrufu nunca falla»", dice orgullosa. La familia Castanyer no falla nunca y hace todo el peine que será así siempre.