¿Cómo se cuentan los fallecidos de Gaza?

Sectores proisraelíes han aprovechado un cambio en una agencia de la ONU para sembrar dudas infundadas sobre las cifras

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Varios cadáveres de palestinos muertos en los ataques israelíes a Khan Yunis el domingo en el sur de la Franja de Gaza.

El CairoEl 6 de mayo la oficina de ayuda humanitaria de la ONU (OCHA) publicó su informe de seguimiento de la situación en la Franja de Gaza, que incluye las cifras de fallecidos en la ofensiva militar de Israel. En total, se contabilizaban unas 14.500 criaturas y 9.500 mujeres muertas desde octubre. Dos días después, la agencia difundió una nueva actualización, pero esta vez las cifras de niños y mujeres fallecidos habían caído hasta los 7.800 y 5.000, respectivamente.

El acumulado total de muertes se mantenía cerca de los 35.000 en ambos casos. Pero el cambio en el desglosado volvió a abrir la oportunidad para que sectores proisraelíes lo aprovecharan para sembrar dudas sobre la cifra de víctimas mortales en Gaza. El ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, lo calificó de “milagrosa resurrección de los muertos” y declaró que cualquiera que utilice los “datos falsos de [Hamás]” es antisemita.

Sin embargo, el desajuste no es el fruto de ninguna manipulación, sino más bien el resultado del bloqueo y los elevados niveles de devastación de Gaza provocados por el ejército israelí, que cada vez están dificultando más la recopilación rigurosa de datos.

Inicialmente, la ONU se basaba en informes del ministerio de Salud de Gaza, que los elaboraba a partir de defunciones notificadas por los hospitales, depósitos de cadáveres y ambulancias, en un proceso de credibilidad contrastada. "El sistema de información sanitaria en Gaza al principio de la guerra era muy sólido en comparación con la mayoría de otros escenarios bélicos", asegura Paul Spiegel, el director del Centro de Salud Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins.

Pero la destrucción causada por la ofensiva de Israel, que ha arrasado el sistema de salud local, forzó al ministerio a añadir desde noviembre fuentes de medios de comunicación. Y ahora completan el recuento con datos enviados por formulario por familiares de difuntos. Ni la ONU ni ninguna otra organización ha podido realizar cálculos propios porque Israel no permite a sus equipos operar con normalidad en la Franja.

Cuando Israel lanzó la invasión de Gaza en octubre colapsó el sistema hospitalario del norte de la Franja, lo que obligó al ministerio de Salud a detener la publicación de datos unas semanas. Entonces, agencias como OCHA recurrieron a las cifras de otro organismo, la Oficina de Prensa del Gobierno (OPG), que depende del ministerio de Información, tiene una metodología opaca y ofrece datos relativos –no absolutos– marcadamente diferentes.

La variación en las cifras de muertes de mujeres y niños de la ONU del 8 de mayo se debe a que desde entonces, después de cinco meses, la OCHA ha vuelto a utilizar datos del ministerio de Salud, que cuenta con un proceso de identificación de víctimas riguroso, pero más lento.

“Hay que distinguir entre el OPG, que no es fiable, y el ministerio de Salud, que se esfuerza por serlo, pero ha tenido problemas con la calidad [de datos] porque gestiona un sistema basado en hospitales, que están siendo atacados”, apunta Mike Spagat, el presidente del consejo de Every Casualty Counts, una iniciativa que promueve el registro de víctimas en todo el mundo.

Más hombres muertos

Pese a los numerosos intentos de desacreditar todos los datos provenientes de Gaza, la batalla por las cifras no está tan relacionada con el cómputo total, que se considera ampliamente conservador, como con la distribución de los fallecidos, ya que el ministerio de Salud no distingue entre civiles y combatientes, como viene siendo habitual en estos contextos. El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, afirmó hace dos semanas que, aproximadamente, por cada civil muerto en la Franja ha muerto un combatiente; mientras que el OPG sostiene que el 70% de los fallecidos son mujeres y criaturas.

Estos porcentajes no coinciden con los de Salut, que afirma que el 40% de las víctimas identificadas hasta ahora son hombres, el 32% menores, el 20% mujeres y el 8% personas mayores. Además, Salut indica que hay otros 10.000 muertos que no se han identificado, y que no incluyen los otros 10.000 que se calcula que permanecen bajo escombros. Y lo más probable es que la mayoría de éstos sean mujeres y criaturas, según Leslie Roberts, un epidemiólogo que ha participado en el trabajo de campo de más de 50 encuestas sobre mortalidad en escenarios bélicos como Irak.

Ahora bien, expertos en este ámbito alertan de que, a medida que el ejército israelí ha ido expandiendo el asalto de la Franja, las dificultades de las autoridades locales para seguir recopilando datos de forma completa, minuciosa y rápida se están agravante. Hoy sólo están operativos, y de forma parcial, cerca del 40% de los hospitales de Gaza y unos 500 trabajadores sanitarios han muerto. "A medida que los hospitales dejan de funcionar, o funcionan sólo parcialmente, la capacidad del sistema para registrar todos los detalles de las muertes se deteriora", explica Spiegel.

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