Todo el mundo pendiente de la respuesta de Israel
Una escalada peor en Oriente Próximo depende de la reacción de Netanyahu al ataque sin precedentes de Irán contra su país
El CairoDespués de lo inaudito ataque aéreo lanzado por Irán contra Israel la noche del sábado en respuesta al bombardeo del ejército israelí en el consulado iraní en Siria a principios de mes, todas las miradas están puestas en la reacción de Tel-Aviv. Teherán ha manifestado rápidamente que da por terminado el intercambio de golpes –salvo que Tel-Aviv vuelva a contestar–, y Estados Unidos está intentando que Israel muestre contención y venda el éxito de su defensa antiaérea como una victoria estratégica. Pero todavía se teme que una nueva acción de Israel pueda seguir alimentando una escalada bélica difícil de contener en la región, a la sombra de su devastadora ofensiva en Gaza. Las palabras del miembro del gabinete de guerra israelí, Benny Gantz, no eran demasiado esperanzadoras: "Esto no ha terminado", avisaba este domingo en Teherán.
El ataque de Irán contra Israel constó de más de 300 drones y misiles arrojados en parte desde suelo iraní, según informó el ejército israelí, que, con la ayuda de una coalición militar internacional, pudo interceptar en torno al 99% de proyectiles disparados. Sólo se produjeron un pequeño número de impactos, incluido uno en una base militar, y los servicios de emergencia del país informaron de una niña de 10 años que resultó herida y se encuentra en estado crítico.
Pocas horas después del ataque, Irán se mostró dispuesto a desescalar la situación. La misión del país en la ONU justificó la acción como legítima defensa y en respuesta en el bombardeo contra su consulado en Damasco, y aseguró que el asunto "se puede dar por concluido". Sin embargo, anticipó que, si Israel "comete algún otro error", la respuesta será "considerablemente más severa", y pidió a Estados Unidos mantenerse al margen.
Muchos analistas coinciden en que la respuesta de Irán ha sido planteada con el objetivo de evitar una escalada de violencia. Entre los indicios que apuntan en esa dirección está el hecho de que Teherán anunciara durante días su intención de llevar a cabo un ataque y que el sábado diera horas de margen a Israel para prepararse. Milicias cercanas a Teherán en países vecinos a Israel, como Líbano y Siria, tampoco se movilizaron. Y Hossein Salami, el comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica, a la que pertenecía el general de alto cargo abatido por Israel en Damasco, declaró que habían ejecutado "con éxito" una "operación limitada".
Estados Unidos, a su vez, ha expresado que su compromiso con la seguridad de Israel es total. Pero insistieron en que esperan que la situación no vaya a más, que Tel-Aviv aproveche el éxito que representa haber abatido a casi todos los drones y misiles para venderlo como una victoria y que evite represalias que puedan agravar la situación. Altos cargos iraníes también han dirigido sus amenazas desde el lanzamiento del ataque a Estados Unidos y sus bases en la región, en un aparente intento de empujarle a frenar a Israel.
"Una alianza estratégica"
Desde Israel los mensajes han sido más dispares. Benny Gantz, cercano a Washington, afirmó en un discurso que la defensa ante los ataques de Irán es un “logro estratégico”. Pero avanzó que el incidente "no ha terminado" e hizo un llamamiento a profundizar la alianza de seguridad que Tel-Aviv ha ido tejiendo en la región, con la ayuda de Estados Unidos, y que incluye a varios países árabes que mantienen relaciones difíciles con Irán. El ministro de Defensa del país, Yoav Gallant, resaltó también la oportunidad de establecer “una alianza estratégica” contra la amenaza iraní. Jordania, por ejemplo, declaró haber interceptado por seguridad algunos objetos voladores que habían entrado en su espacio aéreo, según un mensaje del domingo de la oficina del primer ministro.
El portavoz del ministerio de Exteriores del país, Lior Haiat, afirmó a su vez que Irán "debe pagar un precio", pero notó que "el precio inicial" debe ser la designación de la Guardia Revolucionaria como organización terrorista seguido de “dolorosas sanciones”.
En esa misma línea, el embajador israelí en la ONU, Gilad Erdan, dijo que exigiría al Consejo de Seguridad la designación de la Guardia Revolucionaria como grupo terrorista.
Presión de los socios ultras
En la otra cara de la moneda, los miembros de ultraderecha del gobierno israelí se mostraron partidarios de una respuesta directa y contundente contra Irán. El titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, escribió en las redes que "es el momento de un liderazgo capaz de restaurar la disuasión". El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, tachó “de ingenuos” los planes de Gantz e hizo un llamamiento a lanzar “un ataque abrumador”, y el de Cultura y Deporte, Miki Zohar, aseguró que “una respuesta laxa” no será efectiva para disuadir a Teherán.
Quien más críptico se ha mostrado hasta ahora, sin embargo, ha sido el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, de quien, en última instancia, dependerá la reacción que acabe emprendiendo Israel. Antes de que se produjera el ataque, Netanyahu había advertido de que harían daño a quien les hiciera, lo que le cede un cierto margen para no seguir escalando, por ahora, la situación.