Tonga, incomunicada y con "daños significativos" después del tsunami

Los cables de comunicación submarinos han quedado afectados y se desconoce el impacto de la catástrofe

ARA
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Imagen de satélite de la erupción de un volcán en Tonga.

BarcelonaEl archipiélago de Tonga, en el Pacífico sur, ha quedado incomunicado después de que un tsunami provocado por la violenta erupción de un volcán submarino llegara a sus costas este sábado. Los daños han sido "significativos", según ha indicado este domingo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, a la espera de tener datos oficiales por parte de las autoridades de Tonga, que no ha reportado información sobre posibles víctimas.

Los cables de comunicación submarinos han quedado afectados por culpa del tsunami, que también ha provocado cortes de electricidad en el archipiélago, de unos 105.000 habitantes, ha explicado Ardern, que ha detallado que ha conseguido la información a través de funcionarios neozelandeses en Tonga, con los que ha podido contactar a través de teléfonos vía satélite.

Según el observatorio Netblocks, que monitoriza las conexiones en internet en todo el mundo, las comunicaciones con este conjunto de islas del Pacífico siguen siendo complicadas y el servicio de internet continúa inactivo. A través de Twitter, ha añadido que el operador de cable submarino ha informado de posibles daños físicos y que se están haciendo esfuerzos para reforzar los enlaces vía satélite.

Las webs oficiales y perfiles en las redes sociales del gobierno de Tonga no han actualizado la situación desde la madrugada del sábado, cuando entró en erupción el volcán submarino Hunga Tonga - Hunga Ha'apai, situado unos 65 kilómetros al norte de la capital de Tonga, Nuku'alofa, que provocó tsunamis en todo el archipiélago y en otros países mucho más alejados. Japón y Chile evacuaron varias zonas por olas de más de un metro de altura, e incluso los Estados Unidos y Canadá notaron las consecuencias, con fuertes olas e inundaciones leves. En Perú, dos mujeres murieron ahogadas en una playa del norte del país debido al fuerte oleaje, que inundó algunas localidades del litoral.

La erupción, que duró unos ocho minutos la madrugada del sábado (a las 17.20 h, hora local), expulsó una enorme columna de cenizas a unos 20 kilómetros de altura , y fue tan violenta que el ruido se oyó hasta en Nueva Zelanda, a más de 2.300 kilómetros de distancia. Desde entonces, las noticias procedentes de Tonga son prácticamente inexistentes.

Según el Servicio Meteorológico de Australia, olas de aproximadamente 1,2 metros golpearon la capital de Tonga, de 24.500 habitantes, que ha quedado cubierta con "una gruesa capa de ceniza volcánica", según ha afirmado Ardern, que ha añadido que las condiciones son de "calma y estabilidad". Aún así, ha admitido que hay partes del archipiélago sobre las que no saben nada. "Simplemente, no hemos podido establecer comunicación", ha dicho. Un avión de reconocimiento del ejército neozelandés se dirigirá hacia Tonga cuando las condiciones atmosféricas lo permitan para ayudar a valorar las consecuencias del tsunami y también se enviarán barcos con ayuda humanitaria.

La Federación Internacional de la Cruz Roja ha indicado en las redes sociales que sus equipos en Tonga ya están sobre el terreno y tienen suficientes suministros para ayudar a 1.200 hogares. Una de las principales preocupaciones es que los acuíferos de agua potable podrían quedar contaminados por la constante lluvia de ceniza, que también puede causar problemas respiratorios a la población.

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